BMW: La Bestia Bávara
BMW. Esa marca que suena a motores potentes y diseño de vanguardia. Apuestas arriesgadas en cada modelo. Uno se sube a un BMW y la carretera se convierte en un parque de diversión para adultos. Competición con Mercedes en cada semáforo. Aquí os dejo lo que pasa cuando metes el pie en el acelerador.
BMW Serie 3: El Legendario
Hablemos del Serie 3. No puedes hablar de BMW sin mencionar esta joya. Compacto pero matón. Motor turboalimentado de 2.0 litros. 184 caballos de pura locura. Eso en un día bueno. Los Serie 3 llevan desde 1975 poniendo a más de uno a babear. Cambios automáticos que van como la seda. Lo conduje una vez en la autopista. No voy a decir las cifras del velocímetro, pero la adrenalina estaba en el techo. Maniobrable en las curvas como pocas veces he sentido. Una vez te subes, no quieres bajarte.
BMW M4: El Rebelde
El M4. Una auténtica bestia sobre el asfalto. Llega con un motor de 3.0 litros biturbo. 510 caballos en la versión Competition. ¿Quieres dejar pegados a todos en la salida? Este es tu coche. Me recuerdo de un día en circuito, la sonrisa no se me quitaba de la cara. Responde con un rugido que despierta hasta al más dormilón. El sistema de suspensión adaptativa juega un papel esencial. Se maximizan las sensaciones al volante. No para of heart attacks.
BMW X5: El Rey del Asfalto
El X5 no es solo fuerza. Es elegancia y poderío en cuatro ruedas. Hablamos de un motor híbrido enchufable en su versión xDrive45e. 394 caballos que mezclan gasolina y electricidad como si fueran café y churros. La tracción total es miel sobre hojuela. Hace que cualquier camino sea un sencillo paseo. A lo bestia. Es tan cómodo que da pena bajarse. ¿Familia numerosa? Ni te preocupes. Espacio de sobra para todos.
BMW i3: Futurismo Puro
El BMW i3 es la oveja negra de la familia. Pero en plan bien. Engranajes eléctricos y cero emisiones. Diseñado para la ciudad. Batería de 120 Ah, autonomía de hasta 310 km. Si, has leído bien. Para el día a día es perfecto. La comodidad de aparcarlo donde quieras. Diseño rompe con todo lo anterior, pero se agradece. Minimalismo en exceso, en Amsterdam lo llaman la bici de los ricos.
BMW Z4: El Roadster
Z4. Palabra mágica. Se siente el viento, se siente la libertad. Su motor de 2.0 litros turbo te lleva de 0-100 en 5.4 segundos. Increíblemente divertido. Al volante parece que vuelas bajo. De esos coches que arrancan sonrisas sin parar. Te sientes un auténtico James Bond. Cada curva es como un beso a la carretera. Difícil de olvidar la primera vez que lo condujes. Sin capota, sin miedos. Ligero, activo, rebelde.
BMW Serie 7: El Ejecutivo
El Serie 7. Clase alta de otros niveles. Lujos por todos lados. Motor de 6 cilindros, 3.0 litros, en la versión diésel. Un titán en eficiencia y confort. Asientos de masaje y pantallas por doquier. Recuerdo cuando me dejaron uno para un evento. No quería devolvérselo al concesionario. Se siente el jefe del universo. No hay otra manera de describirlo. Conducir uno de estos y pensar en taxis se hace complicado.
Tremendo resumen para una marca que da mucho que hablar. Y que llevar. BMW, de Baviera a tu garaje, siempre sube la adrenalina. Y baja el aburrimiento al mínimo.