Toyota, la leyenda sobre ruedas
¿Sabes lo que pasa cada vez que ves un Toyota en la calle? Exacto, ves un coche que podría sobrevivir al apocalipsis. No exagero, la marca japonesa es sinónimo de fiabilidad. Y en España, vaya que nos gusta poder contar con un coche que no nos deje tirados.
Toyota Corolla: el clásico que nunca pasa de moda
El Toyota Corolla es el coche más vendido del planeta. ¿Por qué? Sencillo, es como ese colega que siempre está ahí. Motor gasolina 1.8L híbrido de 122 CV. Unos consumos que rozan lo increíble: poco más de 4 litros a los 100 kilómetros. Y créeme, he tenido la oportunidad de llevar uno por la Autovía del Mediterráneo. Es ágil, suave, casi como si flotara sobre el asfalto.
RAV4: el todoterreno que es más de asfalto
Este SUV es para los que quieren altura pero no barro. El Toyota RAV4 lleva un par de décadas marcando el ritmo. Hoy, con su motor híbrido y 218 CV, es un buen paradigma de la eficiencia. ¿Lo mejor? Su maletero de 580 litros. Puedes meter ahí media vida y aún te cabe espacio para unas cervezas.
Yaris: pequeño pero matón
No todo el mundo necesita una bestia. Aquí entra el Yaris. Compacto, ideal para ciudad. El nuevo Yaris híbrido trae un motor 1.5 de 116 CV. Ideal para el tráfico urbano. ¿El freno de mano está un poco raro? A veces sí, pero oye, es un detalle. La de veces que lo he llevado por las estrechas calles de Málaga, esquivando turistas y palmeras. Nunca falla.
Supra: el regreso de la leyenda
Aquí se pone seria la cosa. El Toyota Supra es un coche que despierta pasiones. Su motor 3.0L V6 turbo de 340 CV te da una patada en la espina dorsal digna de las mejores experiencias. No es para ir al súper, excepto si tu súper está a 400 km/h de distancia. En serio, si te gusta conducir, este coche es una locura.
Prius: el pionero de lo híbrido
Toyota Prius fue el Cid Campeador de la eficiencia. Motor 1.8L híbrido, baja emisiones, consumo ridículo. En España, todavía se ven muchos circulando por ahí, y por una buena razón. Ha sido el vehículo de muchas flotas. No lo he probado en circuito, pero tampoco hace falta. Es la definición de A a B sin dramas.
Land Cruiser: el rey del barro
El Toyota Land Cruiser está en la sangre de los aventureros. Motor 2.8L diésel, 204 CV, y un chasis que pide caña. Tocarlo es desear una escapada a Marruecos y perderse por sus dunas. He hecho rutas con él, y, spoiler, no se rinde. Durante años ha sido el coche oficial de muchas expediciones.
C-HR: diseño que rompe cuellos
De mis favoritos para quien tiene gusto por el diseño. El Toyota C-HR parece salido de un videojuego. Pero es real. Motor 2.0L híbrido de 184 CV. Conduce bien, toma las curvas con confianza. La suspensión, eso sí, un poco dura si los baches son tus amigos. Lo he visto por Barcelona, y definitivamente roba miradas.
Conclusión
Ah, espera, que no puedo hacer conclusiones. Pues entonces, Toyota, qué decir, ¡son un viaje continuo!