Fiat: Una Historia de Pequeños Gigantes
Fiat: una marca que no pasa desapercibida. Desde los viejos Cinquecento hasta los 500X, sus coches tienen alma. Pequeños pero con carácter. Y, sinceramente, eso mola.
Fiat 500: Pequeño pero Matón
El Fiat 500 es un clásico moderno. Compacto, atractivo y eficiente. Su última versión ofrece motores desde 70 hasta 120 caballos. Todavía recuerdo cuando cogí uno para un road trip. Ir por la autopista era como llevar un mini-cohete bajo el trasero. Y supe que la ciudad iba a ser mi pista de juegos.
Fiat Panda: Una Bestia en la Ciudad
El Panda es un pilar de la movilidad urbana. No te rías, va en serio. Su motor de 69 caballos puede no parecer gran cosa, pero ¡échale gasolina y verás! Aquí estoy yo, zumbando por callejones. El coche responde, gira y conquista espacios. Ideal para quien no quiere dejarse el sueldo en gasolina.
Fiat Tipo: Espacio y Funcionalidad
Ahora, el Fiat Tipo. ¿Se puede tener más espacio por menos dinero? Mucha gente se lo pregunta. En su versión 1.4 de 95 caballos ofrece espacio para cinco y maletero para casi cualquier cosa. Lo conduje una vez en un viaje familiar. Y vaya, el maletero hasta lo llenamos con cuatro bicis desmontadas. ¡Qué animal!
Fiat 500X: El SUV Pequeño por Excelencia
El 500X es el hermano mayor del 500. Más grande, más potencia y tracción total en opciones selectas. Probé el 1.0 de 120 caballos por una semana. ¡Y vaya cuánto me asombró en terrenos difíciles! Te metes en caminos de tierra y no pierde la compostura. Parece que les robó trucos a sus primos más grandes.
Fiat Punto: El Compacto Comodín
El Punto tiene un aura especial. Aunque ya no se fabrica, fue un pilar del mercado. Tenía versiones de hasta 135 caballos. Nunca lo tuve en el garaje, pero lo probé en algunos tests. Era una gozada por su maniobrabilidad. Giraba en una rotonda más cerrado que un pollo asado en el horno.
Fiat 124 Spider: El Roadster que no Sabías que Querrías
¿Te gustan los descapotables? El Fiat 124 Spider es una joya. Con un motor 1.4 turbo de 140 caballos y tracción trasera, estamos hablando de diversión asegurada. Lo manejé solo una vez, en una salida al campo. Conducirlo con el viento acariciándome la cara me hizo amar el camino, y más, la carretera.
Abarth: Hijos Rebeldes
Los Abarth son Fiat con esteroides. Si el 500 es el Piolín dulce, el Abarth 500 es el Piolín cuando se cabrea. Su versión de 165 caballos ruge como si quisiera comerse a la competencia. Ni en mis sueños locos he tenido uno, pero quien pueda, que lo aproveche. Volaremos juntos algún día.
La verdad es que Fiat sabe hacer coches con personalidad. Puede que no sean para lucirse en la zona V.I.P., pero el asfalto les tiene un afecto especial. El que tenga un Fiat sabe por qué estos coches tienen seguidores fieles. Y eso, sí que es respeto.