Škoda: La marca que no ves venir
Škoda. La marca checa que sorprende sin avisar. En España, Škoda se ha colado poco a poco en nuestras calles. Sin hacer mucho ruido. Pero vaya si se ha hecho notar. Coches que parecen de otra liga.
Škoda Octavia: El duro de roer
Octavia. Suena a personaje de Game of Thrones, pero no. Es uno de sus modelos estrella. Un familiar con medidas de berlina. Más de 4.6 metros de largo. Motor TDI de 150 caballos. Puedes tirarte horas en la autopista sin pestañear.
Una vez probé uno. Desde Madrid hasta Valencia. Casi ni me enteré del viaje. El maletero, un espectáculo. Te caben desde maletas hasta un sofá y una bici. Consumo ajustado. Aunque no lo creas, ni siquiera echa humo negro al pisarle.
Škoda Fabia: Pero si no es tan pequeño
El Fabia es el compacto que no se siente compacto. La última versión tiene un diseño coqueto. Motor 1.0 TSI de 95 caballos, suficiente para moverte con alegría. Va de 0 a 100 km/h en menos de 11 segundos. Increíble para su tamaño.
Tiene espacio para todo, menos para el drama. El control al tomar las curvas es decente. Quizás la suspensión sea un poco dura, pero nada dramático. En ciudad, es como un pez en el agua. Aparcar con él, pan comido, tamaño ideal.
Škoda Kodiaq: El oso de Škoda
Kodiaq. O el tanque camuflado de SUV. Capacidad hasta para siete personas. No te fallará en el próximo viaje con toda la tropa. El motor es un 2.0 TDI de 200 caballos. Lo sé, suena a caña. Y lo es.
Una vez lo llevé de camping. Tanquea por caminos de tierra como un auténtico todoterreno. Consumo medio de 6 litros cada 100 km, más o menos. Interior cómodo a más no poder. La tecnología a bordo parece de otra década. Con este coche, la aventura te llama fuerte.
Škoda Scala: El inesperado
El Scala llegó para reemplazar al Rapid. Diseño joven. Lineas dinámicas. Es el nuevo chico en la manzana. Motor 1.5 TSI de 150 caballos. No necesitas más para sentir mariposas al acelerar. Pasas de parado a 100 km/h en 8,2 segundos. Se te quedarás pegado al asiento.
Buena presencia en ciudad y carretera. Su sistema multimedia es futurista. Conexión con tu móvil al toque. El maletero, grande para ser compacto. Si un día necesitas mudarte, estará listo para el trabajón.
Škoda Superb: La berlina establecida
La joya de la corona. Superb no tiene nada de modesto. Verlo pasar es respect. Más de 4.8 metros de berlina pura. Interior que recuerda a los palacios checos. Lleno de lujo y comodidad. El motor más tocho es el 2.0 TSI de 280 caballos. Volador, casi literalmente.
Diréis que exagero, pero conducirlo es poesía en movimiento. La tracción total te la agarras en cada curva. En largos viajes, te pone de buen humor. Cada kilómetro recorrido con él es un pequeño placer.
Fin de la charla Škoda
Así es Škoda. Coches hechos para dar guerra. Sin tener que romper la banca. Comprometidos con la accesibilidad y el cumplimiento. Fácil amar lo que los checos nos traen. Los que saben, saben. Škoda lo peta.