La leyenda de Lancia
Lancia. Suena a nombre de gladiador. Y a veces sus coches son así. Guerreros del asfalto. Pero tranquilo, que no haremos un documental. Hablemos como colegas.
Lancia Delta: El jefe del rally
Imagina el Lancia Delta HF Integrale. ¿Qué tiene de especial? Motor turbo de 2.0 litros. ¿Potencia? 200 CV. Allá por los 80, rompía corazones. Suena a ciencia ficción, pero este compacto era bestial en las pistas de rally. Tracción a las cuatro ruedas, una locura. ¿Quién no querría lanzar este bólido por un camino de montaña? Yo lo diría por experiencia, una bestia que ruge y muerde la carretera.
Lancia Ypsilon: Pequeño y con clase
Vamos al presente. Toca Lancia Ypsilon. Compacto, chic, todo lo que necesitas para una ciudad. Motor 1.2 Fire EVO II, 69 CV. No es un cohete. Pero vaya, es estiloso. Interior cómodo. Pantalla táctil de 5 pulgadas. Ideal para el tráfico de la ciudad y coquetear con la moda. Si conduces por Madrid, serás la envidia a ritmo urbano.
Lancia Thema: Elegancia con músculo
Retrocedamos. Lancia Thema. Berlina con estilo. Motor V6 de 2.9 litros, 204 CV. Una carretera abierta es su hábitat natural. Equipamiento premium. Volante de cuero, asientos de piel. Lujo en cuatro ruedas. Y menuda experiencia. Cargar el maletero enorme y salir a la autovía es puro placer. Autobahn en tiempo pretérito.
Lancia Stratos: Naves espaciales
El Lancia Stratos. Hablar de él es hablar de otro planeta. Motor Ferrari Dino V6. Tres veces ganador del Campeonato Mundial de Rally. Solo 500 en producción. ¿Suena caro? Lo es. Ligero, incontrolable, como un autobot listo para la acción. Claro, tú y yo probablemente nunca manejemos uno. Pero oye, soñar no cuesta nada.
Lancia Fulvia: El romanticón vintage
Para los nostálgicos de lo retro, el Lancia Fulvia es poesía rodante. V4 de 1.3 litros, 87 CV. Ligero como una pluma. Diseño sesentero, perfecto para un paseo en domingo. Interiores con madera y cuero. Es como volver a los días del glamour europeo. Aquí el romance es un paseo por la loma.
Lancia Lybra: Cuando lo funcional es atracción
Y el Lancia Lybra. Seamos honestos, no fue amor a primera vista. Pero este sedán tiene lo suyo. Motores 1.8 de 131 CV. Silencioso, suave. Se defiende en carretera. Buen espacio interior. Aire acondicionado que no falla. Coche familiar sin encanto friki pero sí funcional. No destaca, pero tampoco decepciona.
Lancia Beta: Inacabable sabor de boca
El Lancia Beta. La oveja negra que a veces robó corazones. Motor 1.6 de 100 CV. Hablan horrores del óxido, motores improvisados. Detalles feos. Pero oye, no todo son risas en la vida. Al final de alguna manera tiene ese no sé qué que a veces divierte. Como esa chaqueta que nunca tiras.
Recuerdos de copiloto y dirección
Nada como pumpear en el asfalto con Lancia como copiloto. Ha habido altos y bajos. Claro, no siempre se gana. Son coches con historia. Mitos tal vez. Pero tener esas ruedas bajo tus manos es una diversión cara. La conducción nunca es perfecta pero sí inolvidable. Al menos para los románticos de la gasolina como yo.