Renault 4 E-Tech: lo hemos probado, el espíritu del clásico sigue vivo

Te subes, cierras la puerta y lo primero que piensas es: “vale, esto no es un SUV cualquiera”. El nuevo Renault 4 E-Tech es un homenaje bien hecho, de esos que no se quedan solo en la estética retro para vender nostalgia. Lo hemos probado, lo hemos pisado, y podemos decirlo claro: este coche tiene alma.

Y no lo decimos por decir. Lo hemos probado en serio, en las carreteras de los alrededores de Lisboa, con tramos urbanos, secundarias reviradas y algo de autovía. Un entorno perfecto para ver cómo se comporta este eléctrico en el mundo real.

Diseño que te saca una sonrisa

Visualmente es un guiño constante al Renault 4 original, pero sin parecer un coche disfrazado. Tiene pinta de concept car hecho realidad. La parrilla cerrada con los faros redondos LED, los pasos de rueda bien marcados, la trasera cuadrada... todo te dice “soy diferente” sin caer en lo hortera.

Mide 4,14 metros, así que entra en el segmento B-SUV, pero visualmente parece más grande. Y ojo con la altura libre al suelo, que aunque no sea un todoterreno, te da para subir bordillos sin drama.

Interior: espacio y detalles que molan

Dentro, la cosa cambia respecto al R5 E-Tech. Aquí hay espacio real. Mido 1,83 y detrás puedo ir cómodo. No es una limusina, pero para familia, colegas o bártulos, va sobrado. El maletero se marca unos 420 litros, planos y aprovechables.

Compartes salpicadero y pantallas con el R5, así que ya sabes: cuadro digital de 7" delante del volante y pantalla de 10,1" en el centro. Va fluida, con buena respuesta táctil y sin menús raros. Tiene Android Auto y Apple CarPlay inalámbrico. Se agradece.

Detalles que me molaron: los asientos con textura estilo tapicería clásica, el volante chiquito tipo Renault Clio, y la opción del techo de lona en la versión Iconic, que lo abre por completo como si fueras en un Twingo Cabrio. Muy guapo.

¿Y cómo va?

Aquí es donde sorprende. Probamos la versión de 150 CV con la batería de 52 kWh, y en ciudad es una delicia. Ágil, ligero, con buena aceleración. No es un Tesla, pero tampoco quiere serlo. Es silencioso, cómodo y se nota bien asentado.

En las carreteras lisboetas, con cuestas, rotondas y curvas, se defendió como un campeón. No balancea en exceso, la dirección es rápida y da buena sensación de control. La suspensión tiene ese punto firme sin llegar a seco. En resumen: da gusto llevarlo.

Autonomía y carga: cumple sin prometer milagros

La autonomía oficial es de 409 km WLTP. En mi prueba, entre ciudad y algo de carretera, se quedó en unos 370 reales, que no está nada mal. Si te vas al campo, ahí sí baja más, como en todos.

Admite carga rápida a 100 kW, así que en media hora haces un 15%-80%. Y en casa con un wallbox de 11 kW, en unas 5 horas lo tienes a tope.

Precios y acabados

Aquí es donde Renault lo ha hecho bien. Hay tres acabados:

• Evolution: desde 29.900 €. Básico pero no pelado.
• Techno: añade extras chulos como faros full LED y climatizador automático.
• Iconic: el más guapo, con el techo "Plein Sud" y más detalles retro.

Con ayudas, el precio puede bajar de los 25.000 €, y ahí ya estamos hablando de un eléctrico con cara y ojos para el día a día.

Ficha técnica Renault 4 E-Tech

Si te mola el rollo retro pero no quieres renunciar a lo práctico, el Renault 4 E-Tech es de lo más interesante que se viene este año. Y sí, lo hemos probado por las cuestas lisboetas, y nos ha dejado con ganas de más.