Prueba del monovolumen que parece una nave espacial: lo que nadie te cuenta del Hyundai Staria Hybrid

¿Quién dijo que los coches familiares no pueden ser emocionantes? El Hyundai Staria Hybrid aterriza en las carreteras con un diseño que hace que hasta los fans de Star Wars se queden mirando. Pero, detrás de su fachada de película, ¿es realmente tan práctico y lujoso como promete? Agárrate que despegamos.
Una presencia imposible de ignorar
El Staria no pasa desapercibido ni en un desfile galáctico. Su frontal en forma de visera y sus dimensiones imponentes (5,25 metros de largo y casi 2 metros de alto) hacen que te replantees si cabe en tu garaje o si deberías buscar plaza en una nave industrial. Eso sí, olvídate de algunos aparcamientos subterráneos: la altura juega en su contra frente a rivales más bajitos.
Mover este coloso por la ciudad parece misión imposible, pero aquí llega la primera sorpresa: el radio de giro es sorprendentemente reducido. Sí, no es un kart, pero maniobrar entre calles estrechas no tiene el nivel de drama que uno espera.
Interior: más cerca de un jet privado que de una furgoneta
Abres las puertas correderas eléctricas (con ese pitido tan “transporte público”) y entras en otro mundo. Olvida el típico interior espartano de las furgonetas. Aquí todo rezuma calidad y comodidad, sobre todo en la versión Signature.
En vez de nueve plazas apretadas, tienes siete asientos distribuidos como si fueran butacas de clase ejecutiva. Los dos sillones individuales de la segunda fila no sólo son reclinables eléctricamente, sino que incluyen extensores para las piernas. Si te apetece una siesta, casi puedes pedirle a alguien que te traiga un refresco y unas palomitas.
Eso sí, acceder a la tercera fila es fácil… siempre que no tengas prisa. Los asientos se mueven eléctricos, pero con la calma de quien se toma su tiempo en vacaciones. Si tienes prisa, un empujoncito manual nunca viene mal.
La versatilidad es buena, pero no perfecta: los asientos están anclados y no se pueden quitar. Así que olvídate de usarlo como furgón de mudanzas. Eso sí, el maletero se adapta rápido: desde 431 litros (más que suficiente para maletas de toda la familia) hasta reducirse al tamaño de un utilitario si necesitas espacio para personas en vez de bultos.
Motor híbrido: más eficiente de lo que parece
Al ver su tamaño, uno pensaría que necesita un motor V8 para moverse, pero Hyundai apuesta por un sistema híbrido. El motor principal es un 1.6 T-GDI de cuatro cilindros y 160 CV, apoyado por un eléctrico de hasta 73 CV. Juntos suman 225 CV y un par motor generoso desde apenas 1.000 rpm.
¿Resultado? Sorprende lo bien que se mueve el Staria Hybrid, incluso cargado hasta los topes. En ciudad circula en modo eléctrico y el silencio es casi celestial… hasta que el motor térmico entra en acción y rompe la magia con su sonido más presente. Un extra de aislamiento acústico no le vendría mal, sobre todo a baja velocidad.
La potencia nunca falta y puedes adelantar o lanzarte a autopista sin miedo. Incluso por encima de los 130 km/h mantiene el tipo sin despeinarse (si es que las naves espaciales pudieran despeinarse).
¿Es para ti el Hyundai Staria Hybrid?
El Staria Hybrid no es para todos. Si buscas un coche pequeño para aparcar en cualquier sitio, mejor mira otro lado. Pero si quieres viajar como un VIP con tu familia o amigos, disfrutar del espacio y del confort sin renunciar a cierta eficiencia, este monovolumen coreano es una opción única en su especie.
No será la nave espacial definitiva, pero pocos coches logran mezclar lujo, espacio y ese factor “wow” tan necesario hoy en día. Y lo mejor: puedes conducirlo sin licencia intergaláctica.