Prueba del Ebro s700, el SUV español que quiere desbancar a los grandes por menos de 30.000 euros

¿Pensabas que encontrar un SUV con buen equipamiento y precio decente era como buscar unicornio en la M-30? Pues parece que Ebro, la marca que un día fue sinónimo de tractores, ha decidido volver a la carretera para demostrar lo contrario. El Ebro s700 es su apuesta: un SUV de 4,5 metros que llega con argumentos de peso y alguna que otra sorpresa bajo el capó.
El regreso de Ebro: del campo al asfalto (y con acento chino)
La historia reciente de Ebro es digna de telenovela automovilística. De fabricar robustos vehículos industriales a ensamblar coches para las familias españolas, siempre con un toque patrio… aunque el ADN venga de China. El s700 es el primer fruto de esta nueva etapa, y lo puedes elegir en dos sabores: gasolina tradicional o híbrido enchufable, para los que miran la etiqueta medioambiental con lupa.
Motorización: entre lo clásico y lo eficiente
En esta ocasión hemos probado la versión gasolina del Ebro s700, equipada con un motor de cuatro cilindros y 1,6 litros, capaz de entregar 147 caballos. Suficiente para moverse con soltura, aunque no esperes sensaciones de deportivo ni empujones de infarto al pisar el acelerador. Eso sí, si te pasas con el pie derecho, el consumo puede dispararse por encima de los 9 litros, así que mejor no imites a Fernando Alonso en cada rotonda.
¿Buscas eficiencia y te gusta presumir de etiqueta CERO? Entonces la versión híbrida enchufable será tu aliada, con consumos más bajos y mejores prestaciones urbanas.
Diseño exterior e interior: mucho por poco
El Ebro s700 entra por los ojos gracias a una parrilla frontal imponente, proporciones equilibradas y detalles como las luces LED. El acabado Luxury añade un plus de sofisticación: llantas de 19 pulgadas y techo panorámico para quienes disfrutan mirando las estrellas (o los semáforos).
Dentro sorprende la amplitud y la sensación de espacio. Los materiales y ajustes cumplen sobradamente, aunque no te harán olvidar a las marcas premium alemanas. Destacan el climatizador bizona, el equipo de sonido Sony (sí, Sony), y asientos calefactados y ventilados. La tecnología tampoco se queda corta: dos pantallas de 12,3 pulgadas dominan el salpicadero, aunque la navegación por los menús puede ser tan intuitiva como montar un mueble sueco sin instrucciones.
Comportamiento en carretera: cómodo… pero no deportivo
Subirse al Ebro s700 es como sentarse en una atalaya: la postura elevada te da buena visibilidad y sensación de control. La conducción es cómoda gracias a una suspensión blanda que absorbe bien los baches grandes, aunque los resaltos pequeños se hacen notar algo más de lo esperado.
Eso sí, si buscas un chasis afilado y una dirección precisa, aquí no lo vas a encontrar. La dirección es ligera hasta el punto de parecer que conduces por telepatía; ideal para la ciudad y para aparcar, pero poco informativa si te gustan las curvas. Y aunque hay modos como el Sport para darle alegría al asunto, el comportamiento sigue siendo más tranquilo que emocionante.
Equipamiento: mucho por tu dinero
Donde realmente brilla el Ebro s700 es en la relación entre precio y equipamiento. Por menos de 30.000 euros te llevas un SUV espacioso y completo en tecnología y confort, algo cada vez más difícil en estos tiempos donde los precios suben más rápido que la gasolina.
Lo mejor y lo mejorable
Puntos fuertes
- Precio competitivo
- Equipamiento generoso desde el primer acabado
- Espacio y comodidad a bordo
Lo que podría mejorar
- Dirección demasiado ligera
- Suspensión blanda en exceso
- Consumo elevado en versión gasolina
¿Es el Ebro s700 para ti?
Si buscas un SUV práctico, cómodo y bien equipado sin hipotecar medio sueldo ni renunciar a un diseño actual, el Ebro s700 es una alternativa sensata y sorprendentemente convincente. Quizá no sea el rey del asfalto ni el colmo del refinamiento técnico, pero cumple con nota donde más importa: ofrecer mucho coche por un precio razonable. Y eso, amigos, hoy en día es casi revolucionario.