Probamos la nueva Volkswagen California, un hotel con cuatro ruedas

Ya no estamos en los 70 y aquí a nadie se le cae un lagrimón por los Eagles porque ahora el “Hotel California” lo tiene Volkswagen, metido en una furgoneta que es puro hype. Vamos al grano. Después de veinte años tragando con más de lo mismo, por fin VW mete mano de verdad a la California y la camper definitiva se pone trendy. Pero que nadie se piense que es rollo “lo vintage mola siempre”, porque ahora esto es más digital que tu móvil.
Motores y versiones para todos los gustos menos para tiesos
¿Tienes 60.000 pavos de sobra? Te llega para el modelo base, así que ni tan mal en el universo camper premium. La California sigue llegando en las ya míticas versiones Beach, Coast u Ocean. Cada vez con más pijadas. Ojo con el motor. Ahora hay para elegir:
- Diésel 150 CV, que es el nuevo básico.
- Gasolina con 204 CV para los que le dan a la ruta con alegría (y repostar no les duele).
- Y el pepino, el híbrido enchufable de 241 CV, novedad total y encima el primero con tracción total en la California.
En serio, que una camper te saque al campo con tracción total y sin pegar sustos de consumo, esto mola. Lo de eléctrico puro todavía en desarrollo, pero apunta a que el ID.Buzz será el próximo en caer.
La plataforma es la MQB, estilo Golf, así que se siente más turismo grande que furgón. No hace el vaivén de las antiguas y te da menos sustos en curva. Yo la he llevado en autovía y sorprende lo fácil que se lleva, la dirección es suave, y las vibraciones no existen. Para lo grande que es, flipas que no parece “camión”.
Digital, pero no olvides las flipadas camper
Entrar y ver el salpicadero mola: moderno, pantallas everywhere, todos los asistentes habidos y por haber, asientos giratorios con más juego que nunca. Pero lo fuerte es el nivel digital. Con una app tocas desde el clima hasta abrir el techo elevable (sí, desde el móvil, y a distancia). Puedes hacer lo de “oye Siri, abre el techo” y la gente alucina. En serio, en un camping presumes.
El panel central también te deja manejar la nevera, iluminación o hasta subir la persiana esa textil, que sustituye a las cortinas chungas de siempre. Detallazos que se nota que han escuchado a la peña joven que quiere postureo y utilidad. Y todos los USBs que han metido, para cargar móviles, tablets y hasta ese patinete eléctrico para ir a por el pan a Cáceres.
Más grande, más cómoda, garaje-friendly
La California sigue por debajo de los dos metros de alto, así que puedes entrar a un parking normal (sé lo que es buscar recoveco porque la furgoneta no cabe y no mola). Ahora ha crecido en largo hasta los 5,17 metros y tiene 3,12 de batalla… ¿Traducción? Más sitio para meter trastos: tabla de paddle surfera, bici y hasta la suegra si hace falta.
Por fin tiene dos puertas correderas de serie, así que ya no tienes que dar la vuelta a medianoche para salir por el lado correcto. Es de esas cosas que parecen tontas hasta que lo pruebas y flipas.
¿Y el interior? Tres zonas diferentes: salón, cama y patio exterior con toldo y cocina. Camper de verdad, no furgo adaptada a lo cutre. Las sillas escondidas en el portón trasero siguen molando, y ahora puedes dejar asientos en casa y el colchón no se tambalea.
Detalles que hacen la vida fácil (y el postureo inevitable)
Han quitado cortinas para meter armarios textiles colgantes. Sí, tienes espacio donde antes solo había tela para que no te miren los vecinos del camping. Y el sistema de luces va en plan smart home: en cuanto te metes en el sobre, apagas todo sin moverte.
Freno de mano eléctrico y palanca al salpicadero. Ahora los asientos delanteros giran aún mejor: apuntas para la nevera, al colega o al surf y te giras, a lo silla de oficina cara.
Hay dos cocinas según versión y han sacrificado una de las placas por espacio, pero, seamos sinceros, tú solo calientas sopas y pasta. Y si eres de los que necesitan un rodaballo al horno, a la autocaravana y ya.
En la carretera, mi experiencia y por qué mola
La última vez que llevé una California Ocean, el motor 2.0 TDI de 204 CV con DSG y todo el rollo, fue en la costa gallega. No es un Cupra, pero el bicho responde bien hasta cargado. Acelera de 0 a 100 en menos de 10 segundos (9,9 si quieres vacilar), punta de 203 km/h que evidentemente no vas a usar salvo que quieras salir en algún reportaje de la DGT. El consumo en mixto, con modo ECO y sin pasar de 120, lo bajé a 7,5 l/100.
Tracción delantera en esta unidad, estable y fácil de llevar, pero si metes el 4Motion lo subes de nivel para montaña o nieve.
El precio y lo menos bueno
Vale, todo esto suena idílico, pero el precio de entrada en torno a 60.000 € (y sube rápido si te flipas con el equipamiento) te deja la cartera tiesa para el chiringuito. Eso sí, la competencia (véase las Mercedes Marco Polo) tampoco sale barata, así que si vas buscando camperización pro, toca rascar.
Al final, hay más tecnología, más espacio y mucha chorrada bien pensada para el vanlife patrio. Lo que era un hotel sobre ruedas hippie hoy es casi el apartamento de airbnb, pero sobre asfalto. Pero ni rastro del espíritu cutre vintage: ahora es postureo, comodidad y cero miedo a quedarse sin enchufe para el móvil.
La nueva California ya no es para nostálgicos. Es furgo para los que lo quieren todo: viajar, dormir bien, look moderno y, vale, fardar en el Insta.