Probamos el KGM Torres EVX, el SUV eléctrico que no se esconde

Aparco el KGM Torres EVX y lo primero que pienso es que aquí hay músculo. Este SUV coreano, que antes llamábamos SsangYong, no viene a disimular. Es grande, cuadrado, de los que parecen más preparados para una expedición que para una ruta al centro comercial. Pero ojo, porque bajo esa pinta de todoterreno se esconde un eléctrico puro pensado para la ciudad y el viaje largo.

Diseño: Puro bloque y sin vergüenza

El Torres EVX mide 4,71 metros, casi igual que un Kia Sportage, pero parece más grande. El frontal es vertical, con una parrilla "ciega" típica de los eléctricos, pero decorada con líneas y relieves que le dan presencia. El logo de KGM en grande, y unas ópticas LED divididas en dos alturas que le dan un aire de concept car. Llantas de 20 pulgadas, pasos de rueda marcados y un trasero robusto, con la tapa del maletero que juega a ser una rueda de repuesto pero no lo es.

El coche es imponente. No hay concesiones a la deportividad, aquí todo es robustez y guiños a los 4x4 clásicos. Me acerco y las puertas son sólidas, el techo alto. Este SUV da sensación de coche serio, con ganas de comerse el segmento.

En el interior, mucho espacio y materiales sencillos

Abro la puerta y la primera impresión es de amplitud. El Torres EVX tiene un habitáculo grande, sobre todo en anchura y altura. Los asientos son cómodos, mullidos, pero los materiales no aspiran a ser premium. Hay plásticos duros, aunque bien ensamblados, y algunos detalles en símil cuero. El salpicadero está dominado por dos pantallas: una de 12,3” para el cuadro y otra igual para el sistema multimedia.

El espacio trasero es generoso. Dos adultos viajan de lujo, incluso con sillitas infantiles. El maletero es otro punto fuerte: 703 litros, uno de los más grandes entre los eléctricos de su tamaño. El piso es plano, fácil de cargar. Plegando asientos llega a más de 1.600 litros. Práctico y familiar, no hay duda.

Tecnología y equipamiento suficientes, sin lujos absurdos

En tecnología, el Torres EVX cumple. Pantallas rápidas, conectividad con Apple CarPlay y Android Auto (con cable), cámara de 360 grados, cargador inalámbrico para móviles, asientos calefactables y ventilados según versión, portón eléctrico, y climatizador bizona.

El sistema multimedia no es el más vistoso, pero responde bien y es fácil de usar. Los menús están en español, la navegación es precisa. El sistema de sonido es correcto, sin alardes. El asistente de conducción ofrece control de crucero adaptativo, frenada automática, aviso de ángulo muerto y mantenimiento de carril. Todo funciona sin sobresaltos.

Motor y batería, equilibrio antes que locura

El Torres EVX equipa un motor eléctrico delantero de 207 CV (152 kW) y 339 Nm de par. Acelera de 0 a 100 km/h en unos 8,1 segundos, suficiente para mover con alegría los 1.800 kg de peso. No es un coche para hacer carreras, pero responde bien al acelerar en incorporaciones y adelantamientos.

La batería LFP (litio-ferrofosfato) tiene 73,4 kWh brutos (unos 68 kWh útiles). La autonomía homologada es de 462 km, pero en condiciones reales ronda los 350-370 km. Si te mueves por autovía a 120 km/h, puedes esperar cerca de 320 km. El consumo medio es de unos 18,5 kWh/100 km, cifra correcta para un coche de este tamaño y peso.

La carga en corriente continua es de hasta 120 kW. En un cargador rápido pasas del 20 al 80% en poco más de media hora. En casa, con un wallbox a 7,4 kW, en unas 9-10 horas cargas del todo. El cargador de a bordo admite hasta 11 kW en trifásica.

Dinámica de conducción, es cómodo y noble, sin locuras

Al volante, el Torres EVX transmite sensación de solidez. La dirección es suave, ligera para maniobrar en ciudad, pero con un punto más firme a alta velocidad. No busca sensaciones deportivas, más bien invita a conducir tranquilo. La suspensión es tirando a blanda, ideal para pasar badenes, baches o pistas de tierra sin dramas. No balancea en exceso y en curvas rápidas mantiene el tipo, aunque el peso se nota.

Lo pruebo por carretera secundaria y la entrega de potencia es inmediata. Adelanta con soltura, pero sin ese tirón brutal de algunos eléctricos. Aquí todo es lineal, fácil de dosificar. El aislamiento acústico es bueno: apenas se oye rodadura, y el motor sólo se percibe al acelerar fuerte.

En ciudad, pese a su tamaño, se maneja con sorprendente facilidad. Las cámaras y sensores ayudan mucho, y el diámetro de giro es más pequeño de lo que parece. Aparcarlo requiere práctica, pero no es imposible.

Habitabilidad pensada para la familia

Cinco adultos caben sin apuros, con buena visibilidad y espacio para piernas. Los asientos traseros pueden reclinarse y el acceso es sencillo por la altura del coche. Hay salidas de aire detrás, puertos USB y mucho sitio para objetos. El suelo plano es perfecto para los viajes largos.

Me veo llevando al Torres EVX de excursión por la sierra, con cuatro ocupantes y maletero a tope. El coche no se achanta, el motor puede con las cuestas y la autonomía cae de forma previsible. La frenada regenerativa tiene varios niveles, pero no hay un “one pedal” tan fuerte como en otros modelos. Sirve para ahorrar, pero hay que tocar el freno al parar del todo.

Consumos y autonomía realista

Con clima templado, algo de ciudad, mucha autovía y conducción normal, el consumo medio que saco es de unos 18,7 kWh/100 km. Eso da para unos 350 km reales sin apretar. Si sólo haces trayectos urbanos y suaves, puedes acercarte a los 400 km. La gestión de la batería es buena y no hay caídas bruscas aunque el coche duerma fuera en invierno. La carga rápida funciona bien, aunque los cargadores en España a veces no dan los 120 kW prometidos.

Acabados y versiones, sencillez ante todo

KGM ofrece dos acabados: Line y Luxury. Desde el básico tienes casi todo lo necesario. El Luxury añade asientos ventilados, más ayudas a la conducción y algunos detalles de confort. Los colores disponibles son sobrios, nada de estridencias. El interior puede parecer espartano para quien busque lujo, pero es práctico y fácil de limpiar.

Sorpresa al volante

Me subo con pocas expectativas y salgo convencido de que el Torres EVX es una opción muy válida para quien prioriza espacio y uso familiar antes que postureo. Es fácil de conducir, robusto y honesto. No enamora por diseño ni por interior, pero cumple con todo lo que promete y es muy funcional.

Ficha técnica KGM Torres EVX

El Torres EVX es una propuesta diferente: mucho coche, buen precio, espacio para aburrir y una autonomía realista para el día a día. No quiere ser el más guapo, pero sí el más honesto en su segmento.