Vuelve el Mitsubishi Montero, el Samurai japonés viene a patear piedras

¿Preparados para el regreso más épico del 4x4 o qué?
Que tiemblen los de Toyota y Nissan. El Mitsubishi Montero (o el Pajero si no eres de aquí) se acerca para repartir leña en el mundo todoterreno. Años de exilio en España, pero por Asia nunca ha dejado de estar al pie del cañón. Ahora vuelve. Y no viene de excursión. El hype es real. Ya ha sido cazado rodando camuflado por Sierra Nevada, justo donde las marcas van a sudar la gota gorda probando prototipos. Yo estuve por allí el verano pasado y es fácil cruzarte con ingenieros raros, sudando, con camuflajes pegados y caras de tener jet lag.
Todo apunta a un bestia parda, versión 2025
Mitsubishi ha dicho basta a eso de vivir del Outlander como navío estrella. Se han puesto serios. Quieren rivalizar con los reyes del monte tipo Land Cruiser y Nissan Patrol, y desempolvar el nombre Pajero-Montero para lucirlo con orgullo y chulería.
La inspiración la han sacado del DST Concept, ese prototipo que presentaron en 2024 y que parecía salido de una fiesta de barras cuadradas y músculos japoneses. El Pajero 2025 apuesta por líneas rectas, mirada cabreada –esas ópticas parecen directamente un “si me cruzas te muerdo”– y una carrocería alta, robusta y, sobre todo, con pinta de que los bordillos de tu barrio son papel cebolla. Tiene bastante de la vieja escuela, pero bañadito en diseño futurista.
¿Qué rollo mecánico nos espera?
Aquí viene el salseo. Todavía está sin confirmar si se van a liar a tope y meter el chasis de largueros y travesaños de la nueva Mitsubishi Triton (L200) o reciclan la plataforma CMF C/D del Outlander. Si van a lo de antes –largueros y travesaños como mandan los canónicos del barro– será más pro para campo. Si apuestan por lo del Outlander, quizá quieran civilizar un poco la bestia pero no creo que hagan un SUV blandito. No están por la labor. Eso sí, pinta a que buscan lo mejor para liarla fuerte offroad.
Y ojito con el motor, porque los rumores dicen que hay muchas papeletas de que apuesten por un híbrido enchufable. Eso sería la bomba para el mercado europeo, la pegatina CERO y poder decirle a la competencia: “Mira, yo puedo circular por Madrid Central y luego cruzar el Atlas si me agobio.” No hay datos aún de potencia, pero viendo lo que mueve la Triton y lo que Mitsubishi hace con el Outlander PHEV, lo normal sería movernos en torno a 200-250 CV. Y par motor suficiente para sacar un olivo de raíz.
Diseño y feeling: la vuelta del cuadrado que impone
Las fotos cazadas muestran un Pajero que conserva el ADN clásico pero con mala leche moderna. El coche parece más alto que el típico Land Cruiser Prado y el frontal es puro malote. Mitsubishi no se corta y emite señales: aquí hay personalidad de sobra para distinguirse del pelotón de SUV random.
El interior, viendo el DST Concept, promete un habitáculo con toques tecnológicos, pero robusto. Volante de buen diámetro, mandos grandes para poder usarlos con guantes (no como en los SUV pijos de ciudad), y seguro vendrán con modos de terreno, bloqueos de diferencial y demás mandanga para filtrar quién va a posturear al campo y quién va a apretar el culo en una trialera.
Me hace gracia porque todo el mundo quiere subirse a un Toyota Land Cruiser, pero los que saben de barro y cuestas malas dicen que el Pajero nunca ha sido segundo plato. Yo hace años pude conducir uno de la anterior generación por pista y barro en Castilla. No tiene nada que envidiar en comportamiento: suspensión durilla bien puesta, conducción robusta (te deja el ego alto) y la reductora... puro amor. Te subes y bajas pendientes sin drama, con el gas a medio pelo y sin estar pensando en sensores ni tontadas.
¿Lo veremos en España o solo en YouTube?
Este es el dilema: la intención inicial parece dirigida a mercados fuera de Europa, tirando más a Asia y Oriente Medio, donde los Pajero siguen siendo casi religión para expertos en barro y petróleo. Pero si la versión europea con tren híbrido sale, la jugada sería redonda para nosotros aquí. Los de Toyota van a tener visita inesperada en el cortijo. Hay que rezar para que algún responsable de producto tenga familia en Almería o Teruel, para que por fin los veamos en los concesionarios españoles.
La llegada oficial podría ser a finales de 2025. De momento, los que estén pensando en pillar un Land Cruiser, mejor que aguanten el ansia. Lo mismo en unos meses ese dinero igual te sirve para algo diferente, con el logo de los dos diamantes y cara gamberra. Esto va a estar divertido.
¡Apunta en el radar a los rivales: Land Cruiser, Patrol y compañía!
Esos dos nombres pesan, pero el Mitsubishi Pajero siempre ha estado en el podio de los auténticos. El Patrol juega a tope fuera de España, el Land Cruiser es todopoderoso aquí y en África, pero el Pajero no se baja del ring. Que vuelva fuerte, con chasis pensado para el colega ganadero y para el urbanita flipado de la aventura, puede poner las cartas patas arriba en el mundillo 4x4 real.
Seguiremos atentos en las carreteras de Granada, a ver si el camuflaje se va quitando y podemos ver en vivo a este animal. Ojalá llegue aquí. Dejaremos el Tracker y el Compass para los del “tupper” y el “yoga mañanero”; nosotros nos volvemos al aroma diésel y a la reductora.