Vansports convierte la Mercedes Vito 124 CDI en una 4x4 aventurera con suspensión elevada
La Mercedes-Benz Vito 124 CDI ya era una furgoneta solvente para la familia y el curro. Con la mano de Vansports, se atreve con el monte sin perder educación en el asfalto. Tracción a las cuatro ruedas, más altura libre y un look todoterreno que pide barro y fotos al atardecer.
La base es la Vito 447 revisada. El último lavado de cara le sentó bien. Nueva parrilla, ópticas retocadas y un interior más actual. La sensación general es más fresca y tecnológica. Ya no es la clásica mula de trabajo. Se nota más afinada y lista para un uso polivalente.

Vansports lo remata con un traje de aventura. Capó, parrilla y faldón delantero adoptan elementos sin pintar que le dan ese toque campero tan buscado. Los pasos de rueda ganan músculo visual y protegen cuando las piedras se ponen juguetonas. A los lados, tubos de acero inoxidable en negro mate actúan como estriberas y como guardianes de la carrocería. La presencia es más de pista forestal que de zona azul.
La parte trasera no se queda corta. Un protector de bajos de dos piezas hace de escudo cuando el terreno se riza, y además integra un enganche de remolque totalmente funcional. Si toca llevar el kayak, las bicis o una pequeña caravana, no hay que montar nada raro. Un protector del umbral de carga salva el paragolpes de arañazos cuando metes y sacas trastos con las botas llenas de barro. Detalle simple, ahorro en pintura.
El punto clave está en la suspensión. Vansports ha desarrollado un kit que eleva el frontal 35 milímetros y la zaga 40. No parecen cifras de escalada, pero cambian la película. Mejora el ángulo de ataque, se alejan los bajos del suelo y la Vito pisa con más confianza fuera del asfalto. Los amortiguadores más largos incluidos evitan que la carrocería se quede sin recorrido cuando el firme se rompe. En carretera, prometen conservar el aplomo para que el viaje hasta la pista no sea un castigo.
La tracción total de la 124 CDI encaja con la receta. El reparto de par ayuda a que no patinen las ruedas cuando una queda ligera y otra encuentra agarre. Con neumáticos AT el conjunto gana ese plus de motricidad y resistencia que piden las rutas de fin de semana. No son gomas de competición, pero sí el complemento lógico cuando hay piedras, barro y pistas con roderas.

El interior ya venía mejorado con el facelift. Materiales más cuidados, sistemas más modernos y una ergonomía pensada para pasar horas al volante. Ese salto de calidad se agradece cuando la furgoneta deja de ser solo herramienta y pasa a ser compañera de escapadas. La idea es clara. Ir, llegar y quedarte. Soluciones de acampada y una base más cómoda encajan con el plan de vida al aire libre sin convertirlo todo en un camper puro.
En estética, el conjunto no cae en el barroquismo. La Vito conserva su silueta limpia y añade justo lo necesario para trabajar y jugar. No presume con cromados. Prefiere plásticos sin pintar y piezas que aguantan los roces sin drama. Es una declaración de intenciones. Menos showroom y más sendero.
Vansports ya había probado esta fórmula con Sprinter y Citan. Ahora le toca a la Vito, el término medio que muchos buscan. Tamaño manejable, espacio generoso y una puesta a punto que soporta mejor los maltratos del campo. El paquete no solo añade imagen. Cada pieza cumple una función, desde el tubo lateral que evita un golpe tonto hasta la suspensión que te ahorra un crujido en el cárter.
En dinámica, la clave será el equilibrio. Más altura no tiene por qué significar balanceos desconcertantes si el tarado del amortiguador está bien resuelto. Y con el par del diésel 124 CDI, los repechos se encaran con calma. La idea no es correr, es llegar y volver con la misma tranquilidad con la que saliste, aunque la ruta se complique.
Para quien venía de usar la Vito como furgoneta familiar o comercial, esta propuesta abre otra puerta. Mantiene la practicidad del día a día y suma ese punto de aventura que hace que el fin de semana arranque el viernes a la salida del trabajo. Un enganche útil, un par de protecciones bien pensadas, un extra de altura y un look que no teme una lluvia de barro. No hace falta más para cambiar el plan de los próximos meses.