Suzuki mete una Xbox 360 en un SX4 4x4 y nace el SXBox

Suzuki mete una Xbox 360 en un SX4 4x4 y nace el SXBox

¿Quieres infotainment de verdad? Olvida el bosque de pantallas. A mediados de 2007, cuando la Xbox 360 estaba en boca de todo veinteañero, Suzuki se alió con Microsoft y con ASC para crear un concept con olor a revista de tuning de los dosmil. Así apareció el Suzuki SXBox, un SX4 4x4 convertido en sala recreativa con ruedas. Sí, hubo mando en el volante. Sí, eran botones de los de pulsar. Y sí, aquello ocurrió de verdad.

Por fuera el guion era fácil de leer. Suspensión más baja, llantas racing en un color discutible, adhesivos muy de la época y un escape central que pedía atención. El espectáculo serio estaba dentro.

El interior del 4x4 con el infoentretenimiento más loco

El salpicadero dejó de ser un salpicadero. Se rediseñó para alojar una Xbox 360 como si fuese un componente OEM. El volante expulsó airbag y claxon para integrar un mando completo. El copiloto disponía de otro controlador frente a la palanca de cambios. Para jugar, bastaba con abrir el capó en sentido invertido y un proyector hacía el resto sobre la pantalla exterior. Un tutorial viviente de cómo montar un arcade en un compacto 4x4.

Lo mejor es que no era solo un sofá con ruedas. Con asientos tipo bucket, suspensión deportiva, tracción 4x4 y unos 150 CV, el SXBox prometía diversión tanto con mando en la mano como con volante entre las palmas.

La segunda fila recibió el mismo trato especial. Adiós a las tres plazas y hola a dos butacas racing con otra Xbox 360 entre medias. Cada pasajero tenía su propia pantalla desplegable desde el techo, aderezado con detalles en verde que rendían homenaje al ecosistema Xbox. Y para rematar el show, en el portón trasero dormía una pantalla de 30 pulgadas y un sistema de sonido que no sabía lo que era la timidez.

Detalles que conviene recordar

  • Consola integrada en el centro del salpicadero, sin radio ni pantallas convencionales
  • Mando incrustado en el volante para el jugador uno y segundo mando en la consola central
  • Proyección exterior al levantar el capó en sentido inverso
  • Dos Xbox 360 en total, una delante y otra para las plazas traseras
  • Pantallas desplegables para cada ocupante y una de 30 pulgadas oculta en el maletero
  • Estética de salón recreativo con toques verdes y un escape central para la foto

Nota de seguridad necesaria. La sustitución del airbag por un mando es el típico atrevimiento de un concept no homologado. Es un escaparate tecnológico, no un coche de concesionario.

Qué pretendía Suzuki con este experimento

Las marcas necesitan hablar el idioma de su público. En 2007 eso significaba videojuegos, conectividad y un guiño irreverente a la cultura tuning. El SXBox cumplió en el Auto Show de Chicago, captó miradas y titulares, y recorrió ferias y concentraciones por Estados Unidos. Era marketing rodante, un imán para los jóvenes que veían más divertido enchufar un HDMI que aprender a manejar un navegador con mapas en DVD.

Las marcas y su legado

Los concepts son bengalas. Iluminan un momento, apuntan una dirección y luego se apagan. Del SXBox se sabe que hizo gira y poco más. Lo probable es que terminara en un almacén, quizá desmontado, quizá completo con sus mandos esperando una partida que nunca llegó.

Aun así, deja una enseñanza útil. Mientras hoy discutimos sobre quién monta la pantalla más grande, Suzuki ya había planteado otra pregunta. ¿Y si el coche no necesita más pantallas, sino experiencias mejor pensadas? Integró una consola real, mantuvo mandos físicos y propuso juego compartido dentro y fuera del coche. Puede sonar gamberro, pero anticipa algo que seguimos persiguiendo. Infoentretenimiento que entretenga de verdad.

Ojalá más marcas conserven estos fuegos artificiales en sus museos. No todo concepto tiene que acabar en serie para aportar valor. A veces basta con sembrar una idea y hacer ruido. Quién sabe, quizá algún día un SX4 actual se atreva a levantar el capó y empiece la partida.