Skoda 110 R digital: lo retro se electrifica y la propulsión trasera vuelve, pero solo en tu pantalla

¿Quién no ha soñado alguna vez con un coupé de propulsión trasera made in Skoda? Bueno, igual no todos, pero los nostálgicos del motor seguro que sí. Los checos han decidido resucitar el mítico 110 R, y lo han hecho como solo se puede hoy en día: en formato digital, sin gasolina, sin aceite, pero con mucha nostalgia y un toque futurista.
Un homenaje que mezcla pasado y futuro
El Skoda 110 R original debutó allá por 1970, costaba lo que unos cuantos años de sueldo juntos (unos 40 meses de salario, para ser exactos) y, pese a ello, se vendió como churros: más de 57.000 unidades en una década. Un deportivo asequible para quienes soñaban con curvas (de carretera y de carrocería) en la Europa del Este.
Ahora, Skoda vuelve a mirar atrás, pero con la mirada puesta en el mañana. El encargado de este viaje temporal es Richard Švec, uno de los diseñadores de la casa. Ha cogido el viejo coupé y lo ha metido en la máquina del tiempo del diseño Modern Solid de Skoda. ¿El resultado? Un coche virtual que poco tiene de clásico salvo el espíritu.
Diseño: más limpio que nunca y cero retro (por fuera)
Olvida cromados y líneas setenteras. Aquí hay banda negra en el frontal (no es solo estética, oculta sensores para mantenerlo todo bien recogidito), cámaras en vez de espejos retrovisores y ni rastro de tiradores convencionales en las puertas. Todo está pensado para suavizar el perfil y darle ese aire minimalista que tanto gusta ahora.
Eso sí, hay guiños al original: justo bajo las ventanillas traseras aparecen unas salidas de aire funcionales, un homenaje a aquellas entradas tan características del motor del modelo de los años 70.
De motor trasero a propulsión eléctrica
Aquí es donde los puristas pueden dejar de respirar tranquilos: el pequeño motor de cuatro cilindros y 1,1 litros ha sido historia. En su lugar, bajo esa carrocería digital late una mecánica eléctrica. No hay datos concretos sobre potencia o autonomía (cosas de los prototipos digitales), pero la receta está clara: propulsión trasera y electricidad, una combinación que promete diversión silenciosa… si algún día pasa del render a la realidad.
¿Por qué solo digital?
Cada vez que Skoda saca a pasear sus clásicos reimaginados, surge la misma duda: ¿por qué no se animan a fabricarlos? Quizá sea cuestión de nostalgia contenida o tal vez un experimento para ver cómo reaccionamos los fans. De momento, solo podemos soñar y pedir, por favor, que algún día este 110 R moderno deje de ser un simple archivo 3D.
Mucho potencial... si se atreven
La reinterpretación del 110 R demuestra que Skoda sabe mezclar historia y futuro con bastante gracia. El problema es que, por ahora, solo podemos disfrutarlo con los ojos. Si algún directivo se anima a dar el paso del píxel al asfalto, tal vez veamos renacer el coupé checo más carismático. Mientras tanto, seguiremos suspirando frente a la pantalla y preguntándonos qué hemos hecho para merecer tanto render y tan poco metal.