Renault Megane 2026, se viene muy fuerte el restyling del eléctrico francés

El Megane viene con ganas. A los que pensabais que la actualización de 2025 ya era cañera, pues nada, aseguraos de no pestañear, porque lo que Renault tiene en la recámara para 2026 no es un simple retoque. Aquí hay giro de tuerca de los gordos.
Diseño a lo "family", pero sin perder el rollo Megane
El asunto va de poner orden en la casa. En Renault han debido revisar el armario y han dicho: "¡Basta! Todos vestidos iguales y que se note que somos de la misma banda". El nuevo Megane se va a parecer más a los últimos Alpine, Austral, Symebioz y compañía, pero ojo, sin perder chispa.
En la delantera fuera las "patillas lumínicas", esas rayas de luz que eran seña de identidad de Renault pero que ya huelen un poco a 2022. Ahora quieren parrilla con entramado de rombos y logo menos gigante (por favor, ya era hora), faros finos y un aire a lo Scenic y R5, pero diferentes para distinguir modelos entre sí. Si te cruzas uno por la A2 de noche, sabrás qué Renault pasa.
A los lados no esperes sustos. El perfil se queda igual, que ya tiene bastante músculo. En la trasera tampoco se han cortado: adiós al típico piloto enorme de lado a lado. Ahora serán faros individuales, con pinta de triángulo, inspirados en los nuevos Symbioz y Austral. Renault no quiere que confundas un Megane con otra cosa aunque sea de rebote.
El interior sigue la premisa de si lo bueno funciona, no lo toques (mucho)
Aquí no inventan. El sistema multimedia del Megane ya es de los más apañados que hay ahora mismo en un compacto, con su pantalla central de buen tamaño y Android Automotive que puedes usar aunque seas enemigo de los menús complicados. Solo actualizarán un poco la interfaz y, si les da la neura, igual sueltan alguna tapicería nueva para fardar con el olor a coche “a estrenar”.
De ajustes ergonómicos importantes, nada. Las plazas traseras, para estirarse un poco el cuerpo y sentir el suelo plano eléctrico más bajo. Los mandos del climatizador van separados en el salpicadero, no como otras marcas que, madre mía, que pesadilla de menús para cambiar el aire.
Motorización con potencia justa, batería a la francesa
Atención truco, que te puedes liar. Ahora mismo el Megane E-Tech solo tiene versión de 162 kW (220 CV). Aquí no hay trampa, ni opción light ni deportiva, es la que hay. Va emparejada a una batería de 60 kWh de capacidad (un dato que ya empieza a sonar a nuevo estándar en el segmento C eléctrico).
La batería, hasta ahora, la ponía LG, pero a partir de este restyling Renault va a apretar con producción europea: baterías Envision, fabricadas directamente en Francia (Douai, por si eres muy friki de las factorías).
Esto mola porque van a poder personalizar un poco más el rendimiento. Con el cambio interno en las células, la autonomía puede arañar todavía más kilómetros. De salida, ahora mismo el E-Tech homologa 468 km WLTP, pero con ese toque Made in France igual vemos una batería igual de gorda... pero que dura más y mejor en viajes largos. Y sí, mantiene el cargador de 11 kW en alterna —el de 22kW te lo hacen pagar aparte— y carga rápida hasta 130 kW en continua. Visto lo visto en España, con los cargadores que hay, no está mal, pero siempre quieres más.
Extras de serie y cositas molonas
Han metido el "One Pedal Driving" para que conduzcas como si jugases al Scalextric: acelera y frena solo con el pedal derecho, dejando el izquierdo para bailes regionales. Esto ya se venía viendo en Tesla y ahora se va a generalizar en Renault, también para el actual Megane E-Tech en 2025. Lo he probado y, para ciudad, es una pasada; en cuanto pillas el truco, te olvidas del freno.
También apuesta fuerte por conectividad: el Megane va a incorporar tanto V2G como V2L, así que le puedes sacar electricidad a la batería tanto para alimentar una casa como para enchufar tu patinete cuando te creas delivery en el centro de Madrid. Esto no es postureo, en Noruega llevan años haciéndolo, pero en España la cosa está empezando.
Fechas, lanzamientos y lo que se cocina en Renault
El Megane 2026 debería verse la cara (por fin y oficialmente) a finales de este mismo año, aunque primero le toca al Clio 6 salir a jugar, con presentación mundial reservada para el Salón de Múnich (recuerda: septiembre, apunta en el calendario si quieres cotillear en Instagram).
A partir de ahí, la siguiente generación del Megane se espera para 2029, con novedades bestias: chasis 800V para carga ultra-rápida, justo cuando toda la peña se esté peleando por ver quién recarga más rápido en las Ionity de turno.
Entre medias, Renault irá llenando la gama con Scenic E-Tech, el resucitado R5 eléctrico barato, y el R4 más familiar, todo apostando por baterías propias. Para el Megane: de momento, 220 caballos, tracción delantera y vibe de compacto con ganas de hacerle sombra al Volkswagen ID.3, al MG4 y los chinos de turno que tanto están apretando.
He llevado varios Megane nuevos y lo primero que flipas es lo plano que va y cómo acelera desde parado. Hay cero ruido, mucho empuje, dirección bastante directa y, para cuanto pesa, lo puedes llevar rápido por carreteras secundarias, que no flanea tanto como los eléctricos más altos de este rango de precio. En ciudad vas rey: es maniobrable, incluso para gente que aparca “de oído”.
Los acabados esprit Alpine: ahora sí que llaman la atención con sus detalles y el gris pizarra satinado ese que se ve hasta en el parking del Carrefour. Visualmente marca la diferencia respecto a otros eléctricos de la competencia.
Renault está apretando tuerca en el diseño y en la tecnología, y el Megane, que en España siempre ha sido top ventas, va a seguir dando caña. Entre la producción local de batería (por el tema ayudas y subvenciones), buenas autonomías para viajar de una tirada y un diseño que ya no es solo “funcional”, el compacto francés quiere seguir siendo rey de la pista.
Ahora la pregunta es: ¿serán capaces en Renault de ajustar los precios en España para que no duela la hipoteca más que el recibo de la luz con el coche enchufado en casa? ¿El restyling hará que los fans del Megane de gasolina se acaben cambiando por fin al eléctrico? En 2026 empezamos a salir de dudas, pero la batalla está servida.