Renault 5 Turbo 3E en 7 claves el icono ochentero vuelve eléctrico con 555 CV y carga de 350 kW

Renault 5 Turbo 3E en 7 claves el icono ochentero vuelve eléctrico con 555 CV y carga de 350 kW
Renault 5 Turbo 3E no es un recuerdo, es un reinicio con esteroides eléctricos

Corto, ancho y descarado. El Renault 5 Turbo 3E rescata la silueta más gamberra de los 80 y la lleva a la era de los electrones. Mantiene el espíritu del mito que echaba humo en los tramos del Grupo B y lo cambia por kilovatios, fibra de carbono y aceleraciones que te pegan al asiento. Nada de homenajes tímidos, aquí hay un renacimiento en toda regla.

Las 7 claves para entenderlo

1. Rendimiento de hipercoche sin gasolina

Dos motores eléctricos montados en el eje trasero suman 555 CV. El resultado es una catapulta que hace el 0 a 100 km h en menos de 3,5 s y el 0 a 200 en menos de 9 s, con punta de 270 km h. Cifras serias para un coche de 4,08 m de largo, 2,03 de ancho y 1,38 de alto. El peso estimado se queda en 1.450 kg, contenido para el arsenal que lleva.

Qué significa en la práctica. Que pisas y sales como si hubieras activado la poscombustión. Y que en tramo o circuito te aguantará ritmos altos sin desfallecer.

2. Arquitectura de 800 voltios y cargas de vértigo

Juega en la liga de alto voltaje con sistema de 800 voltios. Ventajas claras. Menos pérdidas térmicas, entrega de potencia más estable cuando aprietas y sesiones de recarga muy cortas.

Admite hasta 350 kW en corriente continua. Pasar del 15 al 80 por ciento lleva unos 15 minutos. Lo justo para un café tras un tramo de montaña y volver a salir con la batería lista. En alterna, carga a 11 kW para el día a día sin dramas.

3. Ingeniería de competición y además matriculable

Chasis de aluminio y carrocería completa en fibra de carbono. Rigidez, ligereza y precisión, las tres patas del taburete de cualquier aparato serio. No es un prototipo de salón que solo vale para hacer fotos. Se puede matricular, así que lo que ves no se queda en circuito cerrado.

4. Paquete técnico pensado para atacar curvas

Con su anchura descomunal y la batalla corta, la postura recuerda a un bulldog listo para saltar a la chicane. El conjunto aluminio más carbono ayuda a bajar masas y a que la dirección responda con inmediatez. El tamaño compacto permite colocar el coche donde quieres, no donde puedes. Y eso, cuando vas rápido, marca diferencias.

5. Doble motor trasero para jugar con la física

Cada rueda trasera recibe su propio empuje. Traducido al volante. Control fino de la tracción, posibilidad de modular la guiñada con el acelerador y donuts a demanda con una facilidad obscena. Esa independencia de motores permite afinar el comportamiento en apoyo y salida de curva como si llevaras un ingeniero escondido en el maletero.

6. Batería NMC de 70 kWh y autonomía realista

La batería utiliza química NMC, 70 kWh de capacidad y una homologación que supera los 400 km en ciclo WLTP. Si vas a ritmo alegre, bajará. Si circulas con calma, la cifra cuadra. Incluye carga bidireccional V2L, útil para alimentar herramientas o un equipo de rodaje en medio de la nada. Detalle que suma para un coche muy pasional.

7. Exclusividad máxima y legado sin complejos

Renault lo presenta como el modelo más exclusivo que ha salido de la marca. No es casual. Su diseño cita al mítico culo gordo con aletas descomunales y actitud de coche de rally, pero lo reinterpreta con soluciones de 2025. El aroma Grupo B sigue ahí, solo que ahora lo que arde es la goma, no la gasolina. Un guiño a los puristas y una puerta abierta a nuevos fanáticos.

El Renault 5 Turbo 3E no se limita a colgarse una pegatina retro. Entrega prestaciones de infarto, tecnología de primer nivel y un carácter que pide curvas a gritos. Es el tipo de coche que convierte cualquier recta en una anécdota y cada rotonda en una tentación. Si el pasado fue glorioso, este presente enchufado no se queda corto.