¿Puede el Volkswagen ID.7 tumbar a los mitos de la autonomía eléctrica? 700 km, tecnología y sorpresas reales

La familia ID de Volkswagen ya tiene un hermano mayor, y no es precisamente aquel que se queda sentado en el sofá mientras los demás cargan las maletas. El nuevo Volkswagen ID.7 llega con ganas de ser el referente de las berlinas eléctricas: más grande, más potente y, sobre todo, más ambicioso. Si pensabas que los coches eléctricos tocaban techo en autonomía y tecnología, igual te llevas una sorpresa.
Más allá del tamaño: la ambición de una berlina eléctrica real
El ID.7 es mucho más que un coche grande con enchufe. Volkswagen lo ha diseñado para romper la barrera psicológica de la autonomía, esa que hace sudar frío a los escépticos del coche eléctrico. Con hasta 700 km por carga según el ciclo WLTP, este modelo se mete directamente en la pelea con berlinas tradicionales de combustión. ¿Quién dijo miedo a los viajes largos?
Diseño: la elegancia se lleva bien con la eficiencia
A primera vista, el ID.7 mantiene la esencia de la gama ID, pero aquí todo es más refinado y aerodinámico. Las líneas suaves y las curvas sutiles no solo le dan un aire futurista, sino que ayudan a exprimir cada kilovatio-hora de la batería. Nada de estridencias: el diseño aquí es funcional, pero sin perder ese punto de distinción que esperas en una berlina “top”.
Potencia y autonomía: adiós a la ansiedad de rango
Bajo el capó trasero (sí, trasero), encontramos un motor de 286 CV que empuja con ganas y sin estridencias. Aquí no hay rugidos, pero sí una respuesta contundente y silenciosa que convierte cada aceleración en una experiencia suave.
La magia está en la batería: puedes elegir entre la ya conocida de 77 kWh o lanzarte a por la nueva de 85 kWh netos. Esta última es la clave para esos 700 km de autonomía que muchos tachaban de utopía hace poco. Y si te preocupa quedarte tirado esperando horas en el cargador, buenas noticias: admite cargas rápidas hasta 200 kW, así que lo de tomarse un café y seguir viaje ya es real.
Habitáculo: tecnología y confort en su máxima expresión
Dentro, el salto tecnológico es evidente. El ID.7 presume de una pantalla central de 15 pulgadas donde controlar hasta el café del conductor (vale, esto último aún no). El sistema de infoentretenimiento ha evolucionado para ser más intuitivo y eficiente, y si eres fan del futurismo, el Head-Up Display con realidad aumentada te hará sentir en una nave espacial.
El espacio interior sigue la filosofía eléctrica: suelo plano, sensación de amplitud y acabados que mezclan minimalismo con calidad percibida. Todo muy alemán, pero sin caer en el aburrimiento.
Seguridad y asistentes: el copiloto nunca estuvo tan atento
El despliegue de asistentes a la conducción es digno de mención. Mantener la distancia, centrar el coche en el carril o frenar ante obstáculos inesperados es cosa del día a día para el ID.7. La tecnología va más allá del marketing: se nota al conducirlo, sobre todo en trayectos largos o con tráfico denso.
¿Revolución o evolución?
El Volkswagen ID.7 no es solo una berlina eléctrica más grande, ni un experimento tecnológico para ferias del motor. Es la prueba visible de que los eléctricos pueden ser prácticos, cómodos y tremendamente eficientes sin pedirte que sacrifiques nada salvo prejuicios antiguos.
¿Es perfecto? Nadie lo es, pero si creías que los eléctricos todavía tenían mucho camino por recorrer, puede que este Volkswagen te obligue a recalcular la ruta… y la batería te dará margen de sobra para pensártelo.