Nuevo MINI Countryman 2025 bajan precios a lo bestia y motores para todos los gustos

Nuevo MINI Countryman 2025 bajan precios a lo bestia y motores para todos los gustos
MINI Countryman ahora con dos versiones eléctricas

Se viene lío en el mundo SUV compacto premium. El MINI Countryman 2025 ha hecho lo que todos soñaban y nadie esperaba: rebaja general de precios en toda la gama. Y no hablo de una oferta cutre por financiación rara. Aquí la movida es a tocateja. Si estabas con el Excel abierto mirando Audi Q3, Mercedes GLA o volviéndote loco con los descuentos del Volvo XC40 y Lexus UX, cuidado. Porque MINI asoma la patita con un hachazo de hasta 7.645 euros en versiones top.

Morro premium, precio jugoso

El Countryman 2025 no es cualquier cosa. Lleva plataforma BMW (la del X1 y X2), con tacto de conducción molón y acabados de esos que, cuando los ves de cerca, se notan. De tamaño ya no es ese SUV de postureo de ciudad y poco más. Ahora son 4,44 metros de largo, nada de quedarse corto en aparcamiento, pero tampoco te vas a pelear por una plaza XXL en el súper. Además, el maletero ahora se va de 440 a 460 litros. Y, si quieres aún más juego, puedes pedir los asientos traseros con regulación longitudinal. Así jugaba al Tetris yo el otro día para meter el equipaje y aún sobraba hueco.

Motores en gasolina, diésel e incluso eléctricos a lo bestia

Aquí hay para todos. En gasolina, te puedes tirar por el Countryman C con tres cilindros y 170 CV. Es hibridación ligera, así que tienes la etiqueta Eco y algún ahorrillo al repostar si sabes rodar con cabeza. Luego está el S ALL4, 218 CV y tracción total, para los que les mola apretar el acelerador al salir de la rotonda (mucho ojo ahí). Y para los que no pueden ir tranquilos nunca, el JCW ALL4: 300 caballos y cara de mala leche. Los S y JCW llevan tracción total. Todos los gasolina, menos el JCW, van con cambio automático de doble embrague y 7 marchas, igual que el S tracción delantera, que también existe fuera de España, pero aquí no nos llega (cosas de mercado).

En diésel tienes la opción de Countryman D: 163 CV y también etiqueta Eco. Es un traga-pocos, 4,6 l/100 km homologados y comportamiento suave. Digo “suave” porque me hice con uno de estos por la A-6 hace nada y no parecía que iba en un diésel. El giro es bueno y no mete ruido... hasta que le pisas, claro.

Y sí, hay eléctricos. ¡Doblete! El Countryman E (tracción delantera, 204 CV) saca unos buenos 462 km de autonomía WLTP gracias a una batería de 64,7 kWh. Lo probé en una ruta desde Madrid a Avila y llegué sobrado, así que esos números, si no vas haciendo el bruto, se pueden acercar. El SE ALL4 sube a 313 CV y tiene tracción a las cuatro, pero baja la autonomía WLTP a 432 km. Ojo: etiqueta Cero para ir al centro de donde quieras sin miramientos. Enchufe y fuera.

Bajón de precios serio

La gracia está aquí. Bajadas de 4.000 a más de 7.500 euros. Nada de esas fintas raras de “desde” con letra pequeña. Pago al contado, sin financiar, sin tener que hacer la croqueta en la oficina del banco. Para que hagas cuentas y no te sangren los ojos, así va el menú:

  • Countryman C (170 CV): Desde 35.455 euros, antes 39.400
  • Countryman S ALL4 (218 CV): Desde 40.955 euros, antes 45.400
  • Countryman JCW ALL4 (300 CV): Desde 52.145 euros, antes 59.400
  • Countryman D (diésel 163 CV): Desde 35.455 euros, antes 40.800
  • Countryman E (eléctrico 204 CV): Desde 37.665 euros, antes 44.800
  • Countryman SE ALL4 (eléctrico 313 CV): Desde 43.155 euros, antes 50.800

No es moco de pavo. Queda por debajo de lo que pide casi cualquiera con idéntico equipamiento y motor por tamaño y calidad. Un Q3 en condiciones se pone igual o más caro, y el GLA, ni hablemos.

Equipamiento de serie y sin miserias

La rabia del mundo premium a veces es que te venden el coche medio pelado y luego le tienes que meter pasta hasta los retrovisores. Aquí va cargado desde el principio: siete airbags, navegador, llantas de aleación, climatizador bizona, sensor de lluvia, cámara trasera y asistentes de todo tipo, incluido el de aparcamiento (te salva el culo en plazas chungas), asistente de voz y modos de conducción por si un día te da por ir ahorrando y otro por hacer el fitipaldi.

En seguridad tampoco racanean: control de velocidad adaptativo, frenada automática, detector de ángulo muerto, asistente de cambio de carril... Así puedes controlar el grupo de whatsapps y los límites de la DGT al mismo tiempo (no lo hagas, cabra loca). Iluminación full LED y hasta reconocimiento de señales, que para los despistes va de lujo cuando sales por las Nacionales y no sabes si son 80 o 90.

Etiquetas para todos: C, Eco, Cero

Si te peleas cada día con Madrid Central o zonas SER, la gama MINI Countryman es como el Monopoly: puedes elegir color y casi etiqueta. Gasolina y diésel con la Eco (salvo el JCW, que es etiqueta C). Los eléctricos, pegatina azul y pase VIP al centro y al futuro.

Countryman 2025 frente a los gallos del corral

La cosa es seria. Por debajo tienes opciones más modestas tipo Kia Niro, Ford Puma o Toyota Yaris Cross, que se quedan chicos en motor, maletero y presencia. Los “rivales guays” como Q3, XC40 o GLA, en cuanto los equipas igual, acaban casi todos con precios más altos y menos tecnología de serie.

El coche, además, mola. Conducción casi calcada a los BMW peques, interior muy currado y sensación de ir en algo especial. No es lo típico de ver en la calle, pero ahora con estos precios... igual vas a empezar a ver muchos más.

El toque personal en marcha

Lo probé en una escapada a la sierra. El Countryman E me sorprendió en eléctrico puro. Cero ruidos, buena salida en los semáforos y autonomía más que decente. La regeneración al soltar el pedal se nota, pero no es de estas “de carrillo” que frena en seco, sino más suave. Con el diésel, para trayectos largos, cero fatiga y consumo en la vida real muy próximo al homologado. Si eres de los que les gusta hacer muchos km, ni te lo pienses.

El S ALL4 mete fuerza por todas las ruedas si te animas a carreteras de curvas. Sube bien, tiene reprise y no notas torpeza típica de algunos SUV cuando te emocionas. La diferencia con tracción total es importante si eres de los que sube a esquiar o a la sierra de vez en cuando.