Mitsuoka Buddy convierte un Toyota RAV4 en SUV ochentero real y vuelve en 2026 con 150 unidades
 
            Si echabas de menos parrillas cromadas que parecen sonreír y faros en formato ladrillo, aquí tienes tu caramelo. Mitsuoka ha vuelto a poner en el mapa al Buddy, una reinterpretación del Toyota RAV4 que se presentó en el Salón de Tokio 2025 y que recupera el sabor USA de los años 80 sin renunciar a la fiabilidad nipona. Por debajo sigue siendo un RAV4 moderno, por fuera te guiña un ojo a los Suburban de cuando la radio sonaba a sintetizador.
Carrocería con guiño made in America
Mitsuoka no se limita a cuatro cromados. Desmonta el frontal del RAV4 y lo sustituye por piezas propias. Hay nuevas aletas, capó y paragolpes, con una barra cromada bien protagonista. La parrilla es generosa, de patrón rectangular y con faros dobles superpuestos que hacen de máquina del tiempo visual. Es un look clásico bien rematado, lejos de los excesos habituales en los coachbuilders más teatrales.
Detrás la transformación es igual de profunda. Adiós a la firma Toyota reconocible. Hola a ópticas verticales en las esquinas, nuevo paragolpes y un portón rematado por un panel en negro con las letras de Mitsuoka. El conjunto no disimula su inspiración americana y, aun así, mantiene proporciones coherentes para el día a día.
Llantas y colores que cuentan la historia
Para completar el cuadro hay un juego de llantas opcionales que reinterpretan las de un Suburban ochentero con bastante fidelidad. La paleta de cinco colores permite jugar con el tono del homenaje. Puedes ir a lo vibrante con amarillo o rojo, o quedarte en el lado cool con azul claro, gris o beige. Cada unidad apunta a ser un traje a medida en espíritu y presencia.
Por dentro sigue siendo un Toyota RAV4
La gracia del Buddy es que el teatro ocurre fuera. Dentro manda el RAV4 actual, con su habitabilidad amplia y su sistema híbrido como aliado de consumo y fiabilidad. Mitsuoka apenas mete mano más allá de una tapicería específica que no pretende convencer a todo el mundo. Si te gusta, bien. Si no, también es parte del juego.
Producción, precio y calendario
El Buddy ya tuvo un estreno discreto en 2020, pero la crisis de semiconductores cortó el rollo. En 2026 vuelve a escena con una tirada de 150 unidades. El precio arranca en 7,26 millones de yenes, unos 40.772 euros al cambio orientativo. No es un capricho barato, aunque tampoco roza el cielo para lo que es una transformación de este calado con base de primer nivel.
¿Para quién tiene sentido?
Para quien mira un RAV4 y piensa que le falta carácter. Para amantes del neoretro que quieren estética de postal americana sin tragarse un V8 con apellidos de consumo. Y para coleccionistas que valoran rarezas bien ejecutadas que no sacrifican usabilidad.
Una síntesis con carácter
El Mitsuoka Buddy es ese puente improbable que funciona. Te da el rollo ochentero sin pelearte con averías de clásico ni con homologaciones exóticas. Es un lobo cromado por fuera y un RAV4 sensato por dentro. Si te mueve la nostalgia pero tu agenda pide coche práctico, aquí hay una respuesta bastante divertida.
 
                     
             
            