Mercedes GLC eléctrico AMG, más mala leche que el café sin azúcar

Mercedes viene calentita. Los de Stuttgart han pillado ritmo con la electrificación y piensan soltar el GLC eléctrico como si fuera el Aperol en un chiringuito un sábado de agosto. Su pepinazo TOP es el Mercedes-AMG GLC 53 EQ Technology. Sí, el nombre se te atraganta, pero lo que viene dentro ni te cuento.
El Mercedes GLC a pilas saldrá este verano, pero el AMG, ese de los macarras, se va a dejar ver después. Ya han soltado alguna foto espía por el sur de Europa donde, entre tanto vinilo, se le notan los detalles picantes. Spoiler trasero, rueda Michelin gorda y cara de “quítate tú que me estorbas”.
El spoiler que se mueve más que tú un lunes
El alerón trasero es activo. No estamos hablando de una chapita de tuning puro, sino de un bicho que cambia el ángulo solo, dependiendo de la velocidad o si entras tieso en una curva. En el fondo, para que no acabes mirando pinos de cerca en la salida de una rotonda, porque aquí hablamos de par motor de ese que te quiere arrancar la cabeza del asiento.
Aparte, los neumáticos que monta son de banda anchísima, perfil bajo y pinta de aguantar latigazos de par como si fuese chocolate para mojar. Michelin a muerte, que para eso aquí en España no admitimos medias tintas con el grip.
Autonomía, vírale el cable a los miedos
¿Te ralla quedarte tirado antes de terminar el trayecto? Tranquilo. Mercedes dice que este AMG eléctrico va a sacar hasta 800 kilómetros a plena carga. Esto se traduce en Madrid-Valencia ida y vuelta si no le desfondas a fondo cada vez que ves un ceda. Si sumamos recarga ultra-rápida, más de uno con prisas va a sacar pecho en la autovía.
Por cierto, yo probé hace un año el EQC, y aunque las cifras no eran tan salvajes, los 400 y pico km reales los daba con un uso racional. Si mantienen consumos razonables, este GLC puede partir la pana, aunque en AMG siempre dan prioridad al rendimiento brutal.
Motor y potencia, más caballos que en una romería andaluza
Ahora viene lo gordo. El GLC AMG llevará uno de esos motores eléctricos traseros que ya son costumbre en coches de talón largo. Por separado, su parte trasera lanza 360 CV. Pero cuando te calientas y le pisas en "modo bestia", entra el delantero y con él otros 300 caballos más a la piñata. Entre los dos, suman mínimo 660 CV.
Para los puretas: olvídate de ruido, pero ojo, que la aceleración aquí será lo más parecido a un despido improcedente en la nómina. La tracción total 4MATIC hace el resto. Si te molan los datos: 0-100 km/h en torno a 3 segundos y medio debería estar ahí (no está confirmado, pero por ahí andará si no hay corte). Esto es territorio de Porsche Taycan y de SUV eléctricos gordos como el Model X Plaid. El Mercedes irá más fino por chasis y "rollo premium", pero el empuje será de otra liga.
Interior, tecnología y pijadas que te van a dejar loco
En los AMG la pantalla viene como el Sálvame en una tele de 75 pulgadas. MBUX táctil, cuadro digital configurable y un head-up display de esos en parabrisas que parece que llevas el Forza en la vida real. Espera tapizados Nappa y sonido Burmester (que en estos coches está de muerte).
Lo normal será ver modos de conducción personalizables, un “drift mode” electrónico (me apuesto el carnet) y pilotaje semiautónomo nivel dos, como mínimo. Volante achatado, asientos que te agarran con mala leche y detalles en fibra de carbono.
¿Y con el resto de la gama AMG e híbridos?
El objetivo aquí es quitarle protagonismo y ventas a los Mercedes GLC PHEV (los enchufables). Porque sí, esos también van como demonios con más de 400 CV en algunos casos, pero la pegada eléctrica pura del 53 EQ y sus casi 700 caballos promete otro rollo. Podrás tener etiqueta CERO, pegarte acelerones de infarto y reírte de la ITV mirando la pegatina eco.
He probado los GLC 300e de 4 cilindros y 320 CV, y ya te dejan cara de tonto, así que esto, con el doble de potencia y menos peso delante (sin motor de combustión), tiene que ser otro mundo en agilidad y reacciones.
Fabricación y llegada a España
Mercedes lo soltará como modelo 2027, pero lo empiezan a fabricar a finales de 2026. Aquí, en España, estos GLC eléctricos van a entrar por la puerta grande para el que tenga bolsillo. Precios no hay, pero conociendo la marca, prepara mínimo 100.000 € si quieres uno bien servido de extras y con la versión AMG. Las versiones normales bajarán algo, pero tampoco esperes chollos.
En carreteras como las del norte, con curvas y desniveles, estos 660 CV y la tracción total te transforman cualquier trayecto en tu propio videojuego, al menos hasta que el límite de velocidad te corte el rollo.
Para petrolheads y para pijos, a la vez
Al final, el Mercedes-AMG GLC 53 EQ Technology viene para tener el respeto de los petrolheads de siempre y conquistar ese público premium que ya no quiere gasolina. Va a ir fino, va a correr, y vas a cargarlo sin miedo en los cargadores rápidos de aquí. Desenfunda el cable, que la revolución eléctrica se va a poner canalla.