Kia PV5 es la nueva furgoneta eléctrica con hasta 1.320 litros de maletero y 416 km de autonomía

Kia PV5 es la nueva furgoneta eléctrica con hasta 1.320 litros de maletero y 416 km de autonomía
El PV5 nace sobre la plataforma eléctrica E-GMP.S y utiliza la Arquitectura Modular Integrada (IMA)

Si hay algo que a los españoles nos gusta más que un buen tapeo, es un coche espacioso. Y si encima es eléctrico y carga en media hora, ya lo tenemos claro: queremos uno. Pues bien, Kia ha decidido que ya era hora de que las furgonetas eléctricas dejaran de ser asunto exclusivo de repartidores y familias numerosas con complejo de Tetris. El nuevo Kia PV5 aterriza en España como una bocanada de aire fresco (y limpio) en un segmento que necesitaba urgentemente un poco de chispa... eléctrica, por supuesto.

Un diseño que no deja indiferente: robustez y tecnología van de la mano

Antes de entrar en detalles técnicos, vamos con lo primero que ves cuando te cruzas con el Kia PV5: su diseño. Aquí no hay medias tintas; Kia ha tirado la casa por la ventana con su filosofía “Opposites United”. Eso se traduce en una furgoneta que combina una parte superior limpia y tecnológica con una inferior robusta y resistente. ¿Molduras geométricas negras para proteger los bajos? Las tiene. ¿Paragolpes con esquinas intercambiables por si algún bordillo madrileño se pone travieso? También.

La visibilidad es otro punto fuerte, con un parabrisas bien trabajado y una línea de cintura que mejora tanto la seguridad como la sensación de espacio. Y si te va eso de mirar por la ventana, el PV5 Passenger presume de una superficie acristalada digna de un mirador. En el caso del Cargo, el portón trasero se sustituye por dos puertas gemelas laterales, que harán las delicias de repartidores y manitas del bricolaje. Práctico y resultón.

Espacio para aburrir: hasta 1.320 litros de maletero y versión para ocho ocupantes

Aquí viene el plato fuerte. El Kia PV5 no solo es una furgoneta eléctrica, es un auténtico campeón del espacio. De entrada, la versión Passenger llega con cinco plazas bien generosas y un maletero capaz de tragarse hasta 1.320 litros. ¿Te parece poco? Tranquilo, porque Kia tiene preparada una versión de ocho plazas para los que transportan más gente que un autobús escolar (o una cena de Navidad familiar, que viene a ser lo mismo).

Las dimensiones no engañan: 4,69 metros de largo, 1,89 de ancho y casi 2 metros de alto. Pero lo mejor es su batalla de 2,99 metros, que se traduce en un interior donde nadie se sentirá apretado ni siquiera después de tres horas de viaje con la suegra al lado.

Plataforma E-GMP.S: modularidad al poder

El PV5 nace sobre la plataforma eléctrica E-GMP.S y utiliza la Arquitectura Modular Integrada (IMA), una solución inteligente que permite a Kia estandarizar componentes como baterías y motores para reducir costes y acelerar el desarrollo. Esto significa que puedes encontrarte con tres tipos de carrocería diferentes desde el arranque: Passenger (para familias modernas o viajes con amigos), Cargo (ideal para empresas y autónomos) y Chassis Cab (para los que quieren llevar el concepto “hazlo tú mismo” al siguiente nivel). Si buscas flexibilidad, aquí tienes un buen ejemplo.

Motorización eléctrica para todos los gustos

No esperes un motor trasero digno de pista de drift ni aceleraciones propias de deportivo, pero sí una eficiencia muy seria. Bajo el capó delantero, el PV5 lleva un motor eléctrico de 122 CV y 250 Nm de par. Suficiente para moverse con soltura tanto por ciudad como por carretera.

Las baterías son de tipo NCM (níquel-cobalto-manganeso) con dos opciones principales: 51,5 kWh y 71,2 kWh para todas las versiones, más una futura batería LFP de 43,3 kWh reservada inicialmente para el PV5 Cargo. La autonomía máxima con la batería grande roza los 416 kilómetros según ciclo WLTP. ¿Recargas? En solo 30 minutos pasas del 10 al 80% gracias al sistema “cell-to-pack”, que integra directamente las celdas en el paquete para mejorar la eficiencia.

Vamos, que puedes tomarte un café tranquilo mientras cargas lo suficiente para cruzarte media península.

Equipamiento pensado para el día a día

Kia sabe que la practicidad es clave, así que ha dotado al PV5 de soluciones inteligentes tanto para pasajeros como para carga. La versión Passenger apuesta por la comodidad y la visibilidad, mientras que la Cargo prioriza el acceso fácil y la resistencia a los golpes típicos del reparto urbano.

La modularidad no está solo en la carrocería: el interior es configurable hasta el extremo, permitiendo desplazar o quitar asientos según tus necesidades. Y si lo tuyo es cargar cosas grandes (bicis eléctricas, tablas de surf o simplemente la compra más ambiciosa del mes), ese maletero XXL será tu mejor aliado.

Tecnología sin complicaciones

En pleno 2025, sería imperdonable lanzar un modelo sin buena dotación tecnológica. El PV5 no decepciona: desde sistemas avanzados de asistencia a la conducción hasta conectividad total para que no te pierdas ni una notificación mientras navegas por la jungla del tráfico urbano.

No faltan detalles prácticos como las cámaras de visión trasera o sensores por doquier, convirtiendo las maniobras en un juego de niños (o casi).

¿Para quién es el Kia PV5?

En resumen: para quien necesita mucho espacio sin renunciar a moverse con cero emisiones y sin miedo a la autonomía. Ideal tanto para empresas como para familias XXL o incluso aventureros a los que les van las escapadas improvisadas.

Kia ha logrado crear una furgoneta eléctrica polivalente, eficiente y moderna que desborda espacio y sentido común. Un vehículo pensado para una nueva era donde cargar rápido y viajar lejos ya no es exclusivo de coches premium.

Kia entra por la puerta grande y eléctrica

El Kia PV5 llega listo para romper esquemas en el mercado español: espacio a raudales, autonomía suficiente para olvidarte del enchufe durante días y recarga rápida capaz de devolverle la vida en menos tiempo del que tardas en ver tu serie favorita.

¿Una furgoneta eléctrica aburrida? Ni mucho menos. Este modelo demuestra que el futuro eléctrico también puede ser práctico, versátil... ¡y hasta divertido!