Jeep Cherokee 2025 con menos rancheras y más voltios

¡Pues ya está aquí! El Jeep Cherokee vuelve a la carga y esta vez viene con pinta de querer dar guerra entre eléctricos y enchufables. Ya sabéis, menos gasolina, más batería… y que tiemble el vecino cuando lo enchufes al cargador del garaje.
¿Qué narices han hecho con el Cherokee?
La marca americana sigue con ganas de eléctrico, pero tampoco se pasa. Jeep presenta su Cherokee nuevo montado sobre la plataforma STLA Large de Stellantis. Si esto te suena a chino, espérate que lo explico: dicha plataforma es la base para los eléctricos tope de gama del grupo (rollo Dodge Charger, Jeep Recon, Wagoneer S) y da mucha flexibilidad para meter tanto motores eléctricos puros como sistemas híbridos enchufables. Aquí Jeep promete las dos cosas, pero, de momento, sólo han confirmado que habrá una versión híbrida (seguramente enchufable, lo típico para entrar en zonas de bajas emisiones sin llamar la atención de los municipales).
Creo que Jeep no quería acabar con la gasolina de golpe, así que te ves un Cherokee con propulsión eléctrica, pero también preparado para ese conductor indeciso que mira de reojo la pegatina 0 de su vecino y quiere una igual, pero todavía le tira la gasofa.
STLA Large, o cómo hacer un Cherokee más moderno que tú
La plataforma STLA Large es la chicha aquí. Te permite hacer coches eléctricos gordos, pero también te deja meter motores de chispas y gasolina, lo que en Jeep tradujeron como "nos cubrimos las espaldas".
En el Wagoneer S (que es su hermano burgués) esta plataforma lleva dos motores, uno por eje, y saca la friolera de 600 CV. Flipas. Así, para un SUV que te cabe media mudanza detrás… Aquí no vas a meter eso en el Cherokee, tranquilos, no hace falta morir del susto. Pero tampoco va a ser un SUV lentorro.
El Jeep Cherokee, así a lo Tesla pero más yankee
El Cherokee apunta directo al segmento D, donde está el Tesla Model Y y toda la tropa de SUVs eléctricos con precios de "mejor no mirar la cuota mensual". La jugada del Jeep no es hacer un premium de postal, sino pegarse con los tochos eléctricos pero teniendo la puerta abierta al híbrido.
Por fuera no es tan "fino" como un Grand Cherokee ni tan ruso como un Compass. El diseño mezcla robustez con líneas "menos ranchera de Texas y más rollo ciudad". Por dentro, le dan el mismo estilo del Wagoneer S: mando central digital, pantallas a cascoporro y, ya lo sabes, hasta asientos calefactados para el calor manchego (sí, a mí también me flipa lo innecesario que puede parecer esto en España).
Motores y potencia: ¿Qué se le puede pedir a este bicho?
Sin datos de potencia exacta para el Cherokee, pero sabiendo lo que monta su primo el Wagoneer S, vamos sacando la calculadora. El Wagoneer S lleva doble motor, 600 CV, tracción total y se casca el 0-100 en 3,4 segundos. A ver, que eso en un SUV es como ponerle cohete a una lavadora. El Cherokee irá más comedido—no quieren que los seguros les suban la prima.
Si hablamos de la batería, el Wagoneer S utiliza una de 100,5 kWh y tiene unos 488 km EPA, que no está nada mal. En ciclo WLTP (el que usamos en Europa/España), esto puede quedarse cerca de los 550-600 km, pero no hay datos todavía. Tiene carga rápida, 20% al 80% en 23 minutos. No pagues la caña mientras cargas, porque casi no te da tiempo.
Esperando que el Cherokee eléctrico no llegue a esos 600 CV, pero tampoco se quede corto de rendimiento. Jeep suele buscar un equilibrio: potencia suficiente para moverse, adelantar de sobra por autovía, y meterle mano a rutas de montaña con carga hasta arriba para los que suben a la nieve. Con el Compass PHEV, por ejemplo, llegas con batería para hacer recados en ciudad y luego metes modo híbrido para el resto, sin rayadas por la autonomía.
Conduje un Compass híbrido el pasado año y te haces 50 km fácilmente en eléctrico. Eso sí, pisándole como un señor, la batería se esfuma en ná. Pero para el día a día, es gloria bendita. Espero que el Cherokee enchufable, siendo más grande, dé algo más de rango en modo eléctrico. El Compass ya ronda los 13 kWh útiles, así que aquí deberían superar los 15 kWh.
Diseño: Rugoso, sí; pero no un tractor
El nuevo Cherokee, que nadie lo confunda con el Grand Cherokee, no es el típico lujoso lleno de cromo. Aquí han ido a un diseño "robusto", pero no feo. Me recuerda más al Compass pero más largo y con nervio en los pasos de rueda. No es cuadradote rollo Hummer, ni tampoco afilado como los koreanos, pero tampoco dan ganas de pedirle permiso a la suegra para verlo aparcado en tu calle.
Por dentro, preparado para pantallas de todo tipo. No es el chollo digital, pero sí se le ve más moderno. Con suerte la integración con Android Auto y Apple CarPlay seguirá siendo de las mejores en el segmento.
Cuándo y dónde: España lo espera para fin de año
El Jeep Cherokee, si no hay retrasos de última hora (ya sabes cómo van las fábricas últimamente), aterriza a final de año en los concesionarios españoles. Espero que los precios no se les suban a la parra, porque Jeep suele poner tarifas competitivas entre el Compass y el Grand Cherokee. Atento también por si lo meten en alguna oferta de renting, que últimamente se ve mucho Jeep de renting por las ciudades.
Mientras llegan los detalles de versiones eléctricas y precios definitivos, sólo nos queda esperar a que Jeep suelte la leona eléctrica. Ojo, que el Cherokee quiere volver a hacer ruido… bueno, eléctrico, y eso mola casi más.