Facelift a lo bestia para el Kia Sportage: más músculo, más luz y más paneles tech

Facelift a lo bestia para el Kia Sportage: más músculo, más luz y más paneles tech
Kia Sportage 2025 más músculo, más luz y más tech

Parece que los de Kia han decidido meterle más esteroides a uno de los SUV que más ves por las calles de aquí. Sí, el Sportage se ha dado un buen repaso de chapa y pintura por fuera y por dentro. Y ojo, que el chasis se mantiene igual, pero la carrocería se estira a 4540 mm. Vamos, que sigue cabiendo en los parkings, pero ahora aparcas con más flow por el barrio.

Frontales que parten cuellos

Han cambiado esos faros de buenazo por unos en plan columna griega, bien verticales. Te miran y te dicen “apartad, que vengo caliente”. Delante, la parrilla va más cuadradota, muy rollo "aquí mando yo". Algunos dirán que recuerda a modelos eléctricos como el EV3, pero sigue dejando claro que no es un coche cualquiera.

Atrás, el parachoques sube de nivel y los pilotos lucen más marcados. Lo mejor es que de lateral aún se reconoce como el Sportage de toda la vida, pero con dieta de gimnasio.

Medidas: tamaño familia española

No flipéis con enormes cambios: solo ha crecido 25 mm. Esto lo notas en el maletero y en el hueco para meter las cosas de la compra, la bici del crío o meter a tus colegas para una escapada. Medidas: largo 4540 mm, ancho 1865 mm, alto 1650 mm y batalla de 2680 mm. Le sacas jugo sin tener que comprarte un garaje más grande.

Motorizaciones para todos los públicos, menos diésel

Ojito a lo que hay bajo el capó, porque aquí hay chicha para elegir:

  • Gasolina turbo 1.6, cuatro cilindros: 148 caballos al eje delantero. Se puede escoger con cambio manual de 6 marchas o automático de doble embrague de 7. Lo probé en uno de los eventos y es el típico motor que te resuelve la vida, sin patadas deportivas pero nunca se arruga. Empuja lo justo para la típica carretera nacional hasta el pueblo o el atasco de la ciudad. Y además ahora va más fino en consumos gracias a algún que otro ajuste en la gestión electrónica.
  • Híbrido "pica de dos lados": El mismo bloque 1.6 turbo, pero metiendo un motor eléctrico en medio y con cambio automático de 6 velocidades. Aquí nos vamos a 236 CV, que ya empieza a picar alto para un Sportage, y sigue siendo tracción delantera. Si quieres 4x4, también lo tienes, ideal para los que se atreven con la nieve o esos caminos de tierra en verano al río. Meterle más potencia a este SUV hace que, si le pisas, salga con brío incluso con cinco a bordo.
  • Plug-in Hybrid: Los 261 CV enchufables de la versión PHEV volverán… Algún día. En lo que sale, toca esperar si eres fan de tirar de batería y cañear solo en modo eléctrico.

Maletero XXL, pasen y vean

Vamos con lo que interesa a media España: maletero y hueco para trastos. En la versión gasolina tienes 562 litros detrás de los asientos. Si te vas al híbrido, subes hasta 587 litros. Abates los asientos en plan furgón y el volumen se va a 1751-1776 litros según la versión. Esto, para los que se llevan media casa a la playa o viven de la mudanza de amigos, es gloria bendita.

Por dentro, el Sportage sigue siendo de los más cómodos para viajes largos. La banqueta trasera va en 40/20/40: puedes tumbar la parte central para meter los esquís o la tabla de surf y llevar a dos colegas estirados a los lados. Ideal para quienes odian dejar cosas en el portaequipajes.

Interior con hiperpanorámica y gadgets a saco

Kia mete ahora una pantalla curva de 12,3 pulgadas, rollo cine. Todo va sobre el último software ccNC, que se mueve fluido y sin cuelgues (doy fe tras toquetearla hasta el hartazgo, y no se pilla como las de algunos rivales). El volante pasa a dos radios, bastante molón, y la consola central mantiene esa tira táctil para el clima, que vale tanto para calentar pies como para subir el volumen del reggaetón.

Entre paneles, plásticos y acabados, el salto es grande. Aires premium, pero sin perder ese rollo práctico de Kia que ha calado tanto en familias y gente de curro.

Refinamiento: adiós a ruidos chungos

En trayectos largos te das cuenta del subidón en aislamiento. Han metido material fonoabsorbente extra en los pilares y puertas, y de verdad que molesta menos el ruido de rodadura. Después de probarlo en autovía, puedo decir que ahora está cerca de los mejores en su segmento. Con el acabado híbrido encima, ni notas cuándo arranca el motor térmico.

Precios, gama y cómo está el tema en España

En el mercado español la peña busca Sportages como locos. Los precios, en principio, no van a dispararse respecto al modelo saliente, así que la básica debería arrancar rondando los 30.000-35.000 euros, pero hay que estar atentos a promociones y movidas de financiación tan habituales en Kia.

No te calientes esperando versiones raras como el diésel; aquí la gracia está entre gasolina, híbrido y cuando aparezca el PHEV, que es el que gustará a quienes tienen punto de carga en casa.

Opinión de usuario con callo

He tenido un Sportage de anterior generación de prueba varias semanas para trayectos variados. Es duro, cómodo, aguanta bien en consumos incluso dándole caña. La suspensión se lo traga todo y los acabados interiores, sinceramente, nunca han sonado a plástico barato. Ahora, con este facelift y los avances en aislamiento, la cosa mejora aún más para el uso diario urbano y para darle viajes largos con la cabeza fría.

Subiendo de nivel el Sportage

El Sportage 2025 sube el nivel en diseño, tecnología y comodidad, ajustando sin inventar la rueda. En marcha, los híbridos se van a comer el mercado, sobre todo el de 236 caballos, por lo fácil que lo pone todo para los que quieren potencia sin complicarse.

A la espera de ese PHEV más potente, el Sportage sigue siendo el SUV perfecto para mucho español: amplio, fuerte, medio tech y fácil de usar. Hay rivales con más nombre, pero pocos tan todoterreno urbano para el día a día.