El Volkswagen T-Cross 2026, made in Spain, deja el "Life" tirado en la cuneta

El Volkswagen T-Cross 2026, made in Spain, deja el "Life" tirado en la cuneta
Volkswagen T-Cross 2026

Que levante la mano quien esté hasta el moño de tanta versión y modelo que no hay quien los entienda… Pues Volkswagen ha decidido que lo de liar al personal en los concesionarios se acabó con su T-Cross 2026. Aquí no hay más que tres acabados y quien quiera lo que había en medio, ajo y agua. Los alemanes, que hacen el T-Cross en Navarra, han dicho “menos es más”, pero no te lo pierdas: siguen juntando tecnología y pijadas modernas como si fuera un coche premium, sin perder ese rollito de coche que podrías llevar tú, tu prima y tu abuela.

ByeBye acabado Life: solo tres, pero que no falte de nada

Pilla sitio porque el T-Cross ahora te lo empaquetan así: Base, MÁS y R-Line. Nada de Life; si lo querías, ya llegas tarde. Ahora o te vas muy básico, o a lo alto de gama, o te quedas en un punto medio, pero ya más claro imposible.

Base: el de batalla. Airbags a saco (frontales, laterales, cortina), llantas de acero de 16" con tapacubos que parecen sacados del Ikea, faros LED, sensores de parking por delante y detrás (ya está bien de rayones en la columna del garaje). Eso sí, olvídate del clima: aquí aire acondicionado clásico, buen infoentretenimiento con pantalla táctil y, para qué engañarnos, Apple CarPlay y Android Auto para que sigas poniendo reggaetón haga sol o llueva.

MÁS: ya empiezas a tener cosas con pinta guay. Llantas de aleación de 17", cristales traseros tintados para que no te vean las bolsas del Mercadona, climatizador bizona (tu colega a 18 grados y tú con el culo helado a 22, fantástico), arranque sin llave y control de crucero adaptativo, que mola mucho en autovía para ir a Murcia como un señor.

R-Line: aquí ya roza el postureo. Faros Matrix LED, intermitentes traseros dinámicos de esos que parecen olas, asientos deportivos confort (comprobado: se puede tragar un viaje Madrid–Cádiz y llegas entero), selector de modos de conducción y cuadro digital de 10,25". Le metes iluminación ambiental y ya tienes coche para grabar TikToks de noche.

Precios al estilo Volkswagen, pero apretando los dientes

Ojo a la tabla, porque la fiesta empieza con la versión más humilde:

  • 1.0 TSI 95 CV manual 5v: desde 24.566€ (ojo, Base) o 26.866€ (si te flipas con el MÁS).
  • 1.0 TSI 115 CV manual 6v: olvida el Base aquí, te vas al MÁS por 27.686€ o subes a R-Line por 31.036€.
  • 1.0 TSI 115 CV DSG 7v (automático de doble embrague que va suavecito): 29.126€ el MÁS y 32.466€ si quieres fardar con el R-Line.
  • 1.5 TSI 150 CV DSG 7v: aquí solo puedes ir a full, R-Line 34.606€. Turbo, automático y ni se lo ofrecen a los otros acabados, la fiesta va sólo para los capos.

Y ojo, estos precios son de Junio 2025. Que ya sabemos cómo va esto, cada dos meses te lo cambian o te meten promo si lo pillas antes del Black Friday.

Motores para quemar gasolina (de momento, nada de electrificación en Navarra)

Aquí ni rastro de eléctricos ni híbridos. Que si quieres arroz, Catalina. Lo que hay es gasolina y tracción delantera, sin complicaciones.

  • El 1.0 TSI de 95 CV, con cinco marchas, es el típico motor para ciudad y algún viaje si vas sin prisas ni peso. Muy elástico, te saca de apuros pero olvídate de adelantar camiones como si fueras en la F1. Eso sí, gasta poco, si le mimas y has aprendido a cambiar a tiempo, te puedes ir fácil por debajo de los 6 litros de media.
  • El 1.0 TSI de 115 CV sube el juego. Ya tienes una marcha más, 6 relaciones, y puedes pedirlo con el DSG, que va fino y ni te enteras de los cambios. Yo, que me he cascado 300km con el DSG, te digo que para autovía es gloria: responde rápido, no pega tirones y si te pillas el MÁS con control adaptativo, el coche prácticamente conduce solo. Me costó más abrir los Twix del área de servicio que adelantar al Megane que iba a 120 en el carril rápido.
  • El 1.5 TSI de 150 CV solo apoyado en el R-Line. Aquí juega otra liga. Quien compra esto tiene ganas de apretar, quiere aire deportivo aunque luego no pase de 130 en la A6 por miedo al radar. No te lleva a Nürburgring, pero de adelantamiento y ritmito va más que sobrado. El DSG aquí es casi obligatorio, nada de andar haciendo doble embrague.

Y sí, está todo montado en España. Navarra sigue fabricando el T-Cross para Europa, así que si te gusta lo “Made in Spain” real, pues ahí lo tienes.

El lado "tecnológico" y gadgets, pero sin fliparse

Hasta el Base viene con aire de coche moderno: infoentretenimiento táctil, Bluetooth, USB, salidas para el móvil, cierre centralizado, sensores deluxe (hasta detecta si te estás despistando y te mete un pitido, lo he sufrido tras una noche de poco sueño), luces automáticas, llamadas de emergencia… El MÁS te mete la cámara trasera, el climatizador y el arranque sin llave, para que te sientas Tony Stark abriendo tu coche. El tope de gama, ya se sabe, puro “gaming light”: colores de ambiente, gráficos chulos en el cuadro digital, asientos más duritos y ese look entre deportivo y urbanita que le mola tanto a la peña.

¿Y la versión Life? Olvídate, no va a volver

La Life, ese punto intermedio que cogía todo el mundo, ha volado. Ahora, quien quiera menos líos. Te van a poner menos nervioso en el concesionario: pillas uno, dejas a la parienta o a tu colega elegir el color, y a rodar.

Así va el rollo con el Volkswagen T-Cross 2026, que en España sigue reinando entre los SUV pequeñitos. Nada de diesels ni eléctricos, todo gasolina y equipado para que no eches ninguna tontería de menos. A ver si los alemanes lo dejan un par de años más antes del tsunami eléctrico.