El Rimac Nevera que pulveriza récords: así es el eléctrico que humilla a superdeportivos gasolina

Cuando creíamos que los coches eléctricos eran poco más que electrodomésticos sobre ruedas, apareció un croata con más cabezonería que sentido común y nos cambió el cuento. Mate Rimac, obsesionado con demostrar que los eléctricos pueden ser tan salvajes como cualquier V12, se sacó de la manga el Nevera. Y no hablamos de un cochecito para ir al súper: hablamos de un monstruo con más de 2.000 caballos, capaz de hacer sonrojar a Ferrari y dejar a Lamborghini buscando respuestas.
Cuatro motores, cuatro ruedas y ningún rival a la vista
¿Te imaginas tener la potencia de un tren en cada neumático? El Rimac Nevera monta cuatro motores eléctricos —uno por rueda— y cuando deciden ponerse de acuerdo, el resultado es una aceleración demencial: pasa de 0 a 100 km/h en apenas 1,81 segundos. Sí, has leído bien. Es lo que tardas en mirar el móvil y perderte el semáforo en verde.
Mientras los superdeportivos clásicos aún están calentando motores, el Nevera ya está en la siguiente curva. Ferrari, Lamborghini y compañía han pasado de presumir a preguntarse en qué momento se quedaron atrás.
Una batería que es mucho más que una batería
El corazón del Nevera es una batería de 120 kWh que no solo alimenta la bestia, también hace las veces de chasis estructural. Al principio sonaba raro, como meter la lavadora en el salón, pero funciona tan bien que nadie se atreve a criticarlo. Además, cinco sistemas de refrigeración mantienen todo bajo control, incluso cuando el coche está exprimiendo cada vatio en circuito.
Récords mundiales: los colecciona como cromos
En mayo de 2023, Rimac decidió que batir un récord era poco y se fue a por 23 en un solo día. El cuarto de milla lo completó en 8,25 segundos y el brutal 0-400-0 km/h lo firmó en menos de 30 segundos. Si te parece ficción, tampoco eres el único.
Pero es que el Rimac Nevera R, la versión aún más salvaje, llegó para subir la apuesta con 2.107 CV bajo el capó y otros 24 récords mundiales a su nombre. ¿El más impactante? Hizo el 0-400-0 km/h en solo 25,79 segundos, quitándole la corona a Koenigsegg y dejando a medio mundo con la mandíbula desencajada.
Una velocidad máxima para valientes (y con nervios de acero)
El dato asusta: el Nevera puede rozar los 431 km/h. No está pensado para ir a por el pan precisamente. Los pocos afortunados que han podido pisar a fondo aseguran que la sensación es lo más parecido a una catapulta humana. No apto para cardíacos ni para quienes sufren de vértigo.
Frenos y aerodinámica: tecnología de otro planeta
Para domar semejante avalancha de potencia hace falta algo más que fe. El sistema de frenos electro-hidráulico brake-by-wire ofrece una precisión quirúrgica; puedes modular la frenada como si estuvieras jugando con un scalextric de lujo. Los discos cerámicos de 390 mm aguantan todo lo que les eches sin pestañear.
La aerodinámica activa es digna de un coche de carreras: alerón trasero, difusor y alerones delanteros se mueven solos según lo necesite el coche. Es como si tuviera vida propia y supiera cuándo hay que pegarse al asfalto o cortar el aire como un cuchillo caliente.
No solo para presumir: carga rápida y autonomía suficiente
El Rimac Nevera no es solo un capricho para circuitos privados. Puede recargar el 80% de su batería en unos rápidos 19 minutos y ofrece hasta 489 kilómetros de autonomía realista. O sea, sí puedes llevarlo al trabajo… Eso sí, prepárate para ver a tu jefe hiperventilar cuando lo vea aparcado junto al utilitario del departamento contable.
El futuro ya está aquí (y huele a cables quemados por la velocidad)
Rimac ha conseguido lo impensable: hacer que los eléctricos no solo igualen sino superen en emoción pura a cualquier superdeportivo clásico. El Nevera es la prueba definitiva de que el futuro del automóvil no tiene por qué ser aburrido ni silencioso… salvo por los gritos de emoción del conductor después de cada acelerón.