El Renault Twingo eléctrico: ¿el urbano canalla definitivo?

El Renault Twingo eléctrico: ¿el urbano canalla definitivo?
Renault Twingo eléctrico: concept car o futuro próximo

A ver, no nos engañemos. El Twingo de los 90 tenía pinta de monedero con ruedas, pero se ha ganado medio siglo de cariño. Ahora Renault lo resucita en versión eléctrica, baratito, y la cosa se va a poner muy seria para los que buscáis coche para ciudad sin hipotecar el riñón.

Las imágenes filtradas del futuro Twingo ya van rulando y la inspiración es clarísima: mucho del prototipo, muchas reminiscencias al clásico, ese toque alegre, compacto, fácil de aparcar y con cara de “me meto por donde haga falta”. No es postureo, lo han pillado pelado pero ya ves los faros semicirculares bestias, las ruedas en las esquinas como buen mini-GTI ratonero, la trasera rozando los bolardos, voladizos minúsculos para entrar en cualquier hueco y salir airoso del juego del aparcamiento imposible de Madrid.

Bye bye tres puertas: ahora todos quieren cinco

Si eres de los puretas que todavía sueltan: “los coches buenos solo tienen tres puertas”, toca asumir. El Twingo eléctrico va a ir con carrocería de cinco, porque el siglo XXI es así: todo usabilidad y cero postureos deportivos. Los tres puertas ya están muertos en Europa, Tesla no tiene la culpa (todavía).

Los tiradores, además, cambian. En el proto eran “enrasados”, esos tan guays que nadie sabe si tirar o empujar. Aquí Renault baja al barro: manetas convencionales, que para meter niños o bolsas del Mercadona no hay que volverse ingeniero.

Interior retro pero con gadgets de 2026

Si esperabas minimalismo brutal, lo llevas claro. Renault recupera la esencia “práctica macarra” del Twingo: muchos huecos abiertos, espacio para el móvil, tela a juego… y tecnología, claro. Te meten un cuadro digital de 7” y una pantalla multimedia de 10,1” justo en medio, como para que la vieja escuela y la GenZ lleguen a tregua.

Hay detalles muy buscados: el asiento trasero va a ser deslizante, el techo panorámico casi del tamaño de tu casa, soportes magnéticos para móvil hasta en los asientos de atrás. Pequeño pero más versátil que algunos SUV gigantes y sin ese aire de “llevo toda la tienda de campaña encima”.

Plataforma y tecnología: AmpR Small al poder

Renault se ha marcado una jugada de campeonato. Mismo chasis eléctrico (plataforma AmpR Small, antigua CMF-B-EV) para los nuevos Twingo, R5, R4… Vamos, que se han montado ellos solos una gama de eléctricos urbanos “trailer para todos los públicos”.

El Twingo va a salir con la base más modernilla del grupo. Compartirá bastante con el Dacia Spring futuro y hasta se habla de algún Nissan con sus tripas. La producción será en Eslovenia, en la fábrica de Novo Mesto, así que si eres de los que odia coches fabricados en China, aquí puedes respirar, de momento.

¿Cuánta chicha eléctrica lleva el Twingo 2026?

Aquí entran las cábalas, que Renault está jugando al despiste. Pero lo más probable: llevará una batería LFP de unos 40 kWh, como el nuevo Renault 5. Eso le da para unos 300 km de autonomía reales según ciclo WLTP, y lo que importa: cargar poco y moverse mucho.

Los consumos prometen: estiman 10 kWh/100 km, que para ciudad es gloria bendita. Y la carga rápida parece que estará limitada a 80 kW, suficiente para no estar media tarde en la gasolinera de turno (que ahora es un electrocutadero público y familiar, ya sabes).

Te lo resumo: con 40 kWh, si vives por Valencia y curras en la city pero vives en los pueblos de alrededor, te haces la semana sin estrés por el cable.

Precio: ¿low cost, low tech?

La gracia es justo esa: dicen que arranca por debajo de 20.000 €. Si pillas el Moves cuando toque (si no se acaba, claro), y si te quitas de navegar en configuradores premium, en teoría te puede salir a precio de utilitario de combustión normalito. Aquí el Spring va a estar temblando y los del ID.1 de VW seguro que toman nota.

Lo del precio da para tertulia porque a muchos nos han vendido “el eléctrico es caro”, pero Renault con el Twingo quiere destrozar esa máxima. Eso sí, por debajo del Renault 5 va seguro y se pone casi a tiro del Dacia Spring, pero con pinta, gadgets y plataforma mucho más moderna.

¿Cómo va esto por ciudad? Mi experiencia con eléctricos urbanos

No he pilotado aún el Twingo nuevo (Renault, llamadme, que me apunto), pero sí me he pegado varias semanas con eléctricos urbanos de última hornada, y lo que gana es LA AGILIDAD. Meterte entre coches, acelerar sin ruido, dejar atrás semáforos y colarte en la plaza más pequeña del barrio. Lo de los 300 km es lo de menos. Si curras y vives en ciudad, no gastas ni la mitad y no hay sustos.

En movilidad diaria, la batería LFP rinde bien y no penaliza en recargas. Lo de las pantallas grandes ayuda a controlar tráfico, GPS, conectividad con el móvil, playlists, etc. Para viajes, no es su guerra, pero para todo lo demás: sí, esto va a ser el arma secreta para cualquiera que odie buscar hueco todos los días o pasar por la gasolinera.

El enemigo a batir: Dacia Spring y sus colegas

Ojito a la pelea. El Dacia Spring era, hasta ahora, el eléctrico barato y urbanita por excelencia. Pero ya empieza a sonar a viejo cuando miras el nuevo Twingo. Más autonomía, más tecnología, seguridad muy probablemente más avanzada, y sin ese rollo de “esto parece un coche de autoescuela reconvertido a electrodoméstico chino”.

En cuanto lleguen los datos definitivos del Twingo, veremos si de verdad Renault le pega el sorpasso (y si los rivales, sobre todo asiáticos, juegan fuerte bajando aún más el listón de precios y subiendo la calidad).

Cuidado con el segmento, porque en España, si Madrid y Barcelona siguen con sus zonas de bajas emisiones, el Twingo puede ser el billete más fácil para no bajarse del coche y no acabar en el bus. Y ya puestos, lo harás con estilo y cero humos.