¿El Renault Megane eléctrico ha estado en la sombra? Así planea renacer con 650 km de autonomía y espíritu deportivo

¿El Renault Megane eléctrico ha estado en la sombra? Así planea renacer con 650 km de autonomía y espíritu deportivo
El Megane busca su segunda oportunidad

Que levante la mano quien recuerde el bombo que Renault dio al Megane eléctrico allá por 2022. Fue el abanderado de la nueva era de la marca francesa, pero cuatro años después, la cosa pinta menos épica: en 2025 sus ventas se han desplomado un 67% y el Renault 4 y Renault 5 le pasan por encima como si fueran los coches escoba del Tour de Francia.

Así que en la sede de Renault han decidido dejar de mirar al retrovisor. El Megane volverá en 2026 con una receta mucho más jugosa: batería XXL, autonomía para aburrir y, atención, un giro hacia un perfil deportivo que promete emociones. ¿Será suficiente para relanzar al patito feo eléctrico del segmento compacto?

El Megane se atreve con el “hot hatch” eléctrico: más pasión, menos aburrimiento

Fabrice Cambolive, jefazo de Renault, lo ha dejado claro: el próximo Megane quiere despertar pasiones, no bostezos. El objetivo es alejarlo del simple papel de coche funcional y convertirlo en un compacto eléctrico con carácter deportivo. O lo que es lo mismo: menos coche para ir al súper y más para presumir en la rotonda.

La estrategia es arriesgada pero lógica. Con la competencia apretando y los eléctricos generalistas cada vez más parecidos entre sí, diferenciarse es clave. Y aquí entra la apuesta por una versión “hot hatch” eléctrica. ¿Quién dijo que los eléctricos no pueden ser divertidos?

Más batería, más kilómetros: así será el nuevo Megane eléctrico

Hasta ahora, el Megane eléctrico montaba una batería de 60 kWh que daba para unos 450 km (si eras optimista y tenías el pie derecho ligero). Pero Renault quiere subir la apuesta: la próxima generación heredará la batería de 87 kWh que ya disfruta el Renault Scenic.

¿El resultado? Una autonomía estimada en torno a los 650 km, casi 200 km más que el modelo actual. Esto coloca al nuevo Megane en una posición muy competitiva frente a rivales como el Volkswagen ID.3 o el Nissan LEAF de última hornada.

Pero aquí no acaba la cosa: la carga también será más rápida y segura gracias a nuevas tecnologías que prometen reducir los tiempos de espera y aumentar la resistencia al fuego. Sí, has leído bien: el miedo a quedarse sin batería o a un susto en plena carga va camino de ser historia.

El Megane frente a sus hermanos: ¿quién se lleva el gato al agua?

La realidad es que el Renault 4 y 5 han sabido conectar mejor con el público. ¿El secreto? Un precio ajustado, diseño retro irresistible y una autonomía decente. El Megane, más caro y menos carismático, se ha quedado en tierra de nadie.

Ahora, con su nuevo enfoque deportivo y una autonomía ampliada, Renault confía en reposicionar al Megane como el compacto eléctrico que emociona y convence. No será fácil: el mercado está lleno de alternativas sólidas y los clientes ya no se conforman solo con buenas cifras sobre el papel.

¿Resurgirá el Megane? Lo que podemos esperar (y lo que no)

Renault se juega mucho con esta renovación. Apostar por baterías grandes y tecnología puntera no es barato, pero tampoco lo es quedarse fuera del radar del comprador eléctrico.

Si logran transmitir esa chispa deportiva y equipar al Megane con las prestaciones prometidas, podría volver a ser ese compacto aspiracional que muchos recordamos… aunque ahora sin tubo de escape ni olor a gasolina.

Por ahora, solo queda esperar a 2026 para comprobar si este “nuevo” Megane logra lo que muchos creían imposible: resucitar en un segmento donde la competencia no da tregua y donde solo sobreviven los eléctricos capaces de emocionar y convencer. ¿Será este el retorno triunfal del Megane o solo otro intento fallido? Pronto lo sabremos.