El Omoda 5 SHS destapa el truco: así transforma el mayor defecto del SUV en su mejor baza

El Omoda 5 SHS destapa el truco: así transforma el mayor defecto del SUV en su mejor baza
Omoda 5 SHS, la versión híbrida autorrecargable que promete poner punto final a la mayor queja de sus usuarios

¿Puede un SUV compacto pasar de ser tragón a convertirse en el alumno aplicado del consumo sin perder chispa? Si algo nos ha enseñado la irrupción del Omoda 5 en el mercado español es que, cuando el equilibrio entre diseño, equipamiento y precio está bien afinado, el éxito solo depende de un pequeño empujón… o de un ajuste en la mecánica. Porque sí, el Omoda 5 era el rey de la fiesta, pero se pasaba con los refrescos: su versión de gasolina bebía más de lo que muchos conductores estaban dispuestos a asumir.

El talón de Aquiles del Omoda 5: mucho motor, poco ahorro

Hasta ahora, elegir un Omoda 5 era lanzarse a por un SUV atractivo y bien equipado, con un precio que invitaba a mirar dos veces la etiqueta. Pero la motorización gasolina, con sus 147 caballos, tenía un apetito notable: más de 7 litros cada 100 kilómetros, cifra que no pasaba inadvertida en los tiempos que corren. Para quienes buscan eficiencia sin renunciar al confort ni a la autonomía, la gama quedaba algo coja: o gasolina con sed, o salto directo al eléctrico.

La llegada del Omoda 5 SHS: híbrido y sin complejos

Aquí es donde entra con paso firme el nuevo Omoda 5 SHS, la versión híbrida autorrecargable que promete poner punto final a la mayor queja de sus usuarios. La fórmula parece sencilla sobre el papel, pero en la práctica es toda una declaración de intenciones: motor térmico de 1,5 litros combinado con un sistema eléctrico para alcanzar nada menos que 224 caballos. Y lo mejor: logra reducir el consumo medio estimado a unos sorprendentes 5,5 litros cada 100 kilómetros. El resultado es una mejora clara frente a la versión tradicional de gasolina.

Prestaciones mejoradas y eficiencia real

No solo se trata de gastar menos. El Omoda 5 SHS mete la directa con cifras que levantan cejas incluso entre los escépticos de los híbridos. De cero a cien en 7,9 segundos, velocidad máxima de 175 km/h y una entrega de potencia que supera la media del segmento. ¿Quién dijo que eficiencia era sinónimo de aburrimiento al volante? Aquí hay nervio suficiente para olvidarse del tópico de “híbrido tranquilo”.

El hueco entre gasolina y eléctrico ya tiene dueño

La gama Omoda 5 había dejado hasta ahora una especie de agujero negro entre las opciones tradicionales y la alternativa eléctrica. La llegada del SHS cubre ese vacío: autonomía sin ansiedad por los puntos de carga y una eficiencia muy cercana a la de modelos más caros o con tecnologías más complejas. Además, esquiva la necesidad de enchufe diario gracias al sistema autorrecargable, lo que hará las delicias de quienes viven en pisos sin garaje propio (o con vecinos celosos de los enchufes comunitarios).

Respondiendo al mercado y a Europa

No es casualidad que Omoda apueste por este movimiento justo ahora. Las normativas europeas aprietan y la competencia no deja margen para dormirse en los laureles. Con esta versión híbrida, el fabricante no solo mejora su carta técnica, también amplía su público potencial: desde urbanitas prácticos hasta familias que salen cada fin de semana en busca de nuevas rutas.

¿Lo convierte esto en el nuevo referente?

Todavía quedan incógnitas por despejar, como el precio definitivo o los datos oficiales de homologación. Lo que sí parece claro es que el Omoda 5 SHS ha conseguido darle la vuelta a su mayor debilidad. Ahora no solo presume de diseño atrevido y equipamiento completo; también puede mirar a sus rivales híbridos con una sonrisa pícara y decir: “¿Quién era el tragón ahora?”.

La jugada es redonda: más potencia, menos consumo y una experiencia de conducción que no renuncia a nada. El segmento SUV compacto tiene nuevo aspirante a líder equilibrado… y esta vez viene con hambre solo de kilómetros, no de gasolina.