El nuevo EBRO S900, el SUV híbrido que llega a Barcelona para romper esquemas y récords de tamaño

La industria del motor en España está a punto de vivir uno de esos momentos que acaban en los libros de historia… o al menos en las conversaciones de WhatsApp de los más petrolhead. EBRO, la marca que ha recuperado el pulso en nuestro mercado con una gama que no deja de crecer, prepara un bombazo: el S900, su SUV híbrido más grande y lujoso hasta la fecha. ¿Preparados para conocer al nuevo rey del asfalto made in Barcelona?
EBRO pisa el acelerador en Barcelona
La fábrica de EBRO en Barcelona está que arde. Y no lo decimos solo por el calor industrial: la planta ya tiene todo en marcha para acoger a este nuevo miembro de la familia. Hasta ahora, el catálogo de la marca presumía de variedad con el S400, S700 y S800, pero el S900 apunta a convertirse en el buque insignia. Más grande, más equipado y más ambicioso. Lo de pensar a lo grande nunca estuvo tan justificado.
¿La clave? EBRO continúa su colaboración con el gigante chino Chery. Si te suena el Chery Tiggo 9, no vas mal encaminado: esa plataforma sirve como base para el S900. Pero no se trata de un simple “copia y pega”. En Barcelona, el proceso de ensamblaje será tipo ‘mini-DKD’. Dicho de otro modo: los coches llegan desde China casi listos, y aquí se les da el toque final con paneles y detalles específicos para el mercado nacional. El resultado: entregas más rápidas y 25 nuevos empleos directos en la planta catalana. Que nadie diga que la movilidad sostenible no mueve la economía.
Un SUV XL para familias XXL
Si algo define al S900 es su tamaño. Con una longitud de 4.810 mm, supera a sus hermanos pequeños y se convierte en el modelo más grande bajo el sello EBRO. Eso se traduce en un interior espacioso, mucho espacio para equipaje y una habitabilidad pensada para quienes cargan con medio salón cada vez que salen de viaje.
Pero no solo vive de centímetros. El S900 apuesta fuerte por la tecnología y el confort. Su equipamiento apunta alto: instrumentación digital de 10,25 pulgadas, pantalla multimedia central de nada menos que 15,6 pulgadas y dos cargadores inalámbricos para móvil con una potencia digna de un pit stop (50 W). Por si fuera poco, incorpora Head-Up Display para que tus ojos no abandonen la carretera ni cuando consultes Spotify.
Híbrido enchufable: etiqueta Cero y autonomía eléctrica real
Entrando en materia mecánica, el S900 no se conforma con ser uno más del montón. Su sistema híbrido enchufable combina un motor gasolina 1.5 litros con dos propulsores eléctricos alimentados por una batería de casi 20 kWh. Traducido a efectos prácticos: autonomía eléctrica suficiente para los trayectos diarios y la ansiada etiqueta Cero de la DGT. Sí, esa pegatina azul que te abre las puertas del centro de la ciudad sin remordimientos ecológicos.
Lujo interior sin postureos
EBRO quiere demostrar que lo premium no siempre lleva logo alemán. El acabado interior del S900 promete materiales agradables al tacto, buenos tapizados y una sensación general de calidad superior. A bordo no falta espacio ni tecnología: tanto si viajas solo como si llevas compañía para llenar plazas y maletero, el confort está garantizado.
Producción limitada… por ahora
La llegada del S900 no será masiva desde el minuto uno. Para este año, EBRO prevé fabricar unas 600 unidades. Exclusividad razonable para un modelo que inaugura una nueva etapa en la marca española y que servirá, sin duda, como termómetro del apetito nacional por los grandes SUV híbridos.
¿El principio de una nueva era?
Con el S900, EBRO demuestra que se puede jugar en la liga grande apostando por soluciones inteligentes: alianzas internacionales, producción local optimizada y una oferta tecnológica a la altura de lo que pide el consumidor actual. La fábrica de Barcelona se convierte así en un punto estratégico para la marca y para todos aquellos que creen que conducir sostenible también puede ser sinónimo de lujo… y tamaño XL.
Así que ya sabes: si buscas un SUV diferente y te gustan las sorpresas, mantén el radar encendido. El S900 está a punto de tomar las calles —y quién sabe si también tu plaza de garaje.