El nuevo Dacia Spring corre más y gasta menos, pero su relevo se adelanta por la guerra arancelaria
Dacia ha dado un buen meneo al Spring. La puesta al día estética del año pasado se quedaba corta, así que ahora llegan los cambios que importan. Motor, batería, chasis y eficiencia. Todo apunta a un coche mucho más redondo para el día a día.
Curioso detalle. Justo cuando mejor se pone, ya huele a relevo. El próximo Spring asoma antes de lo previsto por el pulso arancelario de la Unión Europea a los eléctricos fabricados en China.
Motores con nervio y adelantamientos posibles
Adiós a los modestos 45 y 65 CV. Hola a dos opciones que sí empujan de verdad.
- 70 CV y 100 CV con respuestas que cambian la película
- Recuperaciones 80 a 120 kmh en 10,3 s o 6,9 s
- Antes necesitaba 26,2 s o 14 s para el mismo ejercicio
En ciudad va sobrado y en vías rápidas ya no se atraganta al salir del carril derecho. No es un GTI eléctrico, pero ahora permite planificar un viaje corto sin sudores fríos.
Batería LFP y la misma autonomía
Cambio importante bajo el suelo. El pack NCM de 26,8 kWh deja paso a una batería LFP de 24,3 kWh. Pierde capacidad nominal, mantiene alcance.
- 225 km WLTP gracias a una eficiencia mucho mejor
- Aerodinámica cuidada con bajos carenados y nuevo alerón
- Menor densidad energética, más robustez y ciclos de carga más amigables
La química LFP encaja con la filosofía low cost inteligente. Menos ansiedad por degradación y mejor tolerancia al uso intensivo. El Spring juega a la constancia, no al récord.
Carga más rápida y tiempos razonables
La carga rápida opcional sube a 40 kW. No es para fardar en el área de servicio, pero funciona.
- Del 20 al 80 por ciento en 29 minutos
- Mejor gestión térmica para sostener potencias estables
- Enchufado y listo antes de que el café se enfríe
En un eléctrico urbano, ese equilibrio entre tamaño de batería y potencia de carga tiene sentido. Mantiene costes a raya y la experiencia mejora.
Chasis con cerebro y frenos con brazo
Dacia se ha tomado en serio el comportamiento. Hay más aplomo y más control.
- Refuerzo en la sección central de la plataforma que aumenta rigidez
- Asistencia de frenada más potente con pedal más consistente
- Estreno de barra estabilizadora
- Muelles y amortiguadores recalibrados
En castellano. Pisa mejor, balancea menos y frena con más decisión. El conjunto transmite confianza, que es lo que esperas cuando el asfalto se riza.
Por qué tiene los días contados
El asunto no es técnico, es geopolítico. La UE aprieta con medidas proteccionistas a los eléctricos fabricados en China. Aranceles, reglas de origen y costes logísticos al alza ponen contra las cuerdas a los modelos de precio agresivo que vienen de allí.
Para Dacia, mantener el Spring actual tal y como está encarece la ecuación justo donde duele. La solución pasa por acelerar su sustituto y redefinir producción y plataforma para esquivar el golpe regulatorio. El resultado es un relevo adelantado al año que viene.
No es el fin del Spring. Es una mudanza forzosa para seguir siendo el eléctrico más sensato del barrio.
Qué se puede esperar del sustituto
No hay cascada de promesas oficiales, pero sí un telón de fondo claro. Ajuste de costes, fabricación más cercana al cliente europeo y un enfoque todavía más eficiente.
- Continuidad en el posicionamiento de precio contenido
- Tecnologías sencillas y robustas como la batería LFP
- Mejoras en conectividad y asistentes sin disparar el ticket
Si Dacia mantiene su receta, el próximo Spring seguirá apostando por lo práctico. Poco adorno, muchas ganas de funcionar.
El Spring por fin va como debía. La política lo va a jubilar pronto para que renazca más europeo y igual de sensato. A veces mejorar es el primer paso para cambiar de piel.