El Honda N-One e: El kei eléctrico se pone macarra

El Honda N-One e: El kei eléctrico se pone macarra
Honda N-One eléctrico está basado en un utilitario japonés de tercera generació

Honda ha soltado prenda, aunque disimulen con camuflaje y cara de poker. En el Goodwood Festival of Speed, donde suele haber más postureo que en el paddock de MotoGP, apareció rodando un prototipo completamente camuflado. Pero no engañaba a nadie. Solo había que fijarse: carrocería altita y estrecha, típica de kei car japonesa, pero con aletines como si fuera a ir a correr el Rally de Finlandia. Flipante.

No era un show-car cualquiera. Eso es lo que apunta Honda para Europa. Un kei car de manual, pero pasado de vueltas para que no parezcas un dominguero mientras vas al Lidl.

De Hiroshima con amor

Lo curioso es que no es un modelo hecho de cero para Occidente, ni mucho menos. El Honda N-One eléctrico está basado en un utilitario japonés de tercera generación, el N-One, que en Japón cumple la famosa normativa kei. Esto significa que es más pequeño que el sentido común, motor limitado, anchura y altura especificas y, claro, que cabe hasta en el parking del Carrefour de Gran Vía.

Pero en Europa esto de los kei cars no nos va. Aquí queremos ir algo más anchos y que el coche no dé pena en autovía. Por eso, Honda ensancha a lo loco el N-One, le mete unas taloneras y aletines para ampliar la vía y lo planta aquí. Lo han llamado N-One e:, aunque oficialmente para Europa no se sabe si van a mantener ese nombre justo.

Adiós Honda e, hola N-One e

Lo del Honda e fue un desastre. Era mono, repleto de gadgets, pero costaba un riñón. Y eso sin hablar de su autonomía de risa, de no llegar ni al bar de la esquina si ibas con prisas.

Conduje uno hace ya un tiempo. Ibas en modo speculador de NFTs: todo el mundo te miraba pero nadie entendía por qué lo habías comprado. El Honda e tenía 154 CV, tracción trasera mola, pero la batería era pequeña y los consumos, meh. Autonomía homologada de 222 km, que a poco que le aprietes el pedal se quedan en la mitad. Resultado: en España no se vendía ni encendiéndole una vela a Honda.

¿Qué es esto del ancho de vías?

En Japón el N-One va a ir con la carrocería justa para el regulador: anchura máxima de 1,48 metros, motor limitado a 64 CV para kei, nada de aletines gordos. Aquí en Europa el nuevo N-One e: te viene con aletines ensanchados. Es lo que toca para al menos darle algo de estabilidad en autovía y que no dé miedo adelantar un camión. No hay datos oficiales del ancho de vías, pero viendo las fotos, hay músculo y ganas de quedarse pegado a la carretera.

Esto de adaptar la carrocería al país no es nuevo. Suzuki lo hace con su Jimny. Allí, axles estrechos y todo muy mono para la japo-legislación. Aquí, ancho y con cara de bestia.

Quién manda en el patio la competencia japo y china

El N-One e: japonés no lo va a tener fácil. El Nissan Sakura se está comiendo el mercado con la precisión de quien come sushi en la barra de un Tsukiji barato. También están los Daihatsu Move Canbus y demás microcoches electrificados.

Y, ojo, que viene competencia china. BYD ha dicho “pa’ chulo yo” y está desarrollando su propio kei car para Japón. Así que el Honda N-One e: va a tener que currárselo si quiere molar entre los curritos urbanitas nipones.

Técnica y promesas eléctricas

No hay datos certeiros, pero hay que tirar de sentido y de lo que se sabe. El N-One normal monta motores de tres cilindros y cambio CVT, pero aquí solo importa lo eléctrico. Honda no ha dado cifras de batería ni de autonomía. Si quieren competir, van a tener que tirar de, mínimo, 200 km homogados (WLTP, no el ciclo japonés), aunque para uso urbano podría bajar un poco y no se notaría mucho tampoco. El motor debería andar por los 64 CV si tiran la versión kei japonesa a la europea, aunque aquí podrían subirlo, sobre todo con la vía ensanchada y el coche más pesado.

España y Europa: ¿volveremos a ver un kei car?

No os hagáis ilusiones con que esto llegue barato. El Honda e ya nos calentó la cabeza con su precio y al final, entre impuestos, homologación y pijadas, no se vendió. Si este N-One e: no se sube de la moto y aterriza por aquí por debajo de 25.000 €, podría tener su público, sobre todo para ciudad y zona de bajas emisiones. Pero hay competencia: Dacia Spring, Fiat 500e, incluso algún BYD pequeño puede dar la lata y con más autonomía.

El rollo del diseño

A mí me flipa. Así, directo. Es un electrodoméstico con mala leche. Carrocería limpia, sin chorradas tipo radar de Star Wars por todos lados. No tiene la estética de mini Super Mario Bros del Honda e, es más sencillo y con músculo donde lo tiene que tener: en los pasos de rueda y el ancho de vía. El prototipo no engañaba: iban a enseñar músculo y lo enseñaron.

Fotillos teaser en Japón muestran la versión más sosa, sin aletines. Eso se queda allí, aquí nos ponen la más bruta, que para lucir en las calles de Madrid, o compitiendo por el hueco más pequeño en el parking del curro.

Futuro cercano: ¿cuándo y cómo?

La versión final sale este mismo año, en algún salón de coches de los tochos. Será la revelación del año para Honda urbano por aquí. Si Honda juega bien las cartas y no se calienta con los precios, podrá hacer algo más digno que lo del Honda e. España lo recibirá como ciudad eléctrica puro, porque tipo SUV o familiar no va a ser. Es un bicho de ciudad, punto pelota.

Sonríe, porque si te gusta conducir con mala leche pero no contaminar, ahora sí que tienes un juguete nuevo en la city.