El GWM Tank 300 reescribe las reglas de la garantía en los SUV y te garantiza un millón de kilómetros

El GWM Tank 300 reescribe las reglas de la garantía en los SUV y te garantiza un millón de kilómetros
El Tank 300 tiene tres modos de tracción que le permiten enfrentarse a cualquier terreno

Cuando hablamos de coches duros y fiables, solemos pensar en nombres como Toyota, Lexus o Subaru. Son leyendas vivas de la resistencia, el equivalente automovilístico a ese tupper de albóndigas que nunca caduca en la nevera. Pero, atención, porque desde Oriente llega una nueva sorpresa: GWM, fabricante chino con ganas de dejar huella, ha decidido que su SUV Tank 300 merece una garantía de un millón de kilómetros o 10 años. Sí, has leído bien. Ya puedes ir planificando esa vuelta al mundo (varias veces).

La apuesta arriesgada de GWM: ¿confianza o locura?

Poner sobre la mesa una garantía así no es algo que se vea todos los días. En Argentina, donde el Tank 300 ya rueda, la marca ofrece esa cobertura para motor y transmisión. El resto del coche cuenta con una garantía más “terrenal”: 200.000 km o seis años. Aun así, el mensaje es claro: están tan seguros de su fiabilidad que casi parecen retar al destino.

Ahora bien, ya sabes que la letra pequeña siempre está al acecho. Esta garantía XXL solo cubre los órganos mecánicos imprescindibles. El resto, aunque bien cubierto, no llega al mismo nivel épico. Pero seamos sinceros: ¿cuántos coches conoces capaces de mirar a la cara a un millón de kilómetros sin pestañear?

Un SUV hecho para el castigo… y para lucirse

¿De dónde sale tanta fe en el Tank 300? No es solo por amor propio. Este todoterreno ha sido galardonado como mejor SUV off-road en los Premios Automóvil Panamericano y también ha logrado la corona de “Vehículo del Año” en Australia. Además, cinco estrellas en seguridad según el exigente ASEAN NCAP. El coche parece tener más trofeos que un salón de abuela orgullosa.

Omar Daneri, CEO del grupo que representa a GWM en Argentina, lo resume así: el Tank 300 está diseñado para aguantar lo que le echen. Hablamos de un chasis reforzado, tracción 4x4 con reductora, seis modos de conducción y 18 asistentes electrónicos para que ni el barro ni la montaña te pillen por sorpresa. Por dentro, presume de equipamiento premium y espacio a raudales.

Bajo el capó: músculo y tecnología sin complejos

Bajo esa carrocería robusta se esconde un motor gasolina 2.0 turbo con inyección directa que entrega 220 caballos y 380 Nm de par máximo. Todo ello gestionado por una caja automática de ocho velocidades y un sistema de tracción integral con bloqueos en ambos diferenciales.

El Tank 300 puede enfrentarse a casi cualquier terreno gracias a sus tres modos de tracción: 2H para asfalto y ciudad, 4H para superficies resbaladizas y 4L para momentos en los que la aventura se pone seria. Además, dispone de seis modos específicos para off-road: arena, baches, roca, montaña y barro. Vamos, que si te atascas es porque realmente lo has buscado.

Prestaciones a prueba de apocalipsis (o casi)

Las cifras hablan por sí solas: altura libre al suelo de 224 mm, hasta 700 mm de profundidad de vadeo y ángulos todoterreno dignos de un campeón (33 grados de ataque, 34 de salida y 23 ventral). Si necesitas remolcar algo, puede con 750 kg sin freno y hasta 2.500 kg si le pones freno al remolque.

¿El fin del drama mecánico?

¿Significa esto que ya puedes olvidarte del taller para siempre? Bueno, nadie tiene una bola de cristal (ni siquiera en China), pero ofrecer semejante garantía dice mucho sobre cómo GWM ve su propio producto. Si el Tank 300 cumple lo prometido, podría cambiar las reglas del juego y obligar a otros fabricantes a ponerse las pilas.

En resumen: el GWM Tank 300 no solo presume por fuera; lo hace también con argumentos sólidos bajo el capó y una garantía que da tranquilidad hasta al conductor más paranoico. Puede que estemos ante un nuevo referente en fiabilidad… o al menos ante el coche perfecto para quienes sueñan con recorrer el mundo sin preocuparse por la factura del taller.