Cazado, el DS 7 se va a la peluquería

Cazado, el DS 7 se va a la peluquería

El DS 7 está siendo el niño bonito de la marca francesa. Desde que salió allá por 2018 (¿te acuerdas del apellido Crossback? Ahora ya ni rastro) este SUV ha ido marcando el rollo de los premium gabachos. En España es el número uno de la casa con 833 matrículas este año, aunque hay que decir que últimamente las ventas han pegado un bajón de escándalo (un 54% menos respecto a 2024). Vamos, que si DS no lo renueva se va a quedar más desfasado que un selfie con palo.

Lo último cazado en carretera: el DS 7 en pruebas

Ojito porque ya se han cazado por carreteras francesas las primeras “mulas” camufladas del nuevo DS 7, y el camuflaje se lo han currado como si en vez de un SUV estuvieran protegiendo la receta de la Coca-Cola. Expectación máxima porque todo huele a que su presentación toca en 2026, pero a ver si se adelantan para que dejemos de hablar del pasado y miremos al futuro.

Se ve que los ingenieros están siendo finos con los detalles. Lo más flipante es el frontal: nueva línea de luces LED, súper finas y colocadas a lo “bordillo de cafetería moderna”, seis puntos de luz y por debajo otros mini-LED en vertical rollo “me lo curro aunque nadie me vea”. Muy a lo DS Nº8, que ya venía marcando estilo.

Por detrás hay más misterio. Mucho camuflaje cubriendo el trasero y poco escape a la vista. Eso sí, se cuelan unos faros LED que, si te pones a buscarle parecidos, pueden recordar a la berlina crossover también de DS. Escapes, ni uno. Ni decorativo. ¿Motivo? Todo apunta a que lo que iban probando era 100% eléctrico.

Plataforma STLA Medium y lo que se viene en motores

Quien entienda mínimamente de plataformas sabrá que cuando Stellantis (el mega grupo que lleva a DS, Peugeot y compañía) decide sacar algo con la base STLA Medium es que vienen curvas. Y no de montaña… curvas tecnológicas. Es la misma base que se usó en el DS Nº8, así que aquí la cosa será: más espacio, más electrónica y más “wow” para los que se suban.

Esto no significa solo versiones eléctricas. Pero seamos serios: el DS 7 nuevo llevará el arsenal electrificado que ya estamos viendo en modelos primos-hermanos del grupo. Mírate el Peugeot E-3008: batería de 73 o 98 kWh, motores de 157 kW (213 CV) y versiones con doble motor y tracción total de hasta 240 kW (325 CV). Autonomía, unos 700 km… si no le pisas y no te gastas toda la luz en el clima, claro.

Os cuento que probé recientemente un E-3008 GT con el motor de 213 CV y, ojo, va tan suave y tira tanto como un diésel bien puesto, pero con ese rollo silencioso y eficiente que solo te dan los eléctricos. Y todo apunta a que el DS 7 compartirá sensación de pisada y chasis sólido.

¿Solo eléctrico? Ni de coña. Híbridos y gasolina para España

En 2026 el mercado será eléctrico, pero tampoco tan rápido como nos quieren vender. Así que tranquilos, porque habrá versiones más tradicionales. Se habla de un híbrido ligero de 145 CV (el típico mild hybrid para ahorrarte cuatro duros en la etiqueta ECO) y, sobre todo, del PHEV de 195 CV. Este último, con sus 40-50 km de autonomía eléctrica realista, es el que interesa en ciudad para no dejarte el sueldo en gasolina ni verte con ansiedad de rango.

El actual DS 7 híbrido enchufable –sí, ése que todavía ves en los de Uber de lujo del centro de Madrid– lleva motores que combinan un 1.6 turbo con un eléctrico y supera los 220 CV, así que puedes esperar algo similar o todavía mejor en el nuevo.

¿Cambian los nombres en DS? Perfume o números, todo está en el aire

Movida rara con los nombres. Tras el lanzamiento del DS Nº8 y el lavado de cara del DS 4 (que ahora le ponen Nº4, en plan “perfumería fina”), parece que lo lógico es que el nuevo DS 7 pase a ser DS Nº7. No queda claro. DS está jugando al despiste, pero sería lógico que sigan esa moda para convencer a los “modernetes” de que van a la última. Me mola lo de los números, por lo menos das menos vueltas explicando el modelo.

¿Y la competencia en España?

El DS 7 se ve las caras aquí con los Audi Q5, Mercedes GLC y BMW X3. Ojo, en ventas ni huele el podio, pero en estilo y equipamiento va fuerte. El francés quiere ser ese primo elegante con detalles exquisitos (incluso en lo “macarra”) que sueltas en una quedada por Salamanca y acaba robando miradas mientras los alemanes asienten. Eso sí, el actual DS 7 ya peca de caro comparando equipamiento. A ver cómo afinan para el próximo, porque la competencia está más tiesa que nunca.

Interior a la francesa, seguro suben el nivel

Por fuera innovador, por dentro les va el rollo ostentoso. Espera piel, Alcantara, pantallas enormes e incluso alguna pijada tipo reloj en el salpicadero. Son detalles que cuando te los enseñan en el concesionario te hacen pensar que igual merece la pena pagar ese extra frente a una opción “seria” alemana.

No se sabe aún si sumarán head-up display avanzado o conducción semiautónoma de las buenas, pero siendo Stellantis, será cuestión de tiempo que todo lo útil de los Peugeot, Opel o el nuevo Lancia se pase también aquí.

El DS 7, mucha imagen, algo de ventas, y un cambio necesario

En 2025 lo que tira en los concesionarios ya no es solo potencia ni lujo: o tienes un eléctrico capaz o un híbrido que lo flipa, o no te comes una rosca. DS lo sabe, y el nuevo SUV tiene que marcar diferencia de verdad para codearse con la flor y nata del segmento premium en España. Atención porque el francés vuelve con ganas de guerra, otro gallo va a cantar por nuestras calles dentro de nada.