Capricorn 01 Zagato vs la era híbrida: análisis de un hiperdeportivo que supera a Ferrari en pureza

En un mercado donde los hiperdeportivos compiten a golpe de kilovatios, baterías XXL y algoritmos que deciden por ti, el Capricorn 01 Zagato llega como ese amigo que aparece en vaqueros a una gala de etiqueta y aun así se lleva todas las miradas. No hay electrificación, ni automatismos, ni pantallas. Hay fibra de carbono, un V8 supercharged aullando a 9.000 rpm, cambio manual con rejilla en H y apenas 1.200 kilos. El enfoque es tan radicalmente analógico que, en términos de pureza, pone contra las cuerdas a más de un pedigree italiano con logo de caballino.
Quién es Capricorn y por qué importa en este segmento
Si el nombre no te suena, es porque Capricorn no es una marca de escaparate, sino un gigante en la sombra: ingeniería alemana con décadas de experiencia fabricando componentes para la élite del motorsport, de la F1 al WEC, pasando por WRC y Dakar. Socios de primer nivel han confiado en ellos, y eso se traduce en una base técnica que no necesita fuegos artificiales para impresionar. A esa precisión germana se suma el toque emocional de Zagato, el carrocero italiano del techo “double bubble” y las siluetas que parecen moverse estando paradas. Alemania pone el bisturí, Italia el trazo. Mala combinación no es.
La receta técnica: Le Mans en los huesos, F40 en el alma
El Capricorn 01 Zagato parte de un monocasco de fibra de carbono inspirado en la máxima categoría de Le Mans. Suspensión push-rod firmada por Bilstein, frenos carbocerámicos Brembo y 1.200 kg en vacío. Para contextualizar: muchos hiperdeportivos híbridos actuales coquetean o superan largo los 1.500 kg, penalizados por la complejidad de la electrificación. Aquí no hay lastre: la balanza está de su parte.
El corazón es un V8 5.2 litros sobrealimentado de origen Ford, el mismo linaje que propulsa a máquinas como el Mustang más salvaje, puesto a punto de forma específica y colocado en posición central trasera. Números redondos: 900 CV, 1.000 Nm y hasta 9.000 rpm. La cifra de par sugiere un empuje de catapulta desde el ralentí, mientras que el corte a 9.000 rpm anticipa un crescendo digno de vinilo, no de streaming.
Pero el golpe de efecto no está sólo en el motor, sino en cómo te obliga a relacionarte con él. Transmisión manual de cinco relaciones fabricada por CIMA, tracción trasera y nada de modos de conducción con nombres en latín. Cinco marchas hoy parece poco, y sin embargo tiene sentido: menos engranajes, menos masa, menos rozamientos y relaciones más largas para firmar esos 360 km/h de velocidad punta. Piensa en el Ferrari F40 o en los Group C: lo importante no era cuántas marchas, sino cómo las usabas. Y aquí, además, las usas tú.
Prestaciones: cifras de videojuego, experiencia de vinilo
Capricorn anuncia un 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos y una velocidad máxima de 360 km/h. Sí, hay eléctricos que salen como un cohete y te regalan décimas, pero el 01 Zagato juega otra liga: la del ratio peso-potencia y el diálogo entre tus manos, el motor y el asfalto.
Si ponemos en la mesa algunos rivales, el retrato queda claro:
- Frente a los híbridos de más de 1.000 CV, su relación peso-potencia es demoledora. Con 900 CV y 1.200 kg, ronda los 750 CV por tonelada, muy arriba en la parrilla.
- Frente a los eléctricos extremos, no puede igualar el par instantáneo, pero te da algo que ellos no: gestión fina del agarre con el pie derecho, no con una ECU.
- Frente a propuestas puristas como Gordon Murray T.50 o Pagani Utopia, se alinea en la filosofía analógica, aunque les supera en potencia bruta y apuesta por la sobrealimentación en vez del V12 atmosférico.
Diseño Zagato: aerodinámica con traje italiano
No hay barroquismo ni perfiles recargados. La carrocería es limpia, funcional y con el inconfundible techo de doble burbuja que maximiza espacio y rigidez sin romper la pureza de la línea. Es un coche que parece dibujado con lápiz duro: pocos trazos, muy marcados, todo al servicio del rendimiento. No se habla de aerodinámica activa, y sinceramente no la echas de menos en la foto mental: el chasis de Le Mans y la suspensión push-rod prometen un equilibrio mecánico de los que hacen escuela.
Cabina analógica: tres relojes, un volante redondo y cero distracciones
Dentro, la consigna es una: conduce. Instrumentación analógica con tres grandes relojes, volante redondo sin flat-bottom de postureo y la palanca con rejilla en H que convierte cada cambio en un ritual. No hay pantallas, ni falta que hacen. Es el antídoto al “infotainment”: aquí el info es lo que te cuentan tus manos y el tándem chasis-motor, y el tainment es el rugido del V8 cuando rozas las 9.000 vueltas.
Capricorn 01 Zagato vs la competencia: ¿dónde gana y dónde cede?
- Frente a Ferrari, McLaren o Mercedes-AMG híbridos: gana en pureza, peso y conexión con el conductor. Cede en gestión de tracción, facilidad para clavar tiempos en cualquier circunstancia y en asistencias electrónicas avanzadas.
- Frente a eléctricos extremos como el Rimac: gana en feedback mecánico, sonido y carácter. Cede en aceleración inicial y en eficiencia energética.
- Frente a otros puristas como GMA T.50 o Pagani Utopia: gana en potencia y velocidad punta, cede en pedigree de marca y probablemente en exclusividad artesanal percibida. Está más cerca del espíritu F40: menos porcelana, más herramienta.
Ventajas clave
- Experiencia de conducción sin filtros: manual de 5 marchas, RWD y chasis de competición.
- Peso contenido y relación peso-potencia muy favorable.
- Mantenimiento potencialmente más razonable que un tren híbrido exótico, al partir de una base mecánica probada.
- Diseño Zagato atemporal, funcional y sin artificios.
- Frenos carbocerámicos y suspensión push-rod de primer nivel.
Desventajas a tener en cuenta
- Tracción trasera y par descomunal: exige manos y cabeza; no es plug and play.
- Ausencia de ayudas y pantallas: fantástico para puristas, incómodo para quien busque usabilidad diaria.
- La caja de 5 marchas puede penalizar en circuito en términos de escalonamiento fino frente a DCT modernas.
- Menor reconocimiento de marca frente a iconos establecidos, algo que influye en valor percibido y reventa.
- Homologación y disponibilidad: en un mundo cada vez más regulado, su propuesta analógica puede tener un camino estrecho.
¿Para quién es este coche?
Para el conductor que entra en un garaje lleno de hiperdeportivos con modos drift, aero activa y dashboards de avión y piensa: “yo quiero conducir, no configurar”. El Capricorn 01 Zagato es un manifiesto. No quiere batir récords de Nürburgring con telemetría en la nube; quiere que seas tú quien marque la diferencia. Recompensa el talento, penaliza el exceso de confianza y te devuelve a esa sensación de que el coche eres tú con casco y guantes.
Veredicto del Capricorn 01 Zagato
El Capricorn 01 Zagato es el hiperdeportivo que le recuerda a la industria que la emoción no se mide en amperios. Frente a la mayoría híbrida y eléctrica, lo supera en pureza, en feedback y en ese cosquilleo que sube por los antebrazos cuando encajas tercera con la rejilla cantando metálico. No será el más fácil, ni el más rápido en manos inexpertas, ni el más tecnológicamente abrumador. Pero si lo tuyo es conducir de verdad, esta mezcla de ingeniería alemana y diseño italiano tiene la receta correcta: pocas distracciones, mucha sustancia y un V8 que convierte cada kilómetro en una pista de vinilo bien cuidada. Si la era digital te cansa, aquí tienes tu botón de reset.