BYD va a tope, el eléctrico barato que no ves venir

Si pensabas que los chinos no podían meter más presión en el mundillo eléctrico, vengo a decirte que BYD está a punto de soltar una bomba lowcost que va a hacer temblar a los que llevaban años mirando los Dacia Spring de reojo pero nunca se atrevieron. Y aquí no hablamos de cuadriciclos lentos ni de movidas para repartir pizzas: esto apunta a coche urbano de verdad, con sus pantallitas y con carga rápida para no parecer de otra época. Ojo, que viene la carnicería.
Cosas que molan del nuevo BYD mini
El bicho este ni tiene nombre (todavía). Pero empieza fuerte: batería Blade de 20 kWh. Esas baterías ya las conozco yo bien, y no son de las que te la lían ardiendo el primer verano en Córdoba. Van refrigeradas y la química de litio-ferrofosfato es dura como una roca.
¿Autonomía? Sacará hasta 180 km en ciclo WLTP. Y sí, no vas a salir de ruta desde Almería a Vigo, pero para currar, ir al gym, dejar el coche en zona azul y hacer la compra del Mercadona, de sobra. Para ciudad pura y algún desvío de vez en cuando, lo clava.
Pero lo más spicy: carga rápida de hasta 100 kW. Aquí te explota la cabeza porque la mayoría de eléctricos urbanos, si es que cargan rápido, te plantan 30-50 kW y gracias. Aquí hablamos de meterte media batería en unos 10-12 minutos, si pillas un cargador potente. Para ese volumen de batería, eso es un sorbo y pista.
No es un microcoche de pega
No han copiado las pintas de un Smart antiguo ni el rollo strange de los japoneses Kei. Es un mini BYD pero se ve más coche que buggy. Las imágenes que se han filtrado enseñan un culo estrechito, rollo urbano, pero no minimalista de esos que dan miedo. Tiene limpieza de líneas, sí, pero con detalles chulos: limpiaparabrisas trasero (que ni el Dolphin más básico lo lleva), y el interior respira BYD total.
Volante típico de la casa, pantalla digital tras él (de estas que ya empiezan a venir de serie hasta en modelos de 17.000), y una central grande como una tablet de esas que te distraen cuando estás parado en el semáforo y pita el de detrás. Puro siglo XXI.
¿Y el precio? Directo a la yugular
Aquí es donde este eléctrico promete dar miedo. El BYD Dolphin Surf más barato, con 30 kWh y prestaciones de compactillo, sale en Europa por 19.990 € sin ayudas. El misterioso nuevo BYD bajaría a los 15.000 € (antes de ayudas). Si te mueves muy fino, te pides el MOVES III y te puede quedar la broma… ¿en el rango de un Sandero con pocos extras? En serio, un eléctrico de 15-16 mil por aquí es como ver un unicornio con matrícula de Castellón.
En la teoría, este será el eléctrico del segmento A más asequible que te puedes encontrar en España, si BYD se decide a traerlo tal cual. No hay ningún otro en ese rango de precio aquí que sea un turismo de verdad y que te puedas tirar por la autovía sin miedo.
Aficionados al lowcost, atended
Esto no es un coche para fardar en Instagram de hacerte 600 km de autonomía ni para irte a Salamanca desde Benidorm. Pero va a enamorar a autónomos de ciudad, a familias que quieren segundo coche y a los que hasta ahora se resignaban a fumarse un diésel viejo por la zona de bajas emisiones.
¿Tienes una plaza de parking con enchufe de 32A? Perfecto. ¿Carga rápida cada mes y pico porque vas de Sevilla a Cádiz? Mejor todavía, porque 100 kW permiten cargar el coche entero en menos de media hora y no te tienes que bajar al McAuto a esperar.
¿Y qué tal frente a sus rivales?
El Dacia Spring, lo sabemos todos: batería de 27 kWh, 230 km WLTP, pero la carga rápida limitada a 30 kW en el mejor caso, y si la pillas pagas el pack. El BYD apunta a sacar esos 100 kW como quien saca una bolsa de pipas. En autonomía va algo más justo, pero para ciudad y entorno extraurbano, sin dramas. La fiabilidad de BYD y su garantía suelen ser decentes. No es el “rompe-motores” de algunos urbanos coreanos que han pasado por el taller más veces que por la casa de la abuela.
Y el Dolphin Surf, al que sí he metido mano y he probado varios días, es un coche que cumple sobradamente para todo lo que no sea cruzar el país. Buena calidad interior, batería sólida y consumo real sobre los 14-15 kWh/100 según le apretes más o menos. Si el nuevo pequeño hereda un poco ese tacto de dirección y esa sensación de coche hecho en serio, cuidadito con él porque puede ser el coche del año entre los que buscan primer eléctrico sin romper el cerdito.
Plan urbanita, pero con gadgets
Nuestro segmento A suele estar muy vacío, entre cuadriciclos caros y compactos eléctricos de 23-30 mil pavos. Este BYD viene a pisar cabezas: buen equipamiento, pantallas, probablemente algo de conectividad molona y, ojo con esto… infravalorado por los que solo miran caballos, pero muy válido para moverse por Zaragoza, Bilbao o Valencia sin que te apedreen los de la ZBE.
¿Quién lo va a querer? Gente joven que no quiere complicaciones, padres que pasan de coches grandes para ir por ciudad, seniors que están hartos del gasolina para trayectos cortos, y cualquiera que anda quemado de pagar repostajes a 2 € el litro. No veo a taxistas o floteros tirándose de cabeza, pero para particulares y alguna empresa pequeña, ojo.
Lanzamiento global, pero con guiños
De momento, el coche se ha visto en fase de pruebas con volante a la derecha, lo que en BYD huele a que lo lanzan primero en Asia o UK (como suelen hacer). Pero todo apunta a modelo global. Le meten el volante a la izquierda y en 2026 puede estar pululando por los concesionarios de aquí. Si te lo pillas y le pones pegatina de “mi otro coche es de hidrógeno”, te ganas el cielo de los geeks de la movilidad.
En fin, lo dicho: el eléctrico barato ya no es un mito. Ahora, a ver quién se come el marrón del mantenimiento de tanto lowcost rodando y qué pasa con las primeras unidades en ciudad cuando las grúas los vean con batería al 3 %. Lo vamos a ver. Si tienes alguna duda o algo se me ha escapado, ya sabes dónde encontrarme: aquí, currando y probando lo que se mueva sobre ruedas y no salga ardiendo.