Volvo EX90 2025 vs 2026, análisis de una transformación eléctrica que por fin convence

El mundo de los SUV eléctricos no perdona errores, y menos cuando llevas una “V” azul en la parrilla. Volvo, la marca sueca que siempre ha presumido de seguridad y diseño escandinavo, se la jugó fuerte con el lanzamiento del EX90 en 2025. Pero la realidad es que el estreno fue más propio de un borrador mal corregido que de una revolución eléctrica. Software plagado de bugs, usuarios indignados y titulares poco amables dejaron claro que, en la era digital, un coche no solo se conduce: también se programa.
Ahora, para 2026, Volvo ha decidido pasar página lanzando una versión renovada del EX90. Y no hablamos de un simple lavado de cara: el SUV eléctrico recibe una verdadera metamorfosis tanto en hardware como en software. ¿Es suficiente para dejar atrás los fantasmas del pasado y ponerse a la altura de rivales como el Tesla Model X o el Audi Q8 e-tron? Abróchate el cinturón (virtual), que arrancamos este análisis comparativo.
El software, de villano a héroe (o eso promete Volvo)
El talón de Aquiles del EX90 2025 fue el software. Más que un sistema operativo, parecía una beta lanzada a toda prisa. Los foros ardían con historias de pantallas congeladas y asistentes virtuales con más nervios que un gato en una bañera. Consumer Reports no tuvo piedad y los propietarios empezaron a organizarse para pedir explicaciones (y compensaciones).
Volvo tomó nota y, con el EX90 2026, apuesta por un corazón digital completamente nuevo: el chip Nvidia Drive AGX Orin. Esta plataforma es mucho más que un cerebro potente: es la base sobre la que Volvo quiere construir su futuro autónomo. La promesa es clara: más estabilidad, actualizaciones rápidas y la posibilidad real de escalar hasta sistemas de conducción autónoma avanzada (Level 2+ y, en teoría, hasta Level 5).
Comparando ambos modelos, el salto es abismal. Si el EX90 2025 era un estudiante distraído en clase de programación, el 2026 viene con matrícula de honor y ganas de presumir en la hora del recreo digital. Además, Volvo ofrece a los sufridos propietarios del modelo anterior la posibilidad de actualizar su hardware sin coste adicional. Un gesto que dice mucho, sobre todo en un mercado donde otras marcas suelen mirar hacia otro lado cuando hay problemas postventa.
Arquitectura eléctrica: 800 voltios vs 400 voltios, el turbo invisible
La segunda gran revolución viene bajo el capó (o donde solían estar los motores de combustión). El EX90 2026 da el salto a una arquitectura eléctrica de 800 voltios, dejando atrás los 400 voltios del modelo anterior. ¿Traducción? Cargas mucho más rápidas y eficientes.
En cifras, Volvo asegura que ahora puedes añadir hasta 250 km de autonomía en solo 10 minutos conectado a un cargador rápido. El modelo anterior tardaba unos 30 minutos para pasar del 10 al 80% de batería; ahora se espera que ese tiempo caiga drásticamente (aunque la marca aún no ha dado cifras exactas). Además, la nueva arquitectura ha permitido reducir peso en batería y motores gracias al uso de materiales más avanzados.
¿En qué se traduce esto frente a sus rivales? Tesla fue pionera en adoptar sistemas de alto voltaje para recargas exprés, pero Volvo ya juega en esa misma liga tecnológica. En mercados urbanos o para usuarios con agendas apretadas, este detalle puede marcar la diferencia entre elegir un EX90 o pasarse a otra marca.
Más allá del cargador: autonomía real y experiencia de usuario
Hasta aquí las mejoras técnicas, pero ¿qué pasa con la experiencia real? El EX90 nunca fue mal coche en cuanto a espacio o confort; su diseño sigue siendo uno de los más elegantes en el segmento premium. Sin embargo, la autonomía efectiva y la eficiencia energética siempre han sido puntos calientes en los eléctricos europeos.
La reducción de peso y las nuevas estrategias de gestión energética deberían traducirse en mejores consumos urbanos e interurbanos. Aunque Volvo todavía es cautelosa con las cifras definitivas, se espera que la autonomía homologada supere con holgura los 600 km bajo ciclo WLTP. Esto coloca al EX90 2026 muy cerca —o incluso por delante— del Audi Q8 e-tron y del Mercedes EQE SUV, dos pesos pesados alemanes.
En cuanto a la experiencia digital, la integración con Google Automotive Services se mantiene pero ahora promete menos “crasheos” y más fluidez. Es decir, podrás pedirle a tu Volvo que ponga tu lista favorita de Spotify sin temer que el sistema decida tomarse un descanso inesperado.
Ventajas y desventajas: ¿merece la pena esperar al EX90 2026?
Ventajas claras:
- Conectividad y software mucho más robustos gracias al chip Nvidia.
- Carga ultrarrápida y mejor gestión energética.
- Actualización gratuita del hardware para propietarios previos (¡punto para Volvo!).
- Diseño premium inalterado y mejoras sutiles en calidad percibida.
Desventajas a tener en cuenta:
- Todavía quedan incógnitas sobre la fiabilidad real del sistema actualizado (hasta que ruede por las calles en masa).
- El precio podría incrementarse respecto al modelo anterior debido al salto tecnológico.
- La competencia tampoco se queda quieta: Audi, Mercedes o BMW preparan sus propias actualizaciones para no quedarse atrás.
Contexto de mercado: ¿cómo queda Volvo frente a Tesla y los alemanes?
El segmento premium de SUV eléctricos está más caliente que nunca. Tesla sigue liderando por volumen y ecosistema de carga, pero los clientes europeos buscan alternativas con más personalidad y menos “efecto Silicon Valley”. Audi y Mercedes han subido el nivel tecnológico y Volvo sabe que ya no basta con ofrecer seguridad o estética nórdica: la batalla se libra ahora en el software y la infraestructura eléctrica.
Con el EX90 2026, Volvo demuestra que ha escuchado al mercado —y a sus propios clientes— apostando por soluciones reales frente al postureo tecnológico. La clave será comprobar si esta segunda oportunidad se traduce en una fiabilidad a prueba de trolls digitales… y si consigue convencer tanto a los fieles escandinavos como a los indecisos tecnológicos.
¿Redención sueca o déjà vu digital?
El Volvo EX90 2026 es mucho más que una actualización: es una declaración de principios. Frente a un debut complicado, Volvo reacciona con una apuesta fuerte por la tecnología y la experiencia de usuario. Si cumple lo prometido, puede convertirse en la referencia europea frente a Tesla y los gigantes alemanes.
Eso sí, nadar contracorriente nunca fue fácil. Pero si hay algo que saben hacer bien en Suecia —aparte del salmón marinado— es aprender rápido de los errores. El EX90 2026 pone toda la carne en el asador... Ahora solo falta ver si este menú convence hasta al comensal más exigente.