Volkswagen y su proyecto Nova: no te enteras, eléctrico

Volkswagen y su proyecto Nova: no te enteras, eléctrico
El proyecto Nova de Volkswagen: una nueva arquitectura para el grupo VW

Todos prometían coches eléctricos por un tubo, enchufados hasta la médula, y resulta que el motor de combustión resucita, más bestia que nunca, como el T-800 pero con pistones. Los alemanes de Volkswagen no quieren quedarse viendo cómo Tesla saca pecho. Así que han puesto toda la carne en el asador con esto del Proyecto Nova. Y ojo, no solo pasta, hablamos de miles de millones para sacar motores de combustión más modernos, más listos y listos para todo lo que les echen.

El crack de la electrificación, una cura de humildad

A ver, que no se engañe nadie. Hace dos, tres años, todas las marcas en Europa bajaban la persiana del motor de combustión. Que si en 2035 todo eléctrico, que si adiós diésel, que si... Bla, bla, bla. Incluso Mercedes, que siempre va de premium y pionera, dijo que en 2025 la mitad de sus ventas serían eléctricas. Pues nanai. Saltó la torta en ventas y hasta los grandes han tenido que bajarse del unicornio eléctrico. La realidad en España y Europa es que el eléctrico vale una pasta y para tener uno en casa, o vives en un chalet o te buscas la vida para enchufarlo.

Toyota, por ejemplo, ni caso desde el principio, y siguen con su rollo híbrido, enchufable y gasolina. En la calle la peña pide coches que duren, que no te dejen tirado cuando bajas a Cádiz de vacaciones.

Euros, normas y políticos fuera de onda

La Euro 7 se iba a comer el mundo, metiendo presión a los motores diésel, pero mira. Se retrasa hasta 2027 y se relajan los límites. Por si ves la TV y te comes el tostón político: la industria del coche en Europa está hasta las narices y han tenido que parar y pensar. A la vista está, con Volkswagen lanzándose ahora a invertir millonadas en combustión.

Proyecto Nova: motores, pero con neuronas

Aquí está la jugada: Project Nova va sobre una nueva arquitectura para grandes berlinas, SUV y bichos deportivos, pero con combustión y PHEV (híbrido enchufable). Lo importante es que cambian el cerebro del coche. Se acabaron los 200 ordenadores estúpidos, ahora ponen unos cuantos pepinos potentes que lo controlan todo. Así reducen cables, peso, margen de fallo y hasta costes. Y si habéis visto cómo funciona el sistema eléctrico de algunos coches actuales... mejor que simplifiquen.

El ejemplo de Porsche: Taycan y Macan, menuda montaña rusa

En Porsche se fliparon bastante con el Taycan eléctrico. Salió y la peña lo compraba casi a paladas. Pero como el que compra pan caliente, solo al principio. Ahora no lo quiere ni Perry. Y no porque sea mal coche: da 761 CV en el Turbo S, acelera de 0 a 100 en 2,8 segundos y te puedes fundir a un Audi RS en la M-40. Pero la realidad es que muchos prefieren el zambombazo del motor gasolina, el placer de pisarle y escuchar el rugido.

Mi experiencia probando el Taycan fue una locura: tecnología, acelerón brutal, pero acabas echando de menos el olor a gasolina y el petardeo al reducir marchas.

Combustibles sintéticos y las locuras de Porsche

Ojo a Porsche, que encima están empeñados en que cuando el petróleo se acabe o lo prohíban, seguirán dándonos alegría con gasolina sintética. Tienen una planta en Punta Arenas (sí, en Chile, a tomar viento), donde sacan su gasolina "verde". Si esto sale bien, igual puedes meterle su combustible sintético a un 911 y la DGT ni se entera.

Bentley y Lamborghini: más gasolina, menos postureo

Bentley y Lamborghini pasan olímpicamente de enterrar de golpe el motor de combustión. Los de Sant’Agata (Lambo), han parado el primer modelo eléctrico en seco. Dicen que ya veremos, que cuando el mercado realmente quiera eléctrico, entonces ya tal. Mientras, V8 y V12 para todos.

El lío de producción con China cortando el bacalao

Otro punto que no sale en los anuncios de coches: Europa no puede fabricar eléctricos a lo bestia sin materiales de China. No hay tierras raras suficientes aquí ni para media fábrica de baterías. Así que depender del gigante asiático para cosas tan tontas como un imán de motor no mola.

Por eso muchas marcas ya producen coches en China, o piezas, sean eléctricos o no. Aquí en España, esto nos toca bastante, porque viene mucha pieza coreana, china o alemana, pero made in China. Si crees que tu Golf es 100% alemán, fliparías viendo la etiqueta de algunos componentes.

Modelos Volkswagen y motores para todos los gustos

Mientras Volkswagen presume del Nova, en su garaje hay de todo:

  • Golf: Compacto de toda la vida, gasolina, diésel, híbrido... En 2024 sigue vendiéndose bien. Motores como el 1.5 TSI de 130 CV o el GTI (2.0 TSI, 245 CV), con cajas DSG que cambian más rápido que tus excusas para no madrugar.
  • Passat Variant: El familiar más trotamundos. Motores TDI y también eHybrid (PHEV). El eHybrid de 218 CV se anuncia con hasta 56 km en modo eléctrico.
  • Tiguan: El SUV estrella. Motores diesel 2.0 TDI, gasolina 1.5 TSI, versiones 4Motion y cajas DSG. El nuevo Tiguan sigue siendo referente para familias y para darlo todo en las rotondas del polígono.
  • ID.4, ID.5, ID.7: Los eléctricos, que ahí están. El ID.4 tiene 204 CV en la versión de tracción trasera, batería de 77 kWh y homologan 525 km de autonomía WLTP. Pero ya te digo que en España eso baja si pones el aire a tope por Sevilla en agosto.

Cierro con una derrapada

El sector tiene que buscar el equilibrio: electrificación sin olvidar la vieja escuela. Y ahora mismo, lo petan los motores mixtos, gasolina modernizado e híbrido enchufable. El futuro ya no es solo enchufe, sino elegir cuando quieras ponerle gasolina, gas o el siguiente milagro.

Acelera y decide tú.