¿Un Mustang eléctrico en el horizonte? Ford lo descarta y la gasolina sigue rugiendo

¿Un Mustang eléctrico en el horizonte? Ford lo descarta y la gasolina sigue rugiendo
Si quieres un Mustang eléctrico tendrás que mirar al Mustang Mach-E, aunque sea como pedir sushi en un asador argentino.

La electrificación avanza, pero no todos están dispuestos a subirse al tren tan rápido como parece. Si eres fanático del rugido de los motores y soñabas con un Ford Mustang eléctrico aparcado en tu garaje, será mejor que sigas soñando. La marca de Detroit ha decidido, al menos por ahora, mantener su icónico deportivo fiel a la gasolina durante bastante más tiempo del que muchos imaginaban.

El mercado eléctrico: ¿expectativas infladas?

En los últimos años, la industria automotriz ha vivido una auténtica fiebre eléctrica. Todos prometían coches sin emisiones, autonomías de ciencia ficción y un futuro donde los motores térmicos serían piezas de museo. Pero la realidad es terca: la adopción de vehículos eléctricos avanza a paso de tortuga, sobre todo en mercados clave como Estados Unidos, donde los incentivos han bajado la marcha y las infraestructuras aún patinan.

Y en ese escenario, Ford ha decidido pisar el freno. Nada de Mustang eléctrico para la próxima generación. Ni híbrido ni nada que se le parezca. Al menos, no en el corto ni medio plazo.

Ford Mustang: gasolina para rato

Según fuentes internas y declaraciones recientes del propio jefe de Ford, Jim Farley, el Mustang seguirá quemando gasolina bien entrada la década de 2030. El directivo lo dejó claro y sin espacio a dobles interpretaciones: “Lo único que puedo prometer es que nunca haremos un Mustang completamente eléctrico”. Ni hace falta leer entre líneas.

La decisión no es casual ni caprichosa. Ford ha analizado las tendencias y sabe que el Mustang es mucho más que un coche: es un símbolo, un pedazo de historia con ADN octanado. Convertirlo en eléctrico sería casi como hacer una paella sin arroz. Puede hacerse, sí, pero ¿quién querría probarla?

¿Por qué Ford dice no (por ahora) al Mustang eléctrico?

Varias razones pesan en la balanza:

  • Ritmo lento en ventas eléctricas: El boom esperado no ha llegado. La mayoría de conductores sigue apostando por vehículos de combustión.
  • Políticas cambiantes: Las ayudas y normativas pro-eléctricos cambian según el gobierno de turno, lo que no da mucha confianza para inversiones multimillonarias.
  • Identidad del modelo: El Mustang representa potencia bruta, sonido inconfundible y una experiencia visceral que, admitámoslo, todavía no ofrecen los motores eléctricos.

¿Y el futuro? Nunca digas nunca

Aunque hoy la respuesta es un rotundo “no”, la historia del automóvil está llena de giros inesperados. Quizá dentro de unos años el mercado dé la vuelta a la tortilla y veamos un Mustang eléctrico que haga palidecer al V8 original. Pero por ahora, si quieres algo eléctrico con el logo del óvalo azul, tendrás que mirar al Mustang Mach-E… aunque para los puristas eso sea como pedir sushi en un asador argentino.

Así que ya sabes: si te gusta el Mustang clásico, sigue disfrutándolo… porque la gasolina aún tiene cuerda para rato.