Kia te cuenta los secretos para vender 200.000 eléctricos en Europa

Kia te cuenta los secretos para vender 200.000 eléctricos en Europa
Kia fabricará 100.000 Kia EV2 y 100.000 Kia EV4 cada año en Europa

Kia se ha quitado los complejos y ha puesto cifras sobre la mesa. No son pequeñas. El fabricante confirma que fabricará en Europa alrededor de 100.000 unidades anuales del Kia EV2 y otras 100.000 del Kia EV4 una vez completado el ramp up, con la planta de Žilina, en Eslovaquia, como epicentro. El propio Ho Sung Song, CEO global de Kia, lo ha descrito sin rodeos. La capacidad eléctrica europea de la marca se multiplicará casi por tres con estos dos modelos. Detrás del titular hay una cadena de decisiones estratégicas que explican por qué el movimiento no es solo ambicioso. Es quirúrgico.

Por qué 200.000 y por qué ahora

La ventana temporal no es casual. El EV4 inició su producción en Europa el 20 de agosto de 2025, convirtiéndose en el primer eléctrico de Kia ensamblado en el continente. El EV2 se suma en 2026. El objetivo de estabilizar más de 100.000 unidades anuales por cada modelo a partir de 2027 encaja con un plan de tres fases. Lanzamiento, combinación de aprendizaje y escalado, y consolidación del volumen. No es magia. Es planificación industrial con café muy cargado.

Esa cifra de 200.000 es más reveladora si se compara con las previsiones iniciales. Kia Europa barajaba entre 20.000 y 30.000 unidades para el EV4. La respuesta del público tras su presentación en Múnich obligó a recalcular. Cuando una marca triplica sus planes en cuestión de meses no es solo marketing. Es capacidad de la cadena de suministro, negociación con proveedores y un tablero de inversión ya abierto.

Žilina, el nuevo kilómetro cero eléctrico de Kia

La fábrica eslovaca ya estaba preparada para grandes ligas. Tiene una capacidad nominal de 320.000 vehículos al año y puede estirarse a unas 350.000 unidades con turnos adicionales. Kia está invirtiendo 108 millones de euros para adaptar líneas a los nuevos eléctricos. Esa cifra no suena a proyecto piloto. Suena a conversión seria de operaciones para carrocerías y trenes motrices que exigen otra logística, otra ergonomía y otra instrumentación.

Lo interesante no es solo que Žilina pueda producir mucho. Es la proporción. Con 200.000 EV2 y EV4, más de la mitad de la capacidad potencial pasaría a ser eléctrica en el corto plazo. Eso implica menos dependencia de motores térmicos dentro de la misma planta y un cambio de mix que pega con la ambición de Kia. El paso no se hace a ciegas. Eslovaquia es un nodo de automoción en el centro de Europa, con acceso rápido a proveedores, mano de obra cualificada y enlaces logísticos en todas direcciones. Cuando se busca volumen estable, la geografía importa.

EV2, el urbano que quiere redefinir el segmento sin pedir perdón

El Kia EV2 será el eléctrico más pequeño y asequible de la gama. En torno a cuatro metros de longitud, enfoque urbano y un discurso que promete redefinir la movilidad en ciudad con un interior flexible y la última conectividad. El truco oculto está en la plataforma y la industrialización. Si logras empaquetar bien batería, habitabilidad y costes, puedes competir donde duele, que es el precio de acceso. Ese es el ring donde se ganan las cuotas en Europa. El EV2 no necesita ser espectacular. Necesita ser racional, fácil de producir, rentable y agradable de usar cada día. Si hay un coche pensado para convertir escépticos, es este.

EV4, el compacto que llega con tiro largo

El Kia EV4 se posiciona como compacto eléctrico con un enfoque más deportivo. Tendrá versiones de tipo fastback y berlina, con producción de algunas variantes prevista en Corea del Sur y un fuerte pilar europeo ya activo. El dato llamativo es su autonomía anunciada de hasta 630 kilómetros, que lo sitúa en la parte alta del segmento. Esa cifra no solo es un reclamo de marketing. Permite a Kia jugar en la liga de los viajes largos sin ansiedad y convertir al EV4 en una alternativa real a compactos térmicos bien establecidos. Los 100.000 anuales combinados para sus variantes son la señal de que la marca ve demanda suficiente para sostener un ciclo de vida sólido.

Lo que nadie te cuenta de producir aquí y ahora

Fabricar en Europa no es una foto para el informe anual. Es una póliza contra la volatilidad. Reducir trayectos marítimos, amortiguar el tipo de cambio, responder a la demanda con plazos cortos y navegar regulaciones que cambian deprisa. Además, posiciona mejor a la marca frente a políticas que favorecen la producción local, alinea el producto con las exigencias de sostenibilidad del mercado europeo y da margen para ajustar configuraciones y precios por país con más agilidad.

Hay otra capa. Adaptar una planta existente con 108 millones implica que Kia no se casa con una sola carrocería ni con una única batería. Lo inteligente es diseñar líneas flexibles que admitan variaciones de packs, ejes y cableado, y que permitan subir o bajar turnos según se mueva la demanda entre EV2 y EV4. Cuando pones 200.000 unidades sobre el tablero, los proveedores te escuchan de otra manera. Mejoras condiciones y aseguras componentes críticos. A veces el gran secreto no es la química de la batería. Es la estabilidad del pedido.

De la intención a la ejecución, las sutilezas que marcan

Una promesa de multiplicar por casi tres la capacidad europea se sostiene en detalles menos vistosos. Ritmos de producción compatibles con las curvas de aprendizaje de un eléctrico, ergonomía para packs voluminosos, formación específica de operarios, estaciones de test de alta tensión y control de calidad con nuevos umbrales. Si el primer EV de Kia hecho en Europa salió de línea el 20 de agosto de 2025, significa que esas competencias ya están vivas dentro de la planta.

La otra sutileza es comercial. Pasar de 20.000 o 30.000 unidades previstas del EV4 a seis cifras implica una red de ventas preparada para entregar, mantener y actualizar software a escala. El discurso de la conectividad no acaba en el coche. Continúa en el back end que sostiene campañas, diagnósticos y mejoras. Si Kia quiere ser protagonista en compactos y urbanos, el soporte posventa y las actualizaciones son parte del producto, aunque no salgan en la foto.

Dos modelos, casi todos los segmentos

Con EV2 y EV4, Kia cubre el arco desde el urbano racional hasta el compacto de vocación familiar y deportiva. Esa pinza completa una oferta que, en conjunto, toca desde coches de ciudad hasta SUV familiares. La marca no está lanzando dos satélites aislados. Está construyendo una gama donde el cliente de un utilitario eléctrico pueda mirar hacia arriba dentro de la misma casa cuando quiera más espacio o potencia. El resultado es una fidelización que también se fabrica en Žilina.

La incógnita interesante es el reparto del pastel dentro de la planta. Si EV2 y EV4 suman 200.000, ¿qué sucede con el resto de modelos térmicos o híbridos que hoy salen de Eslovaquia? Es razonable esperar un reequilibrio gradual. No hay que dramatizarlo. Es el tipo de transición que llevamos años anticipando, ahora con cifras y fechas concretas.

Fechas que conviene subrayar

EV4 ya está en producción europea desde agosto de 2025. EV2 se incorpora en 2026. En 2027 se apunta a estabilizar 100.000 unidades anuales para cada modelo. La planta puede crecer desde 320.000 hasta 350.000 con turnos adicionales. Y hay 108 millones en inversión para adaptarse a esta nueva capa eléctrica. Con estas piezas, se entiende mejor por qué el CEO se atreve a poner un multiplicador sobre la capacidad continental.

El fondo de la revelación

La gran revelación es que Kia usa dos coches estratégicos para cambiar la inercia de su producción europea sin ruido de fórmulas grandilocuentes. Volumen donde duele, autonomía competitiva, costes mejor controlados y cercanía al cliente. EV2 aspira a ser la llave de entrada a la movilidad eléctrica de muchos conductores. EV4 quiere que no eches de menos tu compacto de toda la vida. El resto es una coreografía industrial que, bien ejecutada, convierte los anuncios en coches circulando.

Queda por ver la respuesta del mercado cuando los concesionarios tengan ritmo y los tiempos de entrega bajen. Es ahí donde las 200.000 unidades al año dejan de ser una promesa y se convierten en una estampa habitual en las calles europeas. Si todo sale como está trazado, Žilina será un nombre que escucharás más de una vez. Y no hará falta mirar la matrícula para saber por qué.