San Fermín eléctrico, Pamplona se pasa de los toros al Mini

San Fermín eléctrico, Pamplona se pasa de los toros al Mini
Campaña de Lurauto en San Fermín

Pamplona. Domingo a las 8 de la mañana. Hay quien va directo de fiesta y otros que se preparan para correr. ¿Toros? Ni de broma. Este año, los únicos que han embestido son 13 Mini Cooper SE eléctricos. Sí, eléctricos, y encima con nombre de chiste: San FerMINI. Vale, era marketing, pero se montó buena movida.

El primer encierro del año ha sido más silencioso y sin peligro de empitonar. Pero el espectáculo ha estado. 13 pequeños eléctricos británicos sustituyen a los astados de toda la vida y hacen el recorrido clásico: corrales, cuesta del Santo, plaza del Ayuntamiento, calle Estafeta, Telefónica y zas, el Callejón. Todo hasta llegar a la Plaza de Toros, que cumple 100 años. Es como si el tráfico se hubiera aliado con una peña de frikis de la movilidad eléctrica. Y ojo, todo el tramo vallado, pero los únicos pitidos eran de claxon.

Mini Cooper SE: pequeño, eléctrico y a tope de postureo

Lo que han sacado a pasear por las calles de Pamplona han sido Mini Cooper SE. El más moderno de la saga, pero fiel a su estilo compacto y descarado. Lo típico de los Mini: te parece un coche simpático hasta que te das cuenta de que tiene más carácter que un Guardia Civil multando.

Motor eléctrico de 135 kW, o sea, 184 caballos. Eso da para ponerse a 170 km/h si eres valiente (o un poco tarado). Batería de 32,6 kWh, con autonomía de unos 300 km WLTP, aunque en conducción real aquí en España, entre rotondas y semáforos, rondará menos. En cuanto lo coges, no da la sensación de coche verde aburrido. Acelera de 0 a 100 en poco más de 7 segundos. No es un Tesla Plaid, pero para un utilitario, pica.

El rollo de la recarga no es ninguna tortura: carga rápida a 50 kW y recuperas el 80% de la batería en apenas media hora larga. Eso sí, si lo enchufas a casa como si fuera la Thermomix, vete a dormir, porque carga lento.

He tenido la suerte de probarlo hace unos meses, y cuando te metes con él por ciudad, sientes que puedes hacer el doble de tareas en la mitad de tiempo. Acelera con una patada sorprendente para un coche tan pequeño y tiene el extra del one-pedal feeling, ese efecto de decelerar al soltar el acelerador. Parece casi un kart pero sin el olor a gasolina. Al aparcarlo, te cuela en huecos donde otros solo ven la acera.

¿Cuánto cuesta meterse un San Fermín eléctrico?

El Mini Cooper SE no es barato. Aquí en España parte de 36.900 euros pelados para la versión básica. Hay quien dirá que te compras un utilitario japonés, lo llevas a Gasolina y aún te sobran unos billetes para tapear por Pamplona toda la semana. Pero no tienes el magnetismo de un Mini, ni ese toque a lo Mr. Bean actualizado, ni las opciones de personalización que vuelven loco a cualquier milenial.

Eso sí, olvídate de viajes a Galicia ida y vuelta sin planear paradas, porque la batería es lo que es. Eso sí, para ciudad y área urbana, la autonomía cumple. Meterte el encierro eléctrico y después una ruta a la playa sería jugársela a perder la toalla por el camino.

De toros a compactos, la fiesta se reinventa

La movida de MINI España y el concesionario Lurauto de Pamplona no es solo un guiño a la electrificación. Es un toma esto, a la tradición. Unos cuantos afortunados (seleccionadísimos, claro) han podido correr delante de los Minis por el recorrido de los encierros. No hay morbo de cornadas, pero sí adrenalina, sobre todo cuando miras por el retrovisor y ves 13 Minis pegados como si fueran una escena de Mario Kart.

Hubo quien flipaba, hubo cabreo de algún pureta, pero el evento fue seguro, organizado y, para ser sinceros, les quedó simpático. Los ingleses no entendieron nada, pero aplaudieron. Los locales, algunos se reían, otros protestaban por la falta de ruido, pero seguramente más de uno se planteó volverse eléctrico después de ver cómo los Mini subían la cuesta del Santo sin fumar por el escape.

Mini: una gama para todos los gustos

Sigo con el rollo Mini porque hay para elegir. En catálogo tienes de todo:

  • Mini 3 puertas, el clásico. Desde unos 22.300 euros y sensaciones únicas en cada curva.
  • 5 puertas, más práctico si tienes que meter amigos.
  • Countryman, para posturear con estilo SUV británico. Desde casi 40.000 euros ya te digo que mejor que te guste de verdad.
  • Clubman, Aceman, Cabrio… Opciones para rato.

He probado el Cooper SE y el John Cooper Works gasolina. Te retan a elegir entre uno y otro, cada uno con su gracia. El eléctrico te muerde al salir del semáforo, el gasolina ruge y te atrapa si eres de los de apretar el pedal. Para ciudad, el eléctrico es un juguete con matrícula; para pasarte de rally amateur, el JCW es tu droga.

El futuro ya no es solo de toros

Pamplona, San Fermín, encierros con Eco y leds en vez de mugidos y pezuñas. El deportivo británico se reinventa y te puedes marcar un encierro sin mancharte de sangre, pero con la batería por la mitad si te emocionas con los acelerones.
La calle Estafeta ya no huele a toro, huele a futuro.