Rivian R2, el as bajo la manga que puede cambiar el juego de los eléctricos en 2025

Rivian R2, el as bajo la manga que puede cambiar el juego de los eléctricos en 2025
Rivian prevee entregar entre 41.500 y 43.500 unidades este año

La vida en el mundo de los coches eléctricos en 2025 no está siendo precisamente un paseo por la playa para Rivian. La firma californiana, famosa por sus todoterrenos eléctricos tan premium como una máquina Nespresso bañada en oro, acaba de recortar su previsión de entregas para este año. ¿El motivo? El crecimiento de ventas de sus modelos estrella, el R1S y el R1T, parece haberse quedado estancado en la estación. Y ojo, porque la cosa no se arregla con un par de actualizaciones de software.

En el tercer trimestre, Rivian ha entregado 13.201 vehículos, su mejor marca del año. Pero nada de sacar el confeti: la previsión anual se ha reducido a una horquilla entre 41.500 y 43.500 unidades, lejos de los optimistas 51.000 coches que esperaban vender cuando comenzó el año.

Un mercado eléctrico lleno de baches… y sin crédito fiscal

El sector del coche eléctrico en Estados Unidos está sorteando más obstáculos que un rallycross. Y Rivian, como buen alumno aplicado, está tomando apuntes. Entre los culpables del frenazo están la desaparición del crédito fiscal de 7.500 dólares (ese que animaba a más de uno a lanzarse a la movilidad eléctrica), y un clima político menos amable con los vehículos eléctricos.

El resultado: muchos compradores adelantaron su decisión antes de perder la ayuda y ahora toca esperar sentados a que se reactive la demanda. Por si fuera poco, las previsiones ya se ajustaron a la baja en mayo, cuando la administración estadounidense decidió ponerle trabas extra al sector. Sí, la fiesta del coche eléctrico está teniendo más altibajos que una montaña rusa.

¿Por qué el R1S y el R1T han tocado techo?

A pesar de que los R1T y R1S han recibido ovaciones (y algún que otro aplauso digital en YouTube), sus ventas llevan dos años más planas que una carretera de Nevada. El quid de la cuestión parece estar en el precio: rondar los 90.000 dólares no es apto para todos los bolsillos, ni siquiera para los fans de Tesla cansados del Model X.

RJ Scaringe, fundador y CEO de Rivian, reconocía hace poco que confiaban en encontrar mayor demanda para coches eléctricos premium… pero la realidad les ha dado un baño de humildad. Parece que, aunque la propuesta sea innovadora y molona, hay un límite para lo que el público está dispuesto a pagar.

El R2: ¿la pócima mágica contra el estancamiento?

Aquí entra el verdadero protagonista: el Rivian R2. Este SUV compacto promete ser más asequible y jugar en las grandes ligas del volumen de ventas. Menos precio, más unidades. Así de simple… o así debería ser. El lanzamiento del R2 previsto para el año que viene no solo es importante; es el movimiento clave para evitar que Rivian se convierta en otro sueño eléctrico truncado.

El reto no es pequeño: conquistar a ese público que quiere un eléctrico práctico, con personalidad y sin hipotecar medio sueldo durante una década. Si el R2 logra conectar con este segmento, Rivian podría pasar del estancamiento al sprint en tiempo récord.

Mirando hacia adelante: ¿qué puede aprender Rivian (y qué podemos esperar)?

El mercado está dejando claro que el producto premium tiene techo, y que los incentivos públicos no duran para siempre. Rivian necesita diversificar su catálogo y afinar precios si quiere sobrevivir al duro invierno eléctrico estadounidense.

En resumen: 2025 será año clave para ver si el R2 convierte a Rivian en protagonista o en espectador de lujo en la revolución eléctrica. Porque sí, fabricar coches eléctricos innovadores mola mucho… pero venderlos es otro cantar. Y ahí está el verdadero examen.