Renault 5 Turbo 3E vs deportivos eléctricos actuales: ¿leyenda resucitada o revolución real?

Cuando Renault anunció el regreso del 5 Turbo, los nostálgicos de los 80 se frotaron las manos: ¿sería otro mero ejercicio de marketing retro, o de verdad podríamos hablar de un deportivo eléctrico a la altura de la leyenda? El Renault 5 Turbo 3E llega con ambición: no solo homenajea al mítico R5 Turbo de rally, sino que promete plantar cara a los deportivos eléctricos más radicales del momento. Analizamos si el mito reimaginado puede mirar de tú a tú a rivales como el Porsche Taycan, el Tesla Model 3 Performance o incluso a bestias como el Audi RS e-tron GT.
Del Grupo B al siglo XXI: ADN de rally y tecnología futurista
Pongámonos en contexto. El Renault 5 Turbo original fue un coche sin complejos: motor central, tracción trasera, 160 CV y una silueta cuadrada que hoy sigue levantando pasiones. Ganó el Montecarlo en 1981 y su versión Maxi Turbo, con más de 350 CV, era puro exceso ochentero. El nuevo Turbo 3E recoge ese espíritu, pero lo lleva directo al futuro con una receta que fusiona herencia y vanguardia.
La plataforma del 3E es una declaración de intenciones: monocasco de fibra de carbono y chasis de aluminio. Aquí Renault no escatima en tecnología ni en guiños a la competición, como harían McLaren o Ferrari en sus superdeportivos. El peso ronda los 1.450 kg, sorprendentemente bajo para un eléctrico de estas prestaciones, y la relación peso-potencia se queda en unos impresionantes 2,6 kg/CV. Para ponerlo en perspectiva, el Porsche Taycan Turbo S está por encima de los 2.200 kg y el Tesla Model 3 Performance supera los 1.800 kg. El francés juega en otra liga… al menos en báscula.
Prestaciones: cuando la nostalgia te pega al asiento
Aquí viene la parte divertida: ¿cómo se traduce esa dieta ligera y esos materiales exóticos en la carretera? El Renault 5 Turbo 3E monta dos motores eléctricos –uno por cada rueda trasera– que juntos entregan nada menos que 555 CV y un par instantáneo superior a lo que cualquier R5 Turbo original podría soñar. Gracias a ello, el 0 a 100 km/h cae por debajo de los 3,5 segundos y la velocidad máxima ronda los 270 km/h.
Comparando con sus rivales más directos, el Taycan Turbo S necesita 2,8 segundos para alcanzar los 100 km/h, pero también cuesta el doble y pesa mucho más. El Model 3 Performance está en cifras similares (3,3 segundos), pero carece del exotismo y la exclusividad del francés. Y si hablamos de sensaciones, pocos pueden presumir de tener modos específicos para ‘drift’ y ‘track’ como el Turbo 3E: aquí Renault se ha tomado en serio lo de divertir al conductor.
Eso sí, la autonomía no es el principal reclamo; este coche está pensado para exprimirlo en circuito o disfrutarlo en escapadas cortas. No esperes cruzar Europa sin parar a cargar: aquí lo que cuenta es la emoción, no la eficiencia.
Diseño: retrofuturismo con aerodinámica de carreras
Si algo destaca del nuevo R5 Turbo es su estética. No es otro SUV anodino ni un compacto eléctrico más: su silueta musculosa, las aletas ensanchadas y los detalles retro reinterpretados (esas ópticas cuadradas, las llantas de 20 pulgadas) hacen que gire cabezas allá donde va. Pero no es solo fachada: la aerodinámica es funcional.
Los paragolpes sobredimensionados, el difusor trasero y las tomas de aire activas canalizan el flujo para estabilizar el coche a alta velocidad y generar carga aerodinámica real. Incluso las líneas rectas del lateral cumplen una función técnica. Aquí hay más ingeniería que nostalgia barata.
Y si te gusta personalizar, vas a disfrutar: Renault ofrece una personalización prácticamente total del diseño exterior e interior, incluyendo… ¡el sonido! Porque sí, un eléctrico puede sonar tan gamberro como quieras (aunque tu vecino igual no comparte tu entusiasmo).
Tecnología vs tradición: ¿puede un eléctrico emocionar tanto como un turbo?
El gran reto del Turbo 3E es responder a esa pregunta: ¿emociona igual un eléctrico que un turboalimentado clásico? Renault ha apostado fuerte por la tecnología para lograrlo. Suspensión independiente en las cuatro ruedas, amortiguadores ajustables, modos de conducción radicales y una rigidez estructural digna de un coche de carreras.
El sistema eléctrico permite un control de tracción milimétrico y la entrega de potencia es tan inmediata que hasta los más puristas pueden quedarse boquiabiertos. Sin embargo, la falta del bramido mecánico o las vibraciones de un motor turbo siguen marcando diferencias emocionales. Aquí entra en juego la personalización del sonido artificial… sí, podrás hacer que tu coche suene como si llevara un turbo ochentero bajo el capó (o como una nave espacial, si te va lo futurista).
Mercado actual: ¿dónde encaja el Renault 5 Turbo 3E?
En un mercado dominado por SUVs eléctricos y compactos racionales, el Turbo 3E aparece como un rara avis. No compite por precio ni practicidad; su hábitat natural son los circuitos privados, las concentraciones exclusivas y las colecciones de entusiastas. Frente a rivales como el Alpine A110 eléctrico (cuando llegue), los deportivos alemanes o incluso propuestas como el Lotus Eletre, el Renault apuesta todo al diseño evocador y la experiencia pura.
La serie limitada garantiza exclusividad (y precios elevados), pero también limita su impacto real en ventas. No es un coche para todos los públicos; es un capricho para quien quiere algo diferente… y tiene una cuenta corriente a prueba de sustos.
Ventajas frente a sus rivales
El Renault 5 Turbo 3E ofrece varias bazas únicas: peso contenido para ser eléctrico, chasis digno de competición, diseño inconfundible y modos pensados para la diversión sin filtros. Si buscas algo más que cifras en una hoja técnica y quieres sentirte protagonista cada vez que te subes al coche, pocos eléctricos pueden competir con él.
Además, su herencia deportiva y la posibilidad de personalización lo convierten en una pieza casi única dentro del panorama actual.
Desventajas: no todo es perfecto bajo el capó
Por supuesto, no hay coche perfecto (ni siquiera vestido de icono ochentero). La autonomía y la practicidad quedan en segundo plano; este no es tu aliado diario para ir al trabajo o hacer largos viajes familiares. El precio será elevado –más que algunos Porsche eléctricos– y su uso óptimo está lejos de la vía pública convencional.
Tampoco olvidemos que parte del encanto del original era esa sensación bruta e impredecible que solo ofrecen los coches analógicos; aunque el Turbo 3E lo intenta con tecnología avanzada, nunca será exactamente igual.
Renault 5 Turbo 3E: ¿supera a sus rivales o es solo un capricho exclusivo?
En resumen, el Renault 5 Turbo 3E es mucho más que un revival nostálgico: representa una visión radicalmente diferente de lo que puede ser un deportivo eléctrico. Frente a rivales más racionales o tecnológicamente avanzados, ofrece pasión, diseño único y prestaciones dignas de circuito.
¿Supera al resto? En sensaciones y exclusividad, desde luego. En practicidad o relación calidad-precio… ahí ya es otra historia. Pero si buscas algo capaz de hacerte sonreír cada vez que gires la llave (bueno, pulses el botón), este francés tiene todos los ingredientes para convertirse en leyenda eléctrica. ¡Vive le turbo!