¿Qué fábrica española se llevará el Leapmotor B10 y por qué puede mover el tablero?

Stellantis ha dado un paso poco común en la industria occidental. En lugar de plantar cara a China desde la distancia, se ha aliado con una firma del gigante asiático para acelerar su ofensiva eléctrica en Europa. Así nace Leapmotor Internacional. Ya ha puesto en las calles los T03 y C10, y ahora asoma el B10, un SUV llamado a ser la tercera pata del taburete. La decisión clave está a la vuelta de la esquina. Antes de que acabe el año se sabrá qué planta europea montará el B10. Y España tiene papeletas serias.
Qué hay en juego
Los aranceles de la Unión Europea han cambiado la partida. Producir un eléctrico en China para venderlo aquí ya no sale a cuenta como antes. El coste adicional empuja a llevar la fabricación al Viejo Continente. Stellantis tiene una red industrial potente y en España cuenta con tres plantas de primer nivel. No es solo una cuestión de orgullo. Fabricar el B10 aquí puede traer inversiones, nuevos proveedores y empleo de calidad. También reducir plazos de entrega y huella logística. Y sí, el precio final puede respirar si el coche evita peajes aduaneros.
Las tres candidatas en España
Vigo
Es una veterana con músculo. Conoce el eléctrico, maneja grandes volúmenes y vive pegada a un puerto que facilita la exportación. Su ecosistema de proveedores está consolidado y la flexibilidad de sus líneas es una referencia. Si el B10 busca cadencia alta y logística ágil, Vigo encaja como un guante. Además, ya ha trabajado con plataformas multienergía y versiones de cero emisiones, lo que reduce el tiempo de adaptación.
Zaragoza
Figueruelas es sinónimo de productividad. Lleva años exprimiendo la eficiencia con modelos superventas y variantes eléctricas. Tiene una ubicación privilegiada para distribuir hacia el centro de Europa y acceso ferroviario potente. Si se prioriza estabilidad, costes ajustados y rampas de producción controladas, su candidatura es sólida. Y ojo con su experiencia lanzando nuevos SUV, un know how que el B10 podría aprovechar.
Madrid
Villaverde ha dado un salto de calidad con líneas modernas y procesos muy digitalizados. Produce eléctricos puros y seduce con su cercanía a centros de decisión y talento. Su tamaño es más contenido, aunque eso también puede jugar a favor si el plan del B10 contempla volúmenes progresivos y una industrialización muy afinada. Para proyectos que requieren curvas de aprendizaje rápidas y alta personalización, Madrid es un caramelo.
Qué necesita el B10 para aterrizar bien
No conocemos todos los detalles técnicos, pero sí las exigencias habituales de un SUV eléctrico de nueva generación. Hacen falta líneas con alta flexibilidad, capacidad para integrar baterías con seguridad, pruebas de calidad específicas para sistemas de alto voltaje y una cadena de suministro preparada para componentes críticos. La clave está en minimizar cambios profundos de utillaje y aprovechar plataformas ya compatibles. Aquí Stellantis juega en casa gracias a su modularidad industrial.
Los criterios que decidirán el ganador
- Capacidad disponible para arrancar sin cuellos de botella
- Experiencia previa en eléctricos y en pruebas de alta tensión
- Acceso logístico a puertos y corredores ferroviarios
- Ecosistema de proveedores locales listo para escalar
- Apoyos institucionales e incentivos que aceleren inversiones
- Coste laboral total y productividad global de la planta
Dos favoritas y una tapada
Sobre el papel, Vigo y Zaragoza parten con ventaja por volumen, logística y rodaje en eléctricos. Madrid, sin embargo, puede ser la opción astuta si la estrategia prioriza personalización, costes de lanzamiento contenidos y una curva de ramp up suave. No sería la primera vez que una planta menor se lleva un proyecto por encajar mejor en el calendario y en la combinación de modelos.
Qué gana España si el B10 se fabrica aquí
Gana empleo y cualificación. Gana estabilidad para una cadena de valor que ya produce motores, cableado, electrónica y módulos de batería. Gana visibilidad como polo de industrialización eléctrica en Europa del Sur. Y gana competitividad para atraer más modelos de nueva era. Si el B10 se monta en España, no será un caso aislado. Suele ocurrir efecto dominó. Y eso son buenas noticias para proveedores y para la movilidad de cero emisiones a precio razonable.
Calendario y señales a vigilar
La decisión llegará antes de que acabe el año. Las pistas estarán en los anuncios de inversión, en la formación de personal y en la adaptación de líneas para alta tensión. Si ves movimientos en proveedores locales de baterías y electrónica de potencia, es que el pescado casi está vendido. Y no, no hace falta sacar la bola de cristal. Basta con mirar dónde se liberan huecos de producción y qué planta muestra más obra civil en las próximas semanas.
La jugada de Stellantis con Leapmotor ya está en marcha. El B10 será el siguiente test para confirmar que producir en Europa es el camino más sensato con los aranceles actuales. ¿Quién se lo lleva? Lo sabremos en breve. Si tuviera que apostar, diría que el pulso está entre Vigo y Zaragoza, con Madrid esperando su oportunidad. Y eso, para el tejido industrial español, ya es una magnífica señal.