Porsche pone fin a los 718 Boxster y Cayman para centrarse en los deportivos eléctricos

Porsche ha tomado una decisión que marca un antes y un después en su historia: el 718 Boxster y el 718 Cayman dicen adiós. La marca alemana ha dejado de aceptar pedidos para estos modelos en todo el mundo, cerrando así el ciclo de dos de sus deportivos más emblemáticos con motor de combustión. El futuro inmediato para Porsche es eléctrico, y el cambio ya está en marcha.
Durante años, el Boxster y el Cayman han sido la puerta de entrada al universo Porsche. Eran los modelos más accesibles para quienes buscaban sensaciones deportivas sin llegar al nivel (ni al precio) del mítico 911. Pero esa época se ha terminado. Ahora, si quieres un Porsche nuevo con alma de deportivo puro, solo te queda el 911. El resto de la gama,Cayenne, Macan, Panamera y Taycan, juega en otra liga.
El adiós a los 718 no es repentino. A principios de 2024, Porsche ya había suspendido las ventas de estos modelos en Europa por un problema de ciberseguridad. La marca decidió no invertir en la actualización de sus sistemas, sabiendo que ambos estaban en la recta final de su vida comercial. Desde entonces, solo las versiones más extremas y caras seguían disponibles: el 718 Spyder RS y el 718 Cayman GT4 RS, con precios que rozan los 180.000 euros. No es precisamente lo que uno llama “deportivo de acceso”.
Ahora la noticia es global: Porsche ha cerrado oficialmente los pedidos de toda la gama 718 en todos los mercados. Solo quedan algunas unidades en stock repartidas por concesionarios, así que si eres de los que coleccionan coches o simplemente quieres uno antes de que desaparezcan, toca correr. Se rumorea que la producción continuará hasta 2026 para cumplir con los últimos pedidos, pero después de eso será historia.
Este último lote de Boxster y Cayman con motor de gasolina apunta a convertirse en objeto de deseo para coleccionistas y especuladores. No es ciencia ficción: cuando un modelo icónico dice adiós y la marca anuncia que su sucesor será eléctrico, el valor de las últimas unidades suele dispararse. Así que si tienes uno en el garaje, igual acabas agradeciendo no haberlo vendido.
La estrategia de Porsche es clara: electrificar toda su gama. Los prototipos de los futuros 718 eléctricos ya ruedan en fase de pruebas y todo apunta a que servirán como base para otros deportivos eléctricos del grupo Volkswagen. El objetivo es mantener el ADN deportivo pero adaptado a los nuevos tiempos, donde los motores eléctricos mandan.
¿El espíritu del Boxster y del Cayman sobrevivirá a las baterías? Esa es otra historia. Por ahora, lo único seguro es que estos dos nombres pasan a formar parte del pasado reciente de Porsche. El 911 se queda como único deportivo clásico en la gama, mientras la marca se lanza de cabeza al futuro eléctrico.
El cambio no pilla a nadie por sorpresa, pero sí deja un sabor agridulce entre los aficionados. Los 718 han sido durante años el sueño alcanzable para quienes querían algo más que un coche bonito: buscaban sensaciones reales al volante. Ahora ese hueco queda vacío, al menos hasta que llegue la nueva generación eléctrica.
Porsche cierra el capítulo del Boxster y del Cayman con motor de combustión para dar prioridad total a los eléctricos. Si quieres uno nuevo, tendrás que buscar entre el stock que queda o prepararte para pagar mucho más dentro de unos años. El futuro es eléctrico, nos guste o no. Y en Stuttgart ya han pisado el acelerador.