¿Por qué Mercedes se queda solo en la carrera europea por las emisiones y qué significa esto realmente?

¿Por qué Mercedes se queda solo en la carrera europea por las emisiones y qué significa esto realmente?
Mercedes, el único gran fabricante europeo que podría fallar a la hora de cumplir los límites de CO₂ entre 2025 y 2027

Mientras muchas marcas europeas ya presumen de sus bajas emisiones y coches eléctricos, Mercedes parece estar jugando a la versión automovilística del escondite... pero con las normas de Bruselas. Según un informe reciente de Transport & Environment, la firma alemana es, sorprendentemente, el único gran fabricante europeo que podría fallar a la hora de cumplir los límites de CO₂ entre 2025 y 2027. Y no es que se quede cerca: se estima que Mercedes estará unos 10 g/km por encima del objetivo de la media de flota. Si esto fuese una carrera, sería como llegar a meta cuando los demás ya están celebrando con champán.

Cuando la improvisación sale cara (y no solo en multas)

La situación no es precisamente un malentendido de última hora. Mientras BMW, Renault, Volkswagen o Stellantis navegan cómodos dentro de los márgenes exigidos, Mercedes parece haber dejado para mañana la tarea de reducir emisiones... y ese mañana ya está aquí. La única salida a corto plazo pasa por comprar créditos de emisiones a rivales como Volvo o Polestar. Un negocio redondo, pero para los otros.

Esta improvisación tiene un precio: además del gasto económico, está el coste reputacional y la presión extra en una Europa donde las reglas del juego cambian más rápido que el menú del día en una tasca.

Bruselas da aire... pero no suficiente

La Comisión Europea, consciente de que la industria automovilística no es precisamente rápida cambiando de marcha, concedió una prórroga: los límites estrictos se retrasaron dos años, moviendo el listón de 2025 a 2027. Un alivio temporal para muchos, aunque las asociaciones medioambientales pusieron el grito en el cielo. ¿Resultado? Menos presión inmediata, pero también menos incentivos para acelerar la llegada del coche eléctrico.

¿Menos eléctricos en Europa? El efecto dominó del retraso

El aplazamiento de los objetivos ha tenido consecuencias inesperadas. T&E calcula que entre 2025 y 2027 se venderán en Europa dos millones menos de coches eléctricos de lo previsto inicialmente. ¿El motivo? Los precios siguen altos: en algunos casos, un eléctrico puede costar entre un 30 y un 40% más que su homólogo de combustión. Y claro, el bolsillo manda.

Este frenazo llega justo cuando la transición energética necesitaba una buena aceleración… o al menos un empujoncito.

Pero no todo está perdido: luces largas en el mercado eléctrico

A pesar del panorama algo gris para Mercedes (y para quienes esperan una electrificación exprés), hay noticias para animar al sector. El mercado europeo de coches eléctricos creció nada menos que un 38% durante el primer semestre de 2025. Más modelos disponibles y una red de carga cada vez mayor hacen que la vida sea más fácil para quienes apuestan por el enchufe.

Innovaciones como los cargadores públicos ultrarrápidos o las nuevas baterías con autonomía XXL (¿más de 1.200 km? Sí, has leído bien) demuestran que la tecnología va por delante… aunque la regulación y las estrategias empresariales vayan algo rezagadas.

¿Se avecina un cambio radical para Mercedes?

La pregunta del millón: ¿será capaz Mercedes de reconducir la situación y ponerse a la altura? Todo apunta a que necesitarán algo más que un lavado de cara: hablamos de una revisión profunda en su estrategia eléctrica y una apuesta decidida por modelos menos contaminantes.

Eso sí, si hay una marca con historia superando retos, esa es Mercedes. Pero esta vez, el cronómetro está en marcha… y los rivales no esperan.