¿Por qué Mercedes-Benz dice adiós al EQE? Lo que esconde el fin de su berlina y SUV eléctrico

El Mercedes-Benz EQE, tanto en su versión berlina como SUV, tiene los días contados. La marca alemana ha anunciado que 2026 será el último año de producción para estos modelos eléctricos. ¿Crisis existencial en Stuttgart? ¿Cambio de planes o simple evolución de mercado? Vamos a ver qué hay detrás de esta decisión y por qué el EQE, que prometía revolucionar el segmento premium eléctrico, se baja del escenario antes de lo previsto.
¿Qué era el EQE y por qué fue importante?
El EQE nació como el hermano pequeño del EQS, con la misión de llevar la movilidad eléctrica a un público más amplio dentro del lujo alemán. Berlina elegante, SUV espacioso, tecnología a raudales y esa estrella en el capó que hace girar cabezas hasta en un atasco. Era la alternativa eléctrica al clásico Clase E. Su llegada supuso un golpe sobre la mesa en un momento en que todos querían subirse al tren eléctrico… aunque algunos no sabían ni dónde estaba la estación.
¿Por qué se cancela el EQE? Los motivos reales
Aunque Mercedes-Benz no ha soltado prenda con un comunicado dramático (no esperes un “Queridos fans, lo hemos intentado todo…”), hay varias claves que explican el adiós:
- Demanda eléctrica menor de lo esperado
El mercado europeo y mundial no está devorando eléctricos premium al ritmo que muchos soñaban. La fiebre inicial se ha enfriado y los clientes siguen mirando mucho el precio, la autonomía y, cómo no, el punto de recarga más cercano. - Competencia feroz
Tesla y los fabricantes chinos han puesto las cosas difíciles. Ofrecen alternativas eléctricas igual de avanzadas (o más) a precios más competitivos. El pastel eléctrico ya no es solo alemán. - Estrategia de modelo flexible
Mercedes ya había avisado: no va a dejar de fabricar coches de combustión así como así. Mientras la transición eléctrica avanza renqueante, mantener modelos solo eléctricos puede ser arriesgado. - Optimización de recursos
Producir dos carrocerías del EQE (berlina y SUV) tiene sentido cuando el mercado responde. Si no es así, toca apretar el cinturón y centrar inversiones en modelos más rentables o en nuevas generaciones.
¿Y ahora qué? El futuro eléctrico según Mercedes
El fin del EQE no significa que Mercedes-Benz tire la toalla con los eléctricos, ni mucho menos. La marca sigue apostando por la electrificación, pero con una estrategia menos “todo o nada”. Veremos nuevos lanzamientos, híbridos enchufables a tutiplén y probablemente eléctricos con plataformas más flexibles que permitan convivir motores térmicos y eléctricos sin dramas logísticos.
Además, Mercedes ya ha anunciado que lanzará decenas de modelos nuevos (sí, has leído bien: decenas) tanto eléctricos como de combustión en los próximos años. La marca se adapta a la realidad del mercado, donde el futuro parece más “mezcladito” de lo que algunos gurús predecían.
Lo que nadie te cuenta: ¿fracaso o paso lógico?
Que Mercedes-Benz ponga fin al EQE no es necesariamente un fracaso. Es una consecuencia lógica de cómo está evolucionando el coche eléctrico en Europa. Ni todas las berlinas eléctricas venden como rosquillas ni todos los SUV convencen por igual. La clave está en la flexibilidad y en escuchar lo que realmente busca el cliente.
Quizá dentro de unos años volvamos a ver un EQE o algo similar, cuando la tecnología sea más asequible y la infraestructura acompañe. Hasta entonces, Mercedes seguirá jugando todas sus cartas: eléctricos, híbridos y gasolina, porque si algo han demostrado en Alemania es que saben adaptarse al cambio… aunque a veces haya que decir adiós a modelos con mucho potencial.
El EQE se despide antes de tiempo, pero su historia nos deja una lección: la revolución eléctrica va por fases y nadie tiene la bola de cristal. Si pensabas que todos íbamos a conducir un eléctrico premium alemán mañana mismo, igual toca esperar un poco más… o mirar alternativas menos convencionales.