¿Por qué el Volvo V90 se despide y qué revela esto sobre el futuro de los coches familiares?

¿Por qué el Volvo V90 se despide y qué revela esto sobre el futuro de los coches familiares?
El adiós del V90, del último gran wagon sueco

¿Quién lo iba a decir hace apenas una década? Volvo, la marca que hizo de los familiares su bandera, ha decidido poner fin a la producción del V90 este mes de septiembre. No es una broma del mundo del motor ni una maniobra publicitaria: el mítico familiar escandinavo dejará de fabricarse y lo hará sin sucesor directo en el horizonte. Así, uno de los últimos bastiones de la elegancia práctica cae bajo el peso de una tendencia imparable: la fiebre SUV.

Tradición frente a moda: ¿por qué mueren los familiares?

Durante años, los wagons de Volvo fueron el epítome del sentido común sobre ruedas. Espacio, seguridad y ese inconfundible aire escandinavo que hacía que un viaje al Ikea pareciera una road movie. Sin embargo, los tiempos cambian, y lo que antes era sinónimo de prestigio familiar ahora se ve eclipsado por la silueta musculosa de los SUV. El propio CEO de Volvo, Jim Rowan, lo ha dejado claro: los gustos han cambiado. Y vaya si lo han hecho.

El V90 no es solo un coche que desaparece; es el síntoma de un cambio cultural. Las carrocerías familiares ya no tienen el tirón de otras épocas y, según parece, ni siquiera Volvo —la marca que los encumbró— está dispuesta a luchar contra la marea.

¿Qué pasa con el resto de la gama Volvo?

El V90 no será el único afectado. El V60, su hermano menor, tampoco tiene asegurada la renovación cuando llegue su momento. Eso sí, los más nostálgicos aún tienen un breve respiro: el V60 seguirá produciéndose durante un tiempo indefinido. Pero mejor darse prisa si quieres ser uno de los pocos que luzca un Volvo “diferente” antes de que todos seamos devorados por la jungla SUV.

¿Por qué preferimos SUV?

Es una pregunta que muchos entusiastas del motor se hacen a diario mientras ven desaparecer modelos míticos como el V90. Los SUV ofrecen una posición elevada, cierto aire aventurero (aunque la excursión más salvaje sea subir al bordillo del supermercado) y una imagen más actual. Pero, ¿realmente sustituyen todo lo que ofrecía un buen familiar?

La realidad es que no todo es blanco o negro. Los SUV han sabido venderse como la solución definitiva para familias modernas, aunque en términos prácticos y de eficiencia muchos wagons siguen superándolos. Pero las modas mandan, y hoy toca subirse al tren de los todocaminos.

¿Y ahora qué? Un panorama sin wagons

El final del Volvo V90 marca algo más que un simple cambio de catálogo. Es una señal de que incluso las marcas con más historia están dispuestas a dejar atrás sus raíces para adaptarse a las nuevas preferencias del mercado. Para los románticos de los familiares queda poco consuelo: quizás algún día volvamos a valorarlos por sus virtudes, aunque sea porque echamos de menos ese maletero infinito.

Mientras tanto, el SUV sigue conquistando corazones y carreteras. Y el V90 entra en la historia como uno de los grandes coches familiares que dijeron adiós sin hacer ruido, pero dejando huella entre quienes supieron apreciar su auténtica esencia.