¿Obligar a 100 km en modo eléctrico hará mejores híbridos enchufables en China?
China aprieta el acelerador y pone orden en los híbridos enchufables. A partir del 1 de enero de 2026, cualquier PHEV que aspire a beneficios fiscales en el mayor mercado de coches electrificados del mundo tendrá que ofrecer al menos 100 kilómetros de autonomía eléctrica. Además, deberá consumir menos cuando el motor de gasolina entre en juego en modo de mantenimiento de carga. Adiós a los atajos fáciles y a los enchufables de pega. Esto va en serio.
Qué cambia con la nueva normativa
Hasta ahora bastaba con rondar los 43 kilómetros para entrar en el club de los incentivos. El salto hasta 100 kilómetros es enorme. No es un reto cosmético. Implica baterías más capaces, gestión térmica más fina, aerodinámica cuidada y un tren motriz híbrido de verdad eficiente cuando se agota la carga. La intención es clara. Más kilómetros diarios solo con electricidad y menos gasolina tragada cuando toque usar el motor térmico.
Por qué China sube el listón
La electrificación en China avanza a ritmo alto, pero no todos los conductores están listos para dejar el surtidor. Persisten dudas sobre tiempos de carga y cobertura de infraestructura. Muchas marcas han respondido ajustando plataformas eléctricas para montar motores de gasolina y ofrecer variantes enchufables o de autonomía extendida. Geely y su universo de marcas ya tienen versiones enchufables de modelos que nacieron eléctricos, y Xpeng ha anunciado planes para añadir motores térmicos en varios de sus modelos. El mercado manda, sí, pero el riesgo de retroceder al combustible fósil también está ahí.
La medida del regulador busca cortar por lo sano ese posible retroceso. Si vas a tener un PHEV, que sirva para moverse a diario sin quemar gasolina y que no se convierta en un coche pesado que solo luce una etiqueta verde. El premio fiscal se mantiene para quien entregue tecnología de verdad eficiente.
Qué fabricantes salen mejor parados
Para los gigantes locales la noticia no es un terremoto. Muchas berlinas enchufables de BYD y modelos de Geely ya rozan o superan esos 100 kilómetros en ciclo local. Otros se quedan a las puertas y podrán llegar con ajustes de batería, neumáticos de baja resistencia, optimización de software y pequeños retoques de peso. Quien ya venía haciendo los deberes apenas tendrá que afinar. Quien confió en una batería pequeña para maquillar consumos lo tendrá difícil.
Impacto fuera de China
Aunque la norma rige para el acceso a incentivos en China, su onda expansiva puede sentirse en otros mercados. Las marcas chinas que exportan tenderán a unificar especificaciones para no duplicar desarrollos. Eso significa enchufables con más autonomía eléctrica llegando a Europa y Latinoamérica. Y también presión competitiva para fabricantes locales que aún venden PHEV de cortas distancias eléctricas. Si un vecino ofrece 100 kilómetros reales a precio similar, el listón comercial sube solo.
Además, los reguladores de otras regiones observarán los resultados. Si la medida reduce consumo de gasolina en la vida real y acelera la adopción eléctrica, no sería raro ver requisitos mínimos parecidos en otros países. El efecto faro existe en automoción y China ahora mismo alumbra fuerte.
Qué gana el usuario
Con 100 kilómetros de rango eléctrico, muchos desplazamientos diarios se cubren sin tocar el depósito. Ir y volver del trabajo, recados, colegio, gimnasio, todo con el gasto por kilómetro de un eléctrico. En viajes largos el motor térmico aporta tranquilidad, pero con la nueva exigencia también beberá menos cuando le toque trabajar. Menos paradas en la gasolinera y menos emisiones. La promesa del enchufable se vuelve más creíble.
No todo será un camino de rosas. Baterías mayores pueden encarecer el coche y sumar kilos. El reto para las marcas será contener costes, cuidar el maletero y mantener una dinámica agradable. Quien lo resuelva mejor se llevará el gato al agua. En un PHEV moderno no vale esconder una batería bajo el maletero y esperar que la magia ocurra. Toca ingeniería de la buena.
Lo que viene para la industria
Esta normativa obligará a invertir más en investigación y desarrollo. Plataformas híbridas optimizadas, motores térmicos afinados para trabajar a cargas específicas, mapas de cambio inteligentes y recuperación de energía más agresiva. Veremos mayor estandarización de componentes y quizá nuevas químicas de batería pensadas para ciclos urbanos y cargas frecuentes. El enchufable que solo servía para aparcar en zona verde tiene los días contados.
China ha pasado del discurso a la acción. Quieres incentivos, demuestra que tu híbrido enchufable puede funcionar de verdad como un eléctrico durante el día a día y que no es un tragón cuando se queda sin batería. Los fabricantes que ya iban por delante verán premiado su trabajo. Los que vivían de la pegatina tendrán que espabilar. Y el cliente, al final, podrá elegir PHEV que cumplen lo prometido. Si esto no empuja a la industria hacia mejores coches, nada lo hará.