No se venden en EEUU pero ya intrigan 65 por ciento reconoce marcas chinas y más de la mitad las compraría

No se venden en EEUU pero ya intrigan 65 por ciento reconoce marcas chinas y más de la mitad las compraría
Los chinos van a llegar a los EEUU más de un 50% se lo comprarían

Los coches chinos todavía no cruzan la puerta principal del mercado estadounidense, aunque ya se han colado en la conversación. Un nuevo estudio revela que el reconocimiento de marca crece con fuerza y que la curiosidad va por delante de la política. El FOMO automovilístico no entiende de aduanas.

La foto rápida del momento resulta clara. Más estadounidenses identifican fabricantes chinos y más conductores dicen que se plantearían comprar uno cuando sea posible. Mientras tanto, los aranceles se mantienen altos y las dudas de privacidad retroceden un poco, pero no desaparecen.

Qué está cambiando en la cabeza del consumidor

  • El 65 por ciento de los encuestados reconoce al menos una marca china. Un salto notable frente al 52 por ciento del año anterior.
  • Más de la mitad afirma que consideraría la compra si tuviera la oportunidad. La predisposición empieza a jugar a favor.

Este giro no nace de la nada. La exposición mediática ha sido constante. Entre pruebas especializadas y vídeos virales, modelos de fabricantes chinos se han convertido en contenido aspiracional para muchos usuarios en TikTok y YouTube.

Un mercado aún blindado

Washington mantiene aranceles por encima del cien por cien para los eléctricos procedentes de China y refuerza las restricciones sobre software y hardware por motivos de seguridad nacional y protección de datos. El resultado es un muro difícil de saltar.

Aun así, hay pequeñas ventanas. Algunos modelos de marcas globales con producción en China llegan de forma indirecta. El consumidor ya los ve, los compara y forma opinión.

Las marcas que más suenan en Estados Unidos

Entre quienes conocen fabricantes chinos, la intención de compra se reparte así:

  • Huawei alcanza el 27 por ciento de consideración
  • Xiaomi suma el 23 por ciento
  • BYD reúne el 19 por ciento
  • Geely, Great Wall Motors y Nio se mueven entre el 13 y el 16 por ciento

BYD destaca por volumen global en eléctricos, pero la cantera de nombres que el público identifica se ensancha. La notoriedad deja de ser el gran freno.

Privacidad y ciberseguridad preocupan un poco menos

Las alertas siguen altas, aunque aflojan. El porcentaje de encuestados que teme riesgos de seguridad baja del 80 al 77 por ciento. Las inquietudes sobre espionaje nacional pasan del 82 al 79 por ciento.

¿Qué hay detrás? La tecnología avanzada y el diseño pesan mucho. Pantallas fluidas, asistentes cada vez más capaces y niveles de equipamiento que en Occidente suelen pagarse caros. Cuando el valor percibido sube, la desconfianza se suaviza. No desaparece, pero se mueve.

Por qué atraen tanto

  • Valor por dinero y equipamiento que parece de segmento superior
  • Diseño fresco, con interiores que presumen de calidad percibida
  • Eficiencia en eléctricos y buenas cifras de autonomía homologada
  • Ecosistema digital que conecta bien con usuarios jóvenes
  • Presencia masiva en redes con contenido fácil de compartir

La receta es conocida. Si el producto enamora y el precio acompaña, el interés llega solo. Y si además es más viral que un gatito en vídeo corto, ya tenemos el cóctel.

Lo que puede pasar cuando caigan las barreras

Por ahora, la venta directa no está sobre la mesa. La demanda latente sí. Si el muro comercial bajara, el arranque podría ser rápido. La pregunta no es si existiría hueco, sino cómo se gestionaría la entrada.

Retos evidentes por delante. Red comercial, servicio posventa, homologaciones, garantías de ciberseguridad y claridad en el manejo de datos. Todo eso habrá que ganarlo en la pista. El usuario estadounidense valora la tecnología, pero exige confianza a prueba de suegra digital.

Señales a vigilar

  • Más acuerdos de producción fuera de China para sortear aranceles
  • Certificaciones y auditorías de software que aporten transparencia
  • Respuesta de fabricantes locales con precios y equipamiento más ajustados
  • Interés de flotas y empresas, termómetro fiable de adopción

Los coches chinos todavía no venden en Estados Unidos y ya mueven la aguja. Reconocimiento al alza, intención de compra por encima del listón y miedos que se desinflan poco a poco. El público ya ha empezado su comparativa mental. La pelota queda en el tejado de la política y la regulación. Si la puerta se abre, el mercado no tardará en cruzarla.