Mercedes ELF adelanta la recarga del futuro con megavatios, carga sin cables y el coche como batería

Mercedes ELF adelanta la recarga del futuro con megavatios, carga sin cables y el coche como batería
Mercedes ELF carga sin cables y el coche como batería

La electrificación ya no va de meter más kWh en una batería. Mercedes-Benz mueve el foco hacia algo más ambicioso: un ecosistema de recarga inteligente, eficiente y bien coordinado con la red. Su banco de pruebas se llama ELF, abreviatura de Experimental Lade Fahrzeug. Es un laboratorio rodante que integra tecnologías de vehículo, infraestructura y software de gestión energética.

Qué es ELF y por qué importa

ELF no es un prototipo para escaparate. Es una plataforma que reúne carga a muy alta potencia, bidireccionalidad, conexión autónoma y recarga sin cables. La idea es desarrollar hoy lo que los clientes y las redes eléctricas necesitarán mañana, mientras se pulen también los puntos de dolor actuales de la recarga pública.

Carga rápida en paralelo con MCS y CCS

Para recortar tiempos de espera, ELF ensaya dos vías de forma simultánea. Una mira al límite físico y la otra al uso real de un conductor.

  • MCS Megawatt Charging System
    Pensado para vehículos pesados, aquí sirve para llevar baterías, electrónica y conectores a su límite térmico y de rendimiento. Hablar de potencias en rango de megavatios deja claro el objetivo.
  • CCS Combined Charging System
    El estándar de los turismos eléctricos, utilizado para reproducir escenarios cotidianos como autopistas o nodos urbanos. ELF alcanza 900 kW, que equivalen a unos 100 kWh en 10 minutos. Eso reduce de forma notable la parada típica en viaje.

La demo que pone números grandes sobre la mesa

Mercedes ha enseñado músculo con el CONCEPT AMG GT XX. Fue capaz de recuperar energía suficiente para unos 400 km WLTP en 5 minutos, con picos por encima de 1.000 kW. No es marketing de póster, es métrica de banco de pruebas aplicada a un coche real.

El coche que también devuelve energía

Uno de los pilares del proyecto es la carga bidireccional en corriente alterna y en corriente continua. El vehículo deja de ser un sumidero y pasa a actuar como recurso energético.

  • V2H, V2B y V2G en corriente alterna
    Permite alimentar una vivienda, un edificio o apoyar a la red con una infraestructura más asequible. El reto está en coordinar estándares y normativas para que todo encaje sin fricción.
  • V2G en corriente continua
    Mayor eficiencia y excelente encaje con instalaciones fotovoltaicas y sistemas de almacenamiento doméstico. La gestión fina de flujos reduce pérdidas y alarga la vida útil de los componentes.

Recarga sin cables y conexión robotizada

La comodidad también cuenta. ELF explora la carga inductiva para evitar manipular conectores y mejorar la experiencia en garajes y parkings. Además, la conexión robotizada automatiza el proceso de acoplamiento en puntos de alta potencia. Manos limpias y cero peleas con cables gruesos. Para flotas y logística es un plus en seguridad y disponibilidad.

Lo que hay detrás de escena

La tecnología va más allá del punto de carga visible. Hay trabajo en refrigeración de cables y pines, en electrónica de potencia que soporte picos sostenidos y en software que hable el mismo idioma con la red eléctrica. El enfoque de doble vía permite evolucionar el presente con CCS mientras se destapa el futuro con MCS. La clave es trasladar lo aprendido a productos de serie sin disparar costes ni complejidad.

Qué gana el usuario y qué gana la red

Para el conductor significa menos tiempo parado y más control sobre la energía del coche. Cargar rápido en viaje, cargar cómodo en casa y hasta monetizar la batería cuando el precio de la electricidad lo haga interesante. Para la red supone una reserva flexible que ayuda a equilibrar picos de demanda y a integrar mejor la generación renovable.

Lo que viene a continuación

Quedan desafíos en estándares, certificaciones y despliegue de infraestructura. La recarga inductiva deberá demostrar su eficiencia en contextos reales. La robótica encaja de forma natural en depósitos y flotas. Y la potencia de tres cifras en kW exigirá ubicaciones con suministro robusto y gestión térmica impecable. El camino está trazado y ELF acelera el desarrollo con datos, no con promesas.

Mercedes-Benz ha encendido el modo laboratorio con un vehículo que suma megavatios, bidireccionalidad y automatización. Si todo cuaja, la próxima parada no será solo más corta. También será más lista.